“Es hora de alcanzar un gran Pacto de Estado por los Bosques que preste la atención que se merece el 55% de nuestro territorio. Hay que poner en valor todo su potencial de creación de empleo verde, lucha contra el cambio climático y la erosión. Que cuide el paisaje y la biodiversidad y sea suministro de biomateriales reduciendo el riesgo de incendios”. Esa es la principal conclusión a la que se llegó en el primer webinar de la Asociación Española de Municipios de Montaña, “La gestión forestal como herramienta para superar el reto demográfico”.
Una idea en la que hizo hincapié Paco Bayona, presidente de EsMontañas, “tenemos una idea clara: la trascendencia vital de la gestión territorial que hemos perdido en los últimos tiempos. En este otoño tenemos una buena oportunidad para intentar marcar una cita en el discurso político. La ministra anunció un cambio en el marco legal de los pequeños municipios, y debemos intentar encontrar una vía para el pago por los servicios ambientales. Vamos a ver qué da de sí y vamos a estar presentes en las mesas de diálogo y negociación. No debemos dejar de pasar esta oportunidad para que en este debate entre el tema de los bosques y de la gestión forestal”.
La webinar estuvo moderada por Marta Corella, coordinadora de la Comisión de Municipios Forestales y alcaldesa de Orea (Guadalajara), quien dejó claro que la gestión forestar no significa “arrasar nuestros bosques”. “Si no hay un territorio vivo, un territorio con músculos, va a ser muy complejo poder afrontar los retos de futuro y poder ofrecer al conjunto de la sociedad todos esos recursos necesarios para afrontar el reto del cambio climático”, aclaró.
En el debate participaron Eduardo Rojas, decano de Ingenieros del Colegio de Montes; Juan Picos, director Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra – Universidad de Vigo y Marc Castellnou, jefe del Grupo de Actuación Forestal de los Bomberos de la Generalitat.
GESTIÓN FORESTAL
Durante su intervención, Picos explicó la evolución de la población gallega en los últimos 20 años para mostrar las desigualdades en diferentes poblaciones, incluyendo el parámetro de cuánto contribuye la madera al PIB per cápita.
“Lo que podemos ver con ello es que en sitios en los que se está vendiendo madera no están siendo siendo capaces de parar la despoblación”. Ante tal hecho puntualizó que “la gestión forestal es básica en los sitios donde hay despoblación, pero por si misma no es capaz de minorar ese problema”.
“La gestión forestal es básica en los sitios donde hay despoblación, pero por si misma no es capaz de minorar ese problema”
Picos informó de que en Galicia la mayor parte de los montes son privados y de comunidades de vecinos. “En áreas de despoblación esas comunidades de montes deberían jugar un papel fundamental. Si somos capaces de generar rentas en esas comunidades también lograremos asentar población -apostilló-, el objetivo de la selvicultura no son los árboles, sino la gente”.
Por su parte, Eduardo Rojas centró su intervención en los grandes retos que tenía por delante el espacio forestal. No eran otros que la despoblación, los incendios, el cambio climático, el tema del agua y la biodiversidad.
“Hay que empoderar a la población local. Eso permitirá que se reduzcan los incendios al haber menos conflictos y una mayor gestión. La carga burocrática es tal que muchas de las personas que inician una actividad en el mundo rural lo abandonan nada más empezar. En el mundo urbano es más sencillo”, destacó.
INCENDIOS
Marc Castellnou fue el encargado de hablar de los incendios forestales. Un tema que preocupa mucho a la sociedad. Y es que el cambio climático está dirigiendo las nuevas generaciones de incendios, que son muchos más rápidos y más intensos. “Tenemos un bosque que no está adaptado al clima que se está generando, mucho más cálido, tiene más parte de su copa muerta y más combustible posible para los incendios”, afirmó el jefe del Grupo de Actuación Forestal de los Bomberos de la Generalitat de Catalunya. «Las zonas con más problemas en cuanto a los incendios son las más despobladas, pero no debemos olvidarnos tampoco de las consecuencias del cambio climático”, añadió.
Castellnou recordó que la inversión en materia de extinción de incendios forestales en España es alta, pero lo que es necesario es una gestión forestal de nuestros montes. “No hay sistemas de extinción más potentes que el norteamericano o australiano y los dos han fracasado. Es momento de aceptarlo y de entender que es lo que hay que hacer para preservar y proteger en el día de mañana”, apuntó.
“Estos grandes incendios tienen dependencia climática. Para los grandes incendios no tenemos capacidad de extinción, esa capacidad está empezando a fracasar paso a paso. La única solución a ese cambio es hacer trabajos y labores forestales. El sistema de extinción quiere proponer que el sector primario entre a formar parte del sector de los servicios. El agricultor más allá del producto que genera, hace una estructura que reduce el riesgo de incendios forestales. Tendríamos que empezar a computar el impacto de esa gestión del territorio sobre esos incendios forestales. La extinción de incendios nos está solicitando que gestiones el territorio”, concluyó.
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