El 23 de noviembre se celebró en Madrid la 32ª Asamblea General de PEFC España, en la que se informó de la situación actual y los avances de la certificación forestal PEFC. La nueva estructura de la organización dará respuesta a los retos y oportunidades del sector forestal, gracias a la ampliación de la base social de la organización, de acuerdo con los nuevos estatutos aprobados en la anterior Asamblea General.
Los miembros de la Asamblea General eligieron los nuevos cargos de la Junta Directiva de PEFC España, que constituirán el Comité Ejecutivo con la siguiente composición: Francisco Carreño, Presidente de COSE, representando a la propiedad privada; María Dolores Gotarredonda, Jefa de Departamento de Planes de Ordenación y Aprovechamientos, en el Servicio de Gestión Forestal Sostenible de la Junta de Andalucía, representando a la propiedad y gestión pública; Arantza Pérez Oleaga, Directora forestal de Aspapel, representando a la industria; Enrique Valero, Presidente de PEFC Galicia, representando a las asociaciones regionales promotoras de la certificación forestal PEFC y Pablo Sabín, CEO de Cesefor, representando a las organizaciones y otros sectores.
Se destacó la labor de los 65.461 selvicultores, gestores y propietarios forestales que gestionan de forma sostenible bajo los criterios del certificado PEFC más de 2,7 millones de hectáreas de monte, así como las 1.730 empresas comprometidas con la certificación forestal y que ofrecen productos sostenibles y respetuosos con los bosques.
LA MEDICIÓN DE LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS
Tras la Asamblea General se dio paso a una nueva edición del Foro de Diálogo PEFC bajo el tema “Soluciones basadas en la naturaleza y adicionalidad: el reto de medir el impacto positivo de la gestión forestal sostenible”. Los intervinientes del foro pusieron en común las diferentes iniciativas llevadas a cabo desde la propiedad forestal privada, las administraciones públicas y las empresas y organizaciones. Coincidieron en que algunos de los retos a los que se enfrentará el sector forestal en el futuro serán la gestión del agua, la digitalización, la formación a jóvenes para mejorar la empleabilidad y apostar por una comunicación más efectiva que llegue a la sociedad.
En este espacio de debate participaron representantes de diferentes gobiernos autonómicos como el Gobierno de Aragón, Junta de Castilla y León, Gobierno de Cantabria, Comunidad de Madrid, Junta de Andalucía, Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, Generalitat de Cataluña, Junta de Extremadura y Gobierno de la Región de Murcia, así como empresas y organizaciones como Axencia Galega da Industria Forestal, Aspapel, Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya, Cesefor, COSE, PEFC Catalunya, Baskegur, PEFC Euskadi y PEFC Galicia.
La perspectiva de los propietarios privados incidió en la medición de los valores de la naturaleza a través de herramientas como el sistema PEFC traccionados por la colaboración público-privada para facilitar el acceso al territorio.
Por su parte, las administraciones públicas, remarcaron la necesidad de que los procesos estén simplificados y sean realistas. También incidieron en la puesta en marcha de mediciones de la adicionalidad de los servicios ecosistémicos como valor de la gestión forestal activa y los servicios ecosistémicos, la revalorización del agua como recurso, la creación de sistemas de créditos para los nuevos mercados, la innovación y digitalización del sector y la formación de la juventud para permitir el relevo generacional. Asimismo, se destacó el creciente interés del sector privado por invertir en soluciones basadas en la naturaleza y el impulso del sector forestal, a través de mecanismos de verificación como la certificación forestal, para lograr una transición a modelos económicos sostenibles.
En el último bloque, las empresas y las organizaciones expusieron varias necesidades ligadas a la descarbonización, el uso de los recursos forestales de forma sostenible, el diseño de herramientas de evaluación de impactos de los sistemas de gestión, la digitalización, la tecnología y la fiscalidad verde, necesidades a las que el sector forestal puede dar respuesta de forma eficiente, pues está muy bien valorado por el sector industrial. También resaltaron la importancia de la bioeconomía basada en los productos forestales e impulsada por los sellos que certifican su origen sostenible.