Francisco Carreño, presidente de COSE -Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España- y de PROFOMUR -Asociación de Propietarios Forestales de Murcia-, ha participado en la jornada “La biomasa ante la década 2020-2030”, organizada por APPA -Asociación de Empresas de Energías Renovables y UNION POR LA BIOMASA; el foro creado por quienes producen el recurso energético, en GENERA 2020, la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente, que se celebra estos días en Madrid.
“Trabajamos por que se desarrolle la biomasa en España -destacó Margarita de Gregorio, Directora de APPA-. Estamos muy ilusionados ante esta nueva década, que da entrada a una bioeconomía circular, que integra a la industria con la generación de energía y la captura de CO2”.
En opinión de Francisco Carreño, “la biomasa forestal es el estímulo para gestionar montes deficitarios y atender la emergencia climática. Contribuye a reducir el riesgo de incendios, a la descontaminación atmosférica por absorción de CO2, y es clave en la descarbonización de la economía”.
MURCIA, TERRITORIO FORESTAL SINGULAR
Mucha gente desconoce que en Murcia hay monte. Una tierra frágil, extrema (menos de 300 litros / año). A pesar de eso, con una riqueza forestal interesante (el 45% del territorio de la región y 300.000 Ha. arboladas; 200.000 de ellas privadas).
Frontera con el desierto, Murcia ofrece una respuesta a la reivindicación social de reaccionar frente a la emergencia climática, con unas masas forestales que generan cantidad y calidad de bienes y servicios, tangibles e intangibles, en condiciones extremas. Zona de gran biodiversidad, garante del ciclo del agua y biombo frente a la erosión.
Casi todo el output que produce el sector forestal murciano (93%) son bienes que no pasan por el mercado (aire, agua, paisaje, ocio…), pero que cobran relevancia creciente, debido a la emergencia climática. Y se regalan a la sociedad.
Con todo, Murcia es una región eminentemente agrícola. Activar una medida forestal es casi un milagro.
UN INTENTO DE GESTIONAR, A TRAVÉS DE LA BIOMASA
La biomasa abre un campo enorme a las explotaciones agroforestales murcianas. Al aprovechamiento de sus leñosos (70.000 Ha. de almendros y 20.000 Ha. de viñedos) y por supuesto de sus masas forestales.
“La biomasa no es ningún residuo sino el estímulo para gestionar”, defendió ante más de un centenar de oyentes Francisco Carreño.
El retorno inmediato no existe para el propietario forestal. La biomasa puede contribuir, junto con una ayuda agroambiental (el 85% de la inversión) a mejorar su capital y el estado y la situación del monte.
Murcia se ha sumado recientemente al aprovechamiento de la biomasa forestal con una estrategia que conecta a la administración con empresas, propietarios de terrenos y asociaciones para un objetivo común: Convertir en energía renovable las podas agrícolas y forestales.
“Todo esto sería imposible sin el movimiento asociativo -remarcó el presidente de COSE y PROFOMUR-. Hemos hecho coincidir las ayudas forestales con otro hito, que ha sido conseguir un grupo operativo, en una región donde estas decisiones las toman ingenieros agrónomos, más una partida de 200.000€ para poner en marcha una planta de gestión de biomasa”.
Con la gestión se dobla prácticamente la fijación de CO2, argumento clave para justificar las ayudas europeas. En Murcia no es necesario reforestar. La superficie forestal aumenta año a año. “Lo importante es cuidar lo que tenemos. Gestionarlo y darle valor”.