Así, en las habitaciones lacadas que hace, por ejemplo, coloca tiradores con las iniciales del niño o la niña; las puertas tienen algún detalle propio y personalizado y el gusto al cliente es lo que prioriza en un trabajo.
Su servicio es, además, integral en base a la madera. Desde puertas, armarios o colocación del parquet. En esta empresa se hace todo lo que les pide. “Lo que me demanda realmente el cliente es que el trabajo esté bien hecho, que sea de calidad”, afirma, plenamente convencido de que “hay faena para quien trabaja bien, porque la gente está muy cansada de chapuzas”.
“En el mercado ha de estar quien realiza un buen trabajo”, apostilla tras incidir en que, si bien antes el trabajo del ebanista se centraba más en maderas macizas, hoy en día las melamina ha mejorado mucho y se pide cada vez más.