Empresa de gran actividad exportadora, Torinco, S.L. ha trabajado muy duro para alcanzar para su ventana de madera la etiqueta de ecoeficiencia energética.
Esta etiqueta clasifica energéticamente los productos, desde la A hasta la G. Torinco ha obtenido la Clase A, lo cual certifica la excelencia de su ventana, tanto por su eficiencia en uso como por requerir un mínimo de energía para su fabricación. En números, esto se traduce en una ganancia energética de 3 KW/año m2. «Con nuestra ventana, nosotros no generamos pérdida de energía, sino que la ganamos -apunta Javier Torrero, Gerente de Torinco, S.L.-. Si a esto añadimos que el cerramiento es de madera con certificado PEFC (material ecológico por antonomasia), pensamos que estamos ante un producto medioambientalmente selecto».
A la magnífica carpintería de madera que Torinco viene realizando en los últimos años, ha habido que introducirle una serie de modificaciones en la perfilería e incorporarle unos vidrios específicos para alcanzar la clase energética A; todo ello especialmente pensado para el mercado anglosajón, para el cual ha sido homologado este magnífico producto español.
«El proceso de certificación, realizado por la British Fenestration Rating Council, no ha sido sencillo ni breve -explica Lorenzo Nadales, Director Comercial de Torinco, S.L.-. Superada una preauditoría formal en el Reino Unido (único país europeo donde está vigente en la actualidad la etiqueta de eficiencia energética en ventanas), los componentes estructurales de nuestra ventana se sometieron y superaron la posterior auditoría técnica, que ha consistido en una rigurosa inspección del sistema de producción (sencilla para quienes ya contamos con el Certificado de Calidad ISO 9001 y con el Marcado CE) y, lógicamente, en un exhaustivo control de la documentación».
Hace ya doce años que Torinco, S.L., fruto de su vocación de mejora continua, implantó en su fábrica de San Pedro Abad (Córdoba) un sistema de control de calidad según la Norma UNE-EN-ISO 9001 y posteriormente un sistema de gestión medioambiental según la NORMA UNE-EN-ISO 14001.
Asimismo, la prestigiosa firma andaluza está certificada con el sistema PEFC de certificación de cadena de custodia, lo que garantiza que la madera que emplea para fabricar sus productos proviene de una gestión forestal sostenible. También fue la primera empresa española que homologó una ventana resistente al fuego durante 60 minutos y una ventana con alto índice de aislamiento al ruido aéreo. Algo difícil de alcanzar si no se realiza un control exhaustivo del sistema de producción y una línea de fabricación completamente automatizada.
«El proyecto europeo 20-20, basado en la reducción de la factura energética de la Unión en un 20% y en el incremento del uso de las energías alternativas en otro 20%, nos anima ahora a continuar investigando e innovando -señala Javier Torrero-. La madera, que en sí misma retiene CO2, aporta en este sentido muchas soluciones técnicas.»
El paso dado por Torinco supone que la firma cordobesa continúa en la vanguardia del sector del cerramiento, sin perder el tren de la competitividad y aportando a sus clientes (arquitectos, ingenieros, prescriptores…) soluciones distintas a las convencionales, que persiguen mejorar la calidad en la edificación y alcanzar un hábitat más saludables, dentro de unos costes razonables.
«Animo a los fabricantes españoles de ventanas de madera a seguir el camino de la eficiencia energética, porque es ahí donde podremos diferenciarnos con holgura de nuestros competidores más directos, que no son otros que los fabricantes de cerramientos de pvc y aluminio -afirma el gerente de Torinco, S.L.-. La envolvente de los edificios admitirá en Europa una transmitancia térmica cada vez más reducida; ahora cabe esperar que también en España se actualice el Código Técnico de la Edificación en este sentido, porque podemos y debemos ahorrar energía. No es lógico que aquí todavía manejemos la horquilla 5,7 a 3,5 W/m2K, mientras países como Italia marcan un valor U máximo de 1,6 y Alemania, que ya exige el 1,1, viva una auténtica revolución industrial porque quieren llegar en el 2012 al 0,9 y a 0,8 en el 2015.
La madera es, pues, además del material más noble y hermoso, el que mejor cumple con las citadas exigencias técnicas, tanto con frío como con calor», concluye Javier Torrero.