Dentro del Encuentro organizado por la Fundación ARUME, que ha llevado por título “Pinos ‘21: Conectando Monte y Mercado”, se celebró una mesa temática llamada “Micología y pino, la simbiosis”, moderado por Patricia Gómez, gerente de COSE , la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España.
Patricia Gómez ha recordado que las setas son un recurso más del monte que están cobrando una especial relevancia. “Las setas se han puesto de moda. Por un lado eso está bien, pero también conlleva una fuerte presión sobre el entorno natural y hay que hacerlo de forma regulada; cumpliendo siempre una serie de normas”.
La gerente de COSE inició su intervención aclarando «de quién son las setas», aclarando que el titular del monte es el propietario de los recursos forestales allí producidos. Algo que viene reconocido en la Ley de Montes.
Galicia revisó en el año 2020 su decreto regulador sobre el aprovechamiento micológico. En el mismo se reconoce el derecho de los titulares de los montes para regularse el aprovechamiento mediante un acotado.
En Galicia se establecen tres tipos de uso: el autoconsumo con dos kilos por persona y día; el comercial que se puede recoger más de dos kilos por persona y día y se requiere de una autorización; y el científico que permite cinco ejemplares por especie y persona, la recolecta debe estar acreditada.
La producción media de 45 kilos por hectárea y año, hay unas 55 especies reconocidas que son las que se recolectan. La recolección de las setas en los montes gallegos se suelen hacer en pinares y sobre todo es de boletus, níscalos y cantarelas.
“Falta mucho por implementarse, hay pocos acotados micológicos, pero es una manera de controlar la carga recolectora en los montes”, concluyó Patricia Gómez, quien añadió que también hay que «divulgar unas buenas prácticas en la recolección”.
Antonio Rigueiro, catedrático de Botánica de la Universidad de Santiago de Compostela, apuntó que en “todos los pinares la producción micológica puede ser importante, ya que hay varias especies que viven en estos bosques”. E hizo un recorrido por los distintos tipos de setas que pueden encontrarse en los montes gallegos.
Un recurso que es muy importante para el mundo rural gallego y también para su gastronomía, tal y como indicó Julián Alonso, presidente de la Sociedade Micolóxica Lucus. “A partir de los 70, ya los restaurantes empezaron a hacer jornadas micológicas, y actualmente es un recurso gastronómico muy apreciado, utilizado por muchos restauradores y se le está dando la importancia que antes no se le daba”.
Además, opina, “la micología es una gran oportunidad, pero los retos actuales pasan por lograr una mayor y mejor gestión del recurso”.
Para terminar, Esteban Sinde, CRIO de Hifas da Terra S.L, comentó que llevan 22 años investigando cepas de hongos con una micoteca de 300 variedades. Recordando que “falta entramado comercial” y que el modelo de ordenación “más importante” en España es el de Castilla y León.