Treinta arquitectos asistieron el pasado 26 de marzo a una nueva jornada técnica de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera; en esta ocasión en la sede vallisoletana del COACYLE, el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla y León.
El evento contó con el patrocinio de las empresas ADAMEZ Carpintería, TORINCO, VENTACLIM, SOUDAL y SIKKENS.
Asimismo, José Palacios argumentó y demostró que las ventanas de madera presentan un alto aislamiento térmico y un elevado aislamiento acústico. “La madera es el material más aislante; los perfiles más básicos son equivalentes al aluminio de última generación -defendió ante su auditorio-. De hecho, las casas pasivas incorporan como cerramiento habitual la madera”.
Estructuralmente, el gerente de ASOMA presentó al perfil laminado como la solución que otorga mayor estabilidad dimensional, homogeneidad y firmeza. “Las maderas blandas se comportan mejor térmicamente que las más duras y densas”, apostilló.
ASOMA defiende que mediante el correcto diseño de la envolvente de un edificio, es posible ganar para éste una mayor eficiencia energética. En este sentido, José Palacios enfatizó en cuanto a la versatilidad en formas y acabados de la ventana de madera, como ingrediente para contribuir al éxito. “El diseño no está reñido con la eficiencia energética”, sentenció.
Las ventanas más comerciales
Perfiles de 68 mm.: Una ventana europea, para cualquier apertura, con doble junta perimetral y máximo vidrio de 36 mm. Es un cerramiento de estanquidad alta, ofertado por todos los fabricantes nacionales, e inusual en el Norte de Europa. Garantiza un aislamiento acústico máximo de 45 dB y una U térmica máxima de 1.4.
Perfiles de 78 mm.: Una ventana europea, para cualquier apertura, con triple junta perimetral, vidrio triple, también esencialmente nacional. Ofrece un aislamiento acústico superior a los 45 dB.
Perfiles de 92 mm.: Una ventana europea, para cualquier apertura, con cuatro juntas perimetrales, máximo vidrio de 52 mm., e incluso triple vidrio. Es un cerramiento apto para cumplir el estándar constructivo Passivhaus, al alcance de pocos fabricantes españoles, pero camino de convertirse en un nuevo estándar europeo. Capaz de aislar 50 dB, equivale prácticamente a una doble ventana.
Perfiles 57-110 / mixta: Admiten cualquier apertura y vidrios de hasta 55 mm. Aportan la durabilidad del aluminio al exterior, junto con las prestaciones ya referidas de la madera.
Perfiles mejorados
El gerente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera presentó a continuación algunas de las novedades que los industriales proponen a los constructores y arquitectos para mejorar las prestaciones de los cerramientos, en todos los sentidos:
Tiras de corcho Flexitherm, ideales para la bioconstrucción, ya que combian madera y aislante.
Paneles con madera + aislante (semejante al panel sándwich para cubiertas).
Perfiles rellenos de aislante especial (Hibridtherm).
Termoscudo: Ventana triple madera-aislante-aluminio.
Optimización de la durabilidad
Superados los defectos de diseño, fabricación y acabado vividos en el pasado, la ventana de madera que se fabrica en España en la actualidad es sinónimo de durabilidad.
El ponente anunció que hoy existen productos resistentes a los rayos ultravioleta a disposición de los fabricantes de ventanas de madera. Los barnices actuales combaten la foto degradación, e incluso el agrisado de la madera.
“Se trata, además, de productos flexibles, condición imprescindible frente a las variaciones dimensionales de la madera -asegura el gerente de ASOMA- Los sistemas de aplicación del producto están mejor controlados”.
“El agrisado de la madera se puede combatir con la nueva generación de acabados”
Innovación. Ventanas especiales
José Palacios concluyó su magistral intervención recordando a los prescriptores vallisoletanos que “tambiés es posible fabricar cerramientos de madera especiales, a requerimiento del proyecto, tales como ventanas resistentes al fuego (la exposición del fuego 60 minutos está ensayada y certificada), ventanas de grandes dimensiones, anti bala, etc.
La importancia de la instalación
El ponente presentó a su auditorio los productos y sistemas de SOUDAL para la colocación de ventanas, y para obtener la máxima estanquidad y aislamiento entre carpintería y fachada. “Con productos y sistemas adecuados, más una buena ventana, lograremos una correcta instalación – explicó Peter Esselens-. Son espumas flexibles, membranas… para obtener las máximas prestaciones. También disponemos de soluciones específicas para las casas pasivas y obras de rehabilitación y reforma”.
Lograda la estanquidad, hemos de tener también un sistema de ventilación adecuado. Asimismo, la perdurabilidad de la instalación es tan importante como la de la propia ventana, con el fin de preservar las prestaciones de aislamiento térmico y acústico de nuestros cerramientos.
“El consumidor demanda progresivamente medidas para ahorrar energía -concluyó-. SOUDAL trabaja para que en la prescripción se integren estas consideraciones”.
“Una buena ventana mal instalada se convierte en una mala ventana”
Madera y Passivhaus
Raquel Cabrero Olmos y Silvia Martínez San Segundo; ambas integrantes de la Plataforma PEP (Passivhaus España), explicaron las sinergias de la ventana de madera con el Estándar Passivhaus.
“El 40% del consumo total de energía en la vivienda se lo lleva la calefacción -recordó a los oyentes Raquel Cabrero-. El número de españoles en riesgo de pobreza energética ha aumentado en dos millones en sólo dos años”.
Frente a este realidad, progresa en España el estándar Passivhaus, basado en los pilares de protección, bienestar interior, aprovechamiento del sol como fuente de confort y eficiencia energética.
El estándar Passivhaus gira en torno a 5 requisitos esenciales: aislamiento, carpinterias de alta eficiencia energética, renovación del aire, estanquidad y edificación sin puentes térmicos. Todo ello se basa en la hermeticidad y ventilación con recuperación de calor, así como en un correcto diseño del edificio, para aprovechar el sol.
Raquel Cabrero terminó su exposición informando que existen certificados Passivhaus tanto para obra nueva como para rehabilitación. Y mostró imágenes de ejemplos de las primeras construcciones de este tipo en España, demostrando que este segmento del mercado ha vivido una notable expansión en 2014.
Silvia Martínez centró su ponencia en torno a las carpinterias de alta eficiencia energética, inherentes al estándar Passivhaus.
“La mejor energía es la que no se consume”
“El 25% de las pérdidas energéticas se produce por las ventanas -comenzó-. Los puentes térmicos en el encuentro de los cerramientos con el muro son localizables y subsanables. El estándar Passivhaus persigue una instalación libre de puentes térmicos, llevando hasta su máximo exponente a la estanquidad. De esta forma, las pérdidas de energía se pueden combatir”.
Silvia Martínez señaló también la importancia de los vidrios y sus separadores, refiriéndose al habitual problema de la condensación, y cómo ésta conlleva una falta de confort. Por eso, en las casas pasivas de emplea normalmente vidrio triple.
Existe la posibilidad de cálculo de estos valores, mediante un programa informático y sistemas de medición y control específicos. Asimismo, la industrialización progresiva de los procesos conduce poco a poco a la reducción de costes de fabricación y de los precios de venta al público de este tipo de construcciones.