Existen muchas soluciones para hacer un cerramiento. Estamos acostumbrados a ver ventanas de aluminio (45% del mercado español), ventanas de PVC (40% y subiendo) y ventanas de madera (15%). Según ASEFAVE (Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas), la ventana de madera ocupa tan solo el 8% del mercado español de los cerramientos.
“La ventana de madera se mueve en un rango de precio más elevado que las demás -observa Jaime Jurjo, técnico comercial de MACO Herrajes-. Para vender algo de alta gama, hay que ofrecer prestaciones. Tanto daño han hecho a la ventana de madera el aluminio y el PVC como las ventanas de madera mal hechas, mal barnizadas y mal instaladas, con muy poquito herraje, gomas muy malas…”.
Todos conocemos aquel tipo de ventana, que desanimó a muchísimas personas a volver a apostar por la ventana de madera, “porque daba muchos problemas”.
Según ASEFAVE, la ventana de madera ocupa tan solo el 8% del mercado español de los cerramientos
Una buena ventana de madera depende de la correcta selección de la madera, del buen diseño y mecanizado del perfil, de la aplicación del barniz adecuado, del vidrio (que es común a todas las ventanas), del herraje y de una instalación profesional en obra del conjunto de estos elementos, que son los que componen el cerramiento.
MACO DA VALOR A LA VENTANA
MACO da valor a la ventana con sus herrajes.
“Para hacer una ventana excelente, con alto valor añadido, hay que buscar la diferenciación -afirma Jaime Jurjo-. Una diferenciación por arriba, no por abajo”. MACO ofrece al fabricante de ventanas de madera soluciones para alcanzar esa diferenciación. Por ejemplo, sus herrajes para 220 Kg.; indicados para ventanas con triple vidrio, grandes secciones y dimensiones extremas. “Este tipo de ventana no se podría hacer con aluminio, por el peso, y tampoco en PVC, por sus medidas: No es posible fabricar una ventana de PVC de 1.800 x 2.800 mm.”
En la pasada edición de la feria FENTERBAU, en Nüremberg, el visitante pudo contemplar ventanas de 2,5 x 3 metros, de 250 kg, ó ventanas de dos hojas de 2,5 x 2,5 metros. Ambas en madera.
Otra solución de MACO que ayuda al fabricante de ventanas de madera a diferenciarse en el mercado es la “Apertura Konfort”, que permite poner la manilla en el larguero horizontal inferior. Una alternativa para las personas que no pueden acceder a la altura normal de la manilla, pero sí al larguero horizontal.
Por supuesto, los cerramientos de madera combinan perfectamente con la apertura doble oscilobatiente. También con la micro ventilación, manteinedo en todo momento la clase de resistencia 2.
También es posible fabricar con madera ventanas con herraje oculto, y con la manilla oculta. Mostrando a la vista unas ventanas completamente planas.
“Debemos quitarnos de la cabeza los sensores de alarma o de calefacción añadidos sobre los propios perfiles de la ventana -opina Jaime Jurjo-; son anti estéticos, y existen soluciones de este tipo para colocar en el propio herraje, que funcionan con cable o con wifi”.
También otorga gran valor a la ventana la seguridad. Aquí los herrajes son fudamentales.
“En España existen 694 empresas de vigilancia y 70.000 profesionales vigilantes, en un negocio que mueve más de 3.000 millones de euros cada año -expone el representante de MACO Herrajes-. La ventana es una parte vulnerable de la fachada (según las compañías de seguros, el 68% de las entradas a las viviendas se hacen forzando una ventana). Los fabricantes de ventanas de madera no deben dejar de lado este aspecto tan importante del cerramiento, porque además es sencillo sumarle estas prestaciones, mediante bulones de seguridad que giran y se auto regulan, generando en la ventana un cierre perimetral completo, con clase de resistencia 2, concediendo además que la apertura y cierre sigan siendo suaves”.
Por último, MACO ayuda al fabricante de ventanas de madera a hacer un producto diferente y mejor, desarrollando soluciones contra la corrosión. TRICOAT es un acabado para el herraje de acero, que suma tres baños con componentes especiales al zincado inicial, para aguantar 1.000 horas de niebla salina, que es lo máximo que se puede testar en un laboratorio. Generando herrajes para ventanas próximas a la costa, saunas o piscinas climatizadas, entre otros espacios con alto riesgo de oxidación.