Los propietarios forestales avisan de que se nos está acabando el tiempo. Las sequías son cada vez más prolongadas, las temperaturas cada vez más elevadas, el abandono del monte aumenta y el riesgo de grandes incendios forestales más alto y peligroso. La política que se hace en estos momentos no mira al futuro en la escala forestal. Es decir, a 25 años. Y vamos a sufrir las consecuencias. Como soluciones más acuciantes: cambiar la legislación en materia de fiscalidad, incentivar la actividad forestal y las agrupaciones, modificar el catastro, promover los productos forestales y favorecer la rentabilidad de los montes a través del aprovechamiento de los recursos naturales y los servicios ambientales. La clave está en actuar para no perder más.
En el pasado Congreso Nacional de la Propiedad Forestal ya se enumeraron todas las carencias del sector forestal: falta de rentabilidad, de incentivos y apoyos a la actividad, una fiscalidad que más que nada anima al inmovilismo, un catastro muy desactualizado, despoblación rural, falta de integración de políticas agrarias en las territoriales y ambientales. En definitiva, falta de cultura forestal con todo lo que eso conlleva.
Por eso, COSE, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, es decir, los propietarios forestales, reunidos la semana pasada en Álava para celebrar su Asamblea Anual, cada vez es más contundente. Necesitamos medidas incentivadoras e inversión para la Gestión Forestal Sostenible y frenar el creciente abandono. Gestión activa y movilización de los recursos forestales, es la clave para prevenir incendios, mitigar el cambio climático y la despoblación. En pocas palabras: lograr que el monte sea un motor económico para su propia supervivencia y conservación. Los beneficios serán una realidad en unos años desde el punto de vista ambiental, económico, social y de biodiversidad. Las administraciones tienen la llave, los selvicultores el compromiso. De todos es la responsabilidad.
A nivel europeo, los selvicultores acogen con satisfacción la modificación de la Directiva de Energías Renovables Red III aprobada el pasado 30 de marzo de 2023, en la que se ha eliminado la definición de “biomasa forestal primaria” (que hubiera implicado que prácticamente la totalidad de las biomasas que se valorizan en España no fueran elegibles para la generación de energía eléctrica) y no se va a regular el uso en cascada de la biomasa.
Aunque manifiestan preocupación por otros temas, entre los que destacamos el Reglamento sobre Deforestación y Degradación Forestal en cuanto a la definición de “degradación forestal” a la hora de evaluar el impacto real sobre el territorio. En el Reglamento para establecer un marco voluntario para la Certificación de la UE de las Absorciones de Dióxido de Carbono no se tienen en cuenta las buenas prácticas existentes, que ya se hacen para los sumideros de carbono. El Reglamento da por obtenidas unas absorciones que han sido fruto del esfuerzo del selvicultor y que están en peligro por los grandes incendios y el cambio climático. El abandono de la gestión forestal implica grandes emisiones de CO2, por incendios y otras catástrofes y esto debe ser considerado.
Y en cuanto al Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, COSE pide que se haga atendiendo a criterios técnicos, científicos y económicos, con la participación de los selvicultores y gestores del territorio y dotando una financiación adecuada para llevarlo a cabo.
En los próximos meses, una delegación de esta Confederación se pondrá en contacto con los diferentes partidos políticos con representación en el Parlamento Nacional para explicarles y concienciar de la situación realmente complicada a la que vamos sin solución de continuidad. Los ejes del discurso serán estos:
- Una fiscalidad adaptada a la producción forestal que incentive la gestión forestal y la profesionalización
- Articular un mecanismo para compensar las externalidades positivas de los bosques (contemplados en varios artículos de nuestra legislación básica)
- Llevar a cabo una campaña de comunicación relevante de alcance nacional, que traslade a la sociedad la importancia de la gestión forestal sostenible, frene la pérdida de conocimiento y fomente la cultura forestal
- Priorizar medidas del Plan Forestal Español para su implementación en este periodo atendiendo a las necesidades más imperiosas
- Garantizar un porcentaje de intervenciones forestales y presupuesto suficiente dentro del PEPAC (Plan Estratégico de la PAC)
- Disponer de una Estadística Oficial de precios de venta de créditos de CO2 en el mercado voluntario de absorciones.
- Una correcta participación y gobernanza en el desarrollo normativo en materia forestal que garantice una seguridad jurídica y viabilidad económica de los montes, para evitar el abandono y el deterioro de las masas forestales.
En general, sin un compromiso social, político y presupuestario a largo plazo para ejecutar una gestión forestal activa y continuada en el tiempo, seguiremos poniendo parches a problemas emergentes, pero estaremos muy lejos de la solución real, hasta que llegue un punto en que la situación sea irreversible.