La sede del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, INIA, está realizando, a petición de la Mesa Intersectorial de la Madera de Euskadi un estudio de caracterización de vigas de gruesa escuadría de pino radiata del País vasco. Los resultados de las pruebas realizadas hasta ahora demuestran que se trata de una madera de calidad y resistente. Además, estos ensayos que está realizando en INIA sirven para homologar las grandes vigas de pino radiata con la normativa europea, la misma que tienen otras especies, como puede ser el abeto.
La Mesa Intersectorial de la Madera de Euskadi ha promovido el trabajo de caracterización mecánica de vigas de gran tamaño de pino radiata que se está realizando en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria. Un proyecto que nació con el objetivo de demostrar las buenas características de la madera de pino radiata y homologarla con la normativa europea.
La viga «tipo», de algo más de cinco metros de largo y 20 x 25 cm. de ancho, se rompió tras aguantar una fuerza de 10.700 kilos. «Todos los datos hasta ahora recabados nos permiten asegurar que se trata de una madera de calidad media alta perfectamente apta para su uso en construcción y con todas las consideraciones que establece el código técnico de edificación. Las edificaciones con madera de pino radiata tienen exactamente la misma fiabilidad estructural que la que se puede obtener con el hormigón, el acero u otros materiales. Es reseñable la porosidad de la madera de pino radiata porque admite muy bien los tratamientos preventivos en profundidad, por lo que con dicha madera tratada es posible incluso realizar estructuras a la intemperie y en contacto con el suelo», ha destacado Juan Fernández Golfín, Ingeniero del Departamento de Productos Forestales de INIA.
Para la realización de los ensayos la MIME se ha encargado de la selección, preparación (corte, secado y cepillado) y envío del material de ensayo; la muestra es representativa de la población del pino radiata en Euskadi. En total 140 piezas. 70 de ellas de 250 x 150 x 4.300 mm. y el resto de 250 x 200 x 5.000 mm. Hasta ahora se han realizado el clasificado visual de las vigas, y ensayos no destructivos con ultrasonidos y ondas vibracionales, así como el ensayo destructivo que se realizó ayer para calcular la resistencia. Para dar por finalizado el proyecto falta terminar con los ensayos destructivos, calcular la densidad del material y realizar el informe final, documento que estará preparado para marzo del año que viene.
Más allá de para embalaje, carpintería, tablero, pasta, papel… la madera de pino radiata ha demostrado, por su resistencia e impregnabilidad, que tiene un potencial de usos mucho más completo del que se le ha dado hasta ahora.