Se utilizan diferentes tipos de maderas tropicales certificadas por la FSC importadas de Asia suroriental y que ya han pasado un proceso de secado antes de llegar a WWP para su mecanizado. Los clientes de WWP son en su mayoría de Europa Occidental y exigen alta calidad por la que están dispuestos a pagar un precio justo.
La amplia área empresarial de WWP en el polígono industrial de la pequeña ciudad se creó en 1995. Tan joven como la empresa son también sus dos gerentes: Tom Witvoet y Rik Laan. Ambos cuentan con una formación comercial, por lo que su forma de pensar y actuar está marcada por el marketing. Observando bien las necesidades de los clientes, este dúo de directivos dinámicos siempre orientó consecuentemente su estrategia a las necesidades de fuera, ajustándola cuando hacía falta. A este principio obedece también la tecnología de fabricación. «Para que el éxito sea sostenible, la empresa debe mantener un alto nivel en todos los campos, empezando por la calidad de la madera adquirida y llegando a las máquinas con las que fabricamos nuestra mercancía semiacabada», comenta Tom Witvoet.
Ya poco después de la constitución de la empresa, WWP tuvo que reconocer que las instalaciones de producción inicialmente adquiridas no tenían la calidad adecuada para poder posicionarse en la cima del mercado. Así que se buscó un fabricante que podía convencer tanto por su tecnología como por su profundidad de oferta y la capacidad de ofertar soluciones individuales.
«En la búsqueda uno se topa inevitablemente con Weinig», aclara el gerente en su retrospectiva. Ya en el primer contacto con el representante holandés De Groot se cimentó la buena relación de negocios. WWP decidió invertir en una cepilladora automática de Weinig. La alta fiabilidad de la máquina así como la calidad de los productos fabricados convencieron a la primera y aportaron progresos notables. «A partir de ese momento, pudimos planificar con más seguridad, calcular mejor y pudimos reaccionar incluso ante unos plazos de entrega muy cortos», resume Tom Witvoet.
Entretanto, los negocios iban bien para WWP, mientras que el mercado se volvía aún más exigente. Cuando se lanzó la nueva generación de la Powermat, WWP reconoció su oportunidad de adaptar su producción a las condiciones de competición agravadas. La decisión recayó en una Powermat 500 con sierra de 50 PS en el eje trasero como equipamiento adicional. El argumento más importante para la inversión fue el sistema de herramientas PowerLock recién desarrollado que con mayor número de revoluciones facilitaba la misma calidad de superficies, permitiendo un claro aumento de la velocidad de avance.
Adicionalmente, el cambio de herramientas pulsando un botón permitió reducir considerablemente los tiempos de ajuste. Así se logró tanto aumentar notablemente la productividad como seguir optimizando la calidad del producto.
No obstante y calculando fríamente, WWP quería más, procurando elevar el valor añadido y la flexibilidad al más alto nivel mediante el ennoblecimiento de la madera.
También en ese proyecto la empresa encontró lo que buscaba en el proveedor de soluciones integrales Weinig. La tecnología de ensamble tipo finger joint pareció especialmente adecuada para sacar más provecho de la madera bruta. «Trabajamos con un material valioso. Cualquier desperdicio es una pérdida inmensa», describe Tom Witvoet la situación inicial. La implantación de los pasos de proceso de ensamble tipo finger joint y encolado cambiaron radicalmente su situación. Desde entonces, WWP puede fabricar casi cualquier longitud deseada con alta calidad a partir de unas piezas cortas, satisfaciendo casi cualquier pedido individual. Simultáneamente, se han podido reducir los desechos considerablemente.
Actualmente WWP no sólo dispone de una prensa encoladora de alta frecuencia, sino desde hace poco también de la segunda generación de los equipos de ensamble tipo finger joint, una Ultra Turbo S. «Adquiriendo esta tecnología, hemos obtenido una clara ventaja frente a nuestros competidores», afirma el gerente. Desempeñan un papel fundamental el rendimiento de los equipos por un lado y la integración eficaz en el proceso por el otro. No por último debido a las nuevas máquinas, la empresa ha podido ampliar su gama de productos por longitudes de hasta 7 metros. Además, esta solución se acopla perfectamente a la situación logística especial de la empresa. Tom Witvoet: «El suministro de madera desde el Lejano Oriente tiene un plazo de entrega de varios meses. Antiguamente tuvimos que mantener un almacén gigantesco para poder hacer frente a los pedidos con la mayor rapidez. Hoy día somos independientes de las dimensiones de la madera actualmente en stock, pudiendo entregar justo a tiempo casi cualquier longitud en cualquier cantidad.
WWP se ha vuelto atractivo para más fabricantes de puertas, consolidando así su participación en el mercado. Tom Witvoet considera plenamente justificados los altos costes de inversión en un concepto integral que además incluye una solución de corte de Weinig. «El cliente no acepta un no por respuesta y nuestra ventaja diferencial radica en realizar lo que desea. Para eso necesitamos tecnologías innovadoras. Y al ser posible de un proveedor como Weinig que dispone de la competencia necesaria y ofrece todo de una sola mano.» Considera que el ennoblecimiento de la madera ofrece un potencial importante para su empresa. «Con los precios de la materia prima en continuo ascenso y un mercado más bien estancado, el futuro consiste en el aumento del valor añadido», dice el gerente de WWP. De sus socios exige que mantengan abierta esa vía, que es otra razón por la que se siente muy a gusto al haberse decidido por Weinig. Tom Witvoet: «Nosotros seguimos avanzando con nuestro mercado. Con Weinig encontraremos una respuesta adecuada para cada tarea nueva.