La madera es, sin duda, un aliado en el medio ambiente. Por eso lo mejor que puedes hacer en tu hogar es utilizar muebles de madera, siempre que se hayan obtenido de manera sostenible claro está. Y es que la madera es un material biodegradable, que crece de forma natural – es decir, su producción no implica la emisión de sustancias nocivas para la atmósfera – y además es un excelente aislante energético. Efectivamente, la madera permite consumir menos energía en casa, pero de poco sirve si los precios que pagas por tu consumo son altos.
¿NECESITO CAMBIAR MI TARIFA?
Uno de los motivos por los que la madera es el aliado perfecto para pagar menos es por su poder aislante de la temperatura, lo que a la postre permite ahorrar energía porque no hay pérdidas. El ahorro no se notará nada si el precio es alto, por eso es conveniente cambiar de tarifa. Una de las modalidades que te permiten hacerlo son las tarifas con el precio de la luz por horas. A este tipo de modalidad de tarifa de luz se conoce como de discriminación horaria y suele contar con dos o tres precios de la luz al día, de manera que dependiendo de la hora que sea se pagará un precio u otro. Para más información sobre el precio de la luz por horas, puedes hacer click aquí.
En cualquier caso, antes de contratar cualquier tarifa, tienes que comprobar si antes tienes que subir la potencia contratada. Este tipo de trámite se debe efectuar si piensas que tus hábitos de consumo van a aumentar, si por ejemplo vas a necesitar poner una lavadora o secadora a la vez de forma habitual mientras cocinas y tu potencia no puede abarcar con todo eso, tendrás que subir la potencia contratada de la luz. Obviamente subir la potencia contratada tiene un coste; por este, este es regulado, por lo que pagarás lo mismo sin importar cuál sea tu comercializadora.
IDEAS PARA CUIDAR TUS MUEBLES
Si los precios de la luz te acompañan y los muebles permiten el ahorro de energía (puedes descubrir aquí porque la madera es uno de los mejores aislantes térmicos), solo queda que los cuides de la mejor manera posible para que tengan una máxima durabilidad. Afortunadamente los muebles de madera no requieren demasiados cuidados pero eso no quiere decir que no tengamos que hacer nada.
Sin duda, la mejor manera de limpiarlos es con un paño seco; de esta forma te aseguras de que no haya polvo. No es necesario ni añadir agua ni elementos como el amoniaco; de hecho, este último es bastante desaconsejable, ya que el amoniaco hace que se pierda el color.
Es imprescindible proteger a los muebles del sol y la humedad. Tampoco hay que ponerlos cerca de una fuente de calor, ya que podría acabar quemándose. Igualmente es necesario que no esté muy en contacto con un aparato de aire acondicionado, ya que así se podría también deteriorar.