Fustes Graus empezó dedicándose básicamente a la fabricación de cubiertas de madera, y poco a poco ha ido evolucionando hacia la construcción de estructuras completas de viviendas. Una muestra de ello se pudo ver el pasado mes de mayo en Construmat.
Llorenc Graus, gerente de FUSTES GRAUS.
Su empeño pasa por ir incorporando a un mercado que “se mueve” los productos nuevos que salen. Según su gerente, Llorenc Graus, este año ya se ha apreciado un “repunte importante” en este tipo de edificaciones, y está convencido de que la construcción con madera “es el futuro”.
Para Graus, “si se quiere cumplir con las normativas que se van a poner en vigor en el 2020, el material más eficiente para lograrlo será, sin duda, la madera”.
Considera que las características que ofrece este material como producto ecológico, su aislamiento, confortabilidad y su menor consumo energético, son la garantía de que tiene un futuro seguro, no solo para viviendas aisladas, sino también para edificios en altura. Ello pese a que, a su juicio, “no se acaba de salir claramente de la crisis”.
Fustes Graus ha levantado el edifico más alto de Barcelona en madera, concretamente de cinco pisos, y según asegura su gerente, “con los nuevos sistemas constructivos en contralaminado está demostrado que se pueden hacer rascacielos”.
Además, destaca que, desde el punto de vista económico, a igualdad de condiciones, este tipo de construcciones son “más competitivos” si se tienen en cuenta aspectos como su consumo energético.
Como socios de AFE -Associaciò de la Fusta Estructural-, desde Fustes Graus consideran que el reto de la Asociación debe estar en poner el acento en la importancia de la formación en el sector, conseguir que la construcción en madera se conozca “al máximo”, y en “que se pierda el miedo”, señala su gerente.