Impulsada por AFCCM, la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera de España, PLAICI propone la alianza de empresas, instituciones, técnicos, profesionales afines, docentes y estudiantes que tienen interés por el progreso de la vivienda de construcción industrializada o vivienda fabricada.
Manuel Muelas, Presidente de la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera de España (AFCCM), y promotor del proyecto PLAICI.
“La construcción industrializada carece de una normativa específica que potencie sus ventajas y perculiaridades -expresó Manuel Muelas, Presidente de AFCCM, en su intervención en la Jornada sobre Construcción Industrializada de Viviendas Eficientes, celebrada el pasado día 11 de noviembre en la sede de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid-. De hecho, se halla sometida a una norma inadecuada, como es la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación), cuyo articulado se refiere exclusivamente a la construcción convencional o permanente”.
Son muchas las barreras que se suman a ésta: inexistencia de una licencia de instalación específica, mayor fiscalidad, difícil financiación, dispersión en el CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) o inperancia de la ley 21/1-922 sobre la ordenación del sector industrial y del R.D. 315/2006, sobre sostenibilidad, innovación y calidad de la edificación, así como el rechazo del sector asegurador del seguro decenal para las construcciones distintas de la convencional. “Somos una opción indeseada para el promotor -sentenció Manuel Muelas-. Tenemos un único aliado: el Defensor del Pueblo, quien obliga a la Dirección General de la Vivienda y al Ministerio de Industria a entenderse con las asociaciones del sector de la construcción industrializada para resolver todas sus demandas.
PLAICI se erige, pues, como interloculor con las autoridades correspondientes, para normalizar la construcción industrializada en España.
Tecnología para las viviendas
“El 80% de las viviendas de la Comunidad de Madrid tienen una calificación energética inferior a E”, informó Carlos López Jimeno, Director General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid; institución que apuesta por la modularidad y la prefabricación, incorporando la tecnología al sector de la construcción. “Aportemos tecnología a las viviendas –sugirió López Jimeno-. Tenemos una gran oportunidad de mercado en la rehabilitación energética de los edificios”.
Pablo Saiz, gerente de MODULAB entiende la construcción como un producto industrial y, por ello, susceptible de crecer en calidad. “La vivienda es un producto de consumo, y responde a una tecnología –opina Pablo Saiz-. Es posible una arquitectura de calidad, para la mayoría”.
Estados Unidos, Suecia, Austria o Japón son países donde se dan unas condiciones favorables para una construcción industrializada. Y precisamente confían en la madera como material estructural, “porque la fabricación requiere menos tiempo de ejecución, porque contribuye a mejorar la eficiencia energética de la construcción y porque es reversible y genera mínimos o nulos residuos, al tratarse de un material reutilizable”.
“La construcción industrializada nos sirve para cumplir las exigencias que vienen de la Comisión Europea, respecto a la eficiencia energética en la edificación”, completa Ricardo López, arquitecto ligado a las firmas KLH – ALTERMATERIA.
Pablo Saiz recuerda que “es posible repertir un proyecto, y exportar nuestra construcción”
Lo que parece claro es que una vivienda industrializada es una alternativa de calidad a la construcción convencional, que gana la batalla medioambiental por goleada. “Existe algo diferente al ladrillo -afirmó rotundo Guillermo Martínez-. Con eficacia, se puede conseguir cosas magníficas”.
“La Universidad ya ha dado el paso -concluyó Ricardo López-. Tiene conciencia creciente en las ventajas de la construcción industrializada, y de la madera como material”.
Una solución competititva
¿Es la construcción industrializada una alternativa barata a la construcción convencional?
“El precio está en función de los volúmenes de construcción. Las obras singulares y las series cortas no ayudan a bajar el coste de la construcción industrializada –comenta Guillermo Martínez, gerente de EUROBOX-. La rapidez de ejecución, en ocasiones, y el riguroso control del proceso de fabricación, siempre, compensa este sobre coste. Sin duda, el sector está buscando sistemas, materiales y alianzas para alcanzar precios más competitivos”.
“Con la construcción industrializada logramos una construcción personalizable –apunta Almudena Robot, en representación de la firma CUATRO50-. En mucha cantidad, pero personalizable. Se puede conseguir, y con precios competitivos”.