La sede en Madrid de la Universidad de Navarra vivió el pasado día 6 de octubre una jornada muy satisfactoria para nuestro sector, en la que tanto asistentes como ponentes disfrutaron de un gran diálogo en torno a la madera.
En esta fecha señalada fue presentada oficialmente la Cátedra Madera ONESTA, que se desarrollará en la Universidad de Navarra. Y como broche de madera, quedó inaugurada la espectacular exposición “Perpetuum Mobile”, de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue, tras su paso por Barcelona y Milán. La exposición se puede visitar hasta el día 28 de octubre en UNAV Executive Education de la Universidad de Navarra.
VIVO DEBATE EN TORNO A LA MADERA
Expertos vinculados al sector en distintos campos pusieron en valor la importancia de este material y mostraron su apoyo a la investigación y a la formación en un campo en el que todos han coincidido en que “la innovación es el punto de partida para lograr una sociedad más sostenible y la madera juega un papel fundamental en la construcción del presente y futuro”, aunque, también reconocen que “queda mucho por hacer”.
Bajo el epígrafe “Madera, Sostenibilidad y Real Estate”, y contando con la colaboración de American Hardwood Export Council (AHEC), AEDAS Homes, Miralles Tagliabue EMBT, Enric Miralles Foundation – Fundació Enric Miralles y el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja IETCC CSIC, se celebraba el pasado jueves un interesante debate sobre “el futuro halagüeño de la madera”.
Fue en una mesa redonda moderada por Fredy Masad, crítico de arquitectura del diario ABC, en la que participaron: el director de operaciones AEDAS Home, Luis García Malo; el presidente Ejecutivo de Onesta, Francisco José Espejo; la directora de EMBT Architects, Benedetta Tagliabue; el director de la Cátedra Madera Onesta, José Manuel Cabrero, y José Antonio Tenorio, en representación del Instituto Eduardo Torroja, del CSIC. Todos ellos, bajo la batuta de Masad, trataron de arrojar más luz sobre el presente y futuro de la construcción sostenible y el papel esencial que la madera juega en él.
Así, para el director de operaciones AEDAS Home, Luis García Malo, el cambio climático está empujando a todos los sectores y la construcción necesita tranformarse porque «o se cambia el modo de construir o no habrá nada para dejar a los hijos». En este sentido ha apuntado la tendencia creciente al uso de biomateriales y, en su opinión, lo positivo de la madera es que “su gestión de residuos es muy buena».
En el caso de su empresa, manifestó que tuvieron claro que había que introducirse también en el negocio la madera. Y aunque no sabían bien “dónde se metían”, han visto que las emisiones en residencial son de apenas un 3% en un edificio en madera frente a un 18% en el caso del hormigón, algo que ha de tenerse en cuenta.
Para el director de la Cátedra Madera Onesta, José Manuel Cabrero, este producto ya no tiene las limitaciones de hace años sino que las nuevas técnicas han traído consigo la madera laminada y el panel contralaminado, más un abanico amplio de productos y en muchos casos muy competitivos. «Creo que la madera volverá a ocupar el lugar que tuvo en su momento», abundó.
La directora de EMBT Architects, Benedetta Tagliabue, es partidaria de compaginar el uso de este noble material con otros como el hormigón. Cree que también hoy en día hay mucha más oferta de madera laminada que tiempo atrás y que eso conlleva que tenga mejores precios. Aprovechó su participación para proponer una mayor investigación en el uso de madera tratada para exteriores, con el fin de potenciar su uso y posibilidades en el mercado.
Por su parte, José Antonio Tenorio, científico del Instituto Eduardo Torroja del CSIC es de la opinión de que «la madera encuentra su sitio en el edificio donde tiene que encontrarlo», convencidísimo de que debe convivir con otros materiales como el hormigón. Tiene claro que su futuro va a ir por un uso cada vez mayor, por criterios de sostenibilidad, al contribuir a reducir la huella de carbono de los edificios. Concluyendo, Tenorio asegura que surgirán para la madera “muchas oportunidades y posibilidades». El ponente se preguntó por qué cuando se hace una estructura trasventilada en España (muro cortina) se realiza la construcción en metal en vez de madera. La solución para él está en romper este tipo de barreras con la investigación y el desarrollo tecnológico. Eso permitirá la convivencia normal de la madera con otros materiales en la edificación.
Para este experto es evidente que la madera hoy «no es la que usaban nuestros abuelos, sino que se trata de un producto muy tecnológico con el que casi se puede hacer cualquier cosa, lo cual hace tiempo era impensable».
El presidente ejecutivo de Onesta, Francisco José Espejo, opina que “el uso de la madera conviviendo con otros materiales irá creciendo», al igual que cree que, poco a poco, «con toda seguridad, se irá investigando sobre nuevos usos y soluciones”, aunque prefirió no arriesgarse a dar plazos.
Una creciente presencia de la madera que ha compartida García Malo. Según precisó, en su empresa están usando fundamentalmente la madera en zonas de costa, porque “lo percibe mejor el cliente extranjero”. Sin embargo, «es algo que va a ir viniendo solo, y más rápido de lo que pensamos», aludiendo tanto a razones económicas como de sostenibilidad.
José Antonio Tenorio considera que cada vez hay una mayor aceptación del mercado en el uso de la madera, apuntado que hace pocos meses se ha instalado una fachada totalmente de madera en un edificio alto de Madrid. De su lado, Benedetta añadió el valor añadido de las «cuestiones de gusto”, que hoy favorecen a este noble material.
Ante la pregunta sobre si desde la políticas públicas de Europa se está haciendo algo en favor del uso de la madera en la construcción de edificios o solo hay buenas intenciones, Espejo expuso que al no tener todos los países desarrollada por igual esta industria, la implantación de la normativa tiene que ser distinta. Y puso como ejemplo el hecho de que Francia exista la obligación de utilizar hasta un 50% de los materiales de origen orgánico o vegetal en edificios públicos, una corriente que en su opinión «viene y no va a parar, es algo que está ocurriendo ya».
Coincidió de pleno García Malo. Para él es evidente que “la Administración se está involucrando cada vez más». Mientras, Tenorio precisó que «cuanta más regulación haya es peor« y no entiende que se obligue a usar un determinado material en un porcentaje, postulándose a favor solo de reglas generales y a «medir adecuadamente».
Por último, Cabrero tiene muy claro que la madera «no necesita una discriminación positiva porque es competitiva en sí misma. Hay que usarla donde y como se debe».