por

COSE presenta en Castilla y Leon el contrato tipo agroalimentario de compraventa de setas

Este contrato servira para regular la comercializacion de los hongos, impulsar la gestion del monte y poner en valor estos recursos, haciendo de ellos un motor economico para las zonas rurales.

La Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) y la Federación Española de Empresarios de Setas y Trufas (FETRUSE) han acordado este modelo de contrato, avalado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA).

 

 

El Salón de Plenos de la Diputación de Zamora acogió el pasado día 23 de febrero una jornada técnico-empresarial, de carácter nacional, en la que se abordó la problemática de la actividad de la recolección y comercialización de las setas silvestres, desde el punto de vista de los propietarios forestales, recolectores, empresas comercializadoras y el sector de la restauración.

 

Al acto, coorganizado por COSE, FETRUSE, Maestres de Cocina y CESEFOR, asistieron los representantes de la cadena de valor del recurso micológico, junto a otros ponentes relacionados con esta actividad, como la Consejería de Sanidad y la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. La Diputación de Zamora, anfitriona de la jornada y promotora del proyecto MICOCYL en la provincia, promueve el aprovechamiento del recurso micológico en los municipios, que con la Junta de Castilla y León y el MAGRAMA patrocinaron la jornada para que se diera el encuentro entre todas las partes y acercar posturas.

 

«Este contrato servirá para regular la comercialización de los hongos, impulsar la gestión del monte y poner en valor estos recursos, haciendo de ellos un motor económico para las zonas rurales-. afirmó Patricia Gómez, gerente de COSE-. Es una herramienta para reflejar el volumen de las transacciones, con el objetivo de favorecer la trasparencia en el mercado de los hongos silvestres. No es una factura, pero refleja una transacción. Al comprador le servirá para justificar su compra, y por tanto su actividad».

 

En el contrato se identifica al vendedor (recolector) y al comprador (comercializadores y restauradores), siendo requisito indispensable la EXISTENCIA DEL PERMISO de recolección otorgado por el propietario o titular del coto o zona de aprovechamiento regulado, como documento acreditativo para realizar la transacción.

 

Queremos que se respete la propiedad privada, que se reconozca al productor, que haya un aprovechamiento ordenado del recurso, que se mejoren las condiciones de higiene, seguridad alimentaria y trazabilidad, evitar daños ambientales y ecológicos, tener una actividad legal y emerger una economía existente.

 

«Es preciso un desarrollo normativo, una base legal, para hacer las cosas bien y cada vez mejor», apuntó Guillermo Fernández Centeno, Subdirector Adjunto de la SG de Silvicultura y Montes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, quien hizo hincapié en recuperar la figura de las lonjas como modelo válido para vertebrar el sector.

 

Urge una regulación fiscal

 

Miguel Segura Just, secretario de FETRUSE, expuso a los asistentes a la jornada la evolución de la reforma tributaria en lo que afecta a la comercialización de los hongos silvestres. «Desde que en 2013 la Dirección General de Tributos dio validez a un modelo de registro de recogida y entrega de setas, iniciamos nuestro decidido camino hacia el contrato tipo agroalimentario, hoy homologado por el MAGRAMA», comentó el ponente.

 

FETRUSE propone a través de la vía del «incremento patrimonial» una alternativa tributaria para los recolectores de setas. «Nadie quiere identificarse, porque nadie quiere pagar tributos -aclaró-.

 

La propuesta consiste en considerar los ingresos procedentes de la venta de productos silvestres o de actividades forestales/selvicultura, por ser en la mayoría de los casos una operación puntual, ocasional e irregular, como un incremento del patrimonio y no como un rendimiento económico y del trabajo ya que se tributaría mucho menos al tener un tipo más bajo.

 

Por otra parte, una exención fiscal para este colectivo en caso de no superar una recaudación total de 6.000 euros anuales también sería una solución.

 

Con un contrato agroalimentario se podría controlar las ganancias patrimoniales obtenidas por las personas como consecuencia de estos aprovechamientos forestales en montes públicos y privados.

 

El sector reclama la definición del perfil fiscal del recolector. Quitar el miedo a una imposición que, en realidad, sería mínima. Diferenciando al profesional de aquel que busca una renta de subsistencia.

 

Miguel Segura está convencido de que «ahora es el momento apropiado, porque el Ministerio de Agricultura ha mostrado interés por esta actividad», y propuso a todos los segmentos profesionales representados en la jornada que se cree una plataforma sectorial para reivindicar una reforma en el sentido antes referido.

 

Las setas, un sector que crece y comienza a regularse

 

La reunión, que incidió en aspectos agroalimentarios, sanitarios y fiscales ligados a la actividad micológica, tiene que ver con el importante movimiento económico que está generando este sector y la necesaria regulación que se está llevando a cabo en el país, tal como revela la homologación por parte del MAGRAMA del contrato tipo de compraventa de hongos silvestres para su comercialización en fresco, que va a regir durante este año 2015.

 

 

 

 

«Las setas son un recurso forestal que es propiedad del propietario del terreno -aseveró Alvaro Picardo, Asesor de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León quien, además, ejerció como moderador de la jornada-. La recolección la puede realizar cualquiera, pero ha de autorizarlo el propietario del monte».

 

Picardo se refirió al RD 9/2015 de higiene de la producción primaria recientemente puesto en vigor, el cual obligará a los recolectores de setas a darse de alta en el REGEPA -Registro General de la Producción Agraria-; como «personas que hacen el acopio de la producción primaria, para ponerla en la cadena de valor». Los recolectores tendrán que comunicarse al menos una vez al año con su Delegación de Agricultura para identificarse y dar a conocer la superficie que explotan. Asimismo, han de cumplir con las obligaciones sobre higiene que marca la ley.

 

A juicio de Alvaro Picardo, «la recolección libre de setas silvestres debería quedar expresamente prohibida, porque impide la trazabilidad y entra en contradicción con el Código Civil y la Ley de Montes que reconoce que pertenecen al propietario de la finca los frutos naturales, entre los que se encuentran las producciones espontáneas de la tierra «.

 

El Capitán Jerónimo Martínez Delgado, en representación del SEPRONA -Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil-, propuso al amplio auditorio del Salón de Plenos de la Diputación de Zamora «regular mejor los puntos de recogida de las setas y establecer un sistema de señalización homologado para este tipo de aprovechamientos».

 

Castilla y León, referente micológico

 

Con 88.000 permisos de recolección expedidos, la actividad micológica mueve 65 millones de euros anuales en la región castellano leonesa. Un 40% de esta cantidad responde a la comercialización de las setas.

 

Soria representa el paradigma en la materia. Su proyecto «Merca Setas» es un mercado novedoso y original, orientado al micoturismo, que «muestra con total transparencia el proceso de comercialización de setas y hongos procedentes de los montes sorianos», según informó Fernando Martínez-Peña, Director Científico del Departamento de Micología Forestal y Truficultura de la Fundación Cesefor , promotor de esta idea.

 

«Merca Setas pone el énfasis educativo en la importancia de la trazabilidad -remarcó-. Además, está generando un gran beneficio a la hostelería de la provincia».

 

Alejo Alcántara, representante en la jornada de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, se mostró escéptico respecto a una posible ampliación de la lista de los hongos silvestres recolectables.

 

El RD 30/2009 establece las condiciones sanitarias para la comercialización de setas para uso alimentario, recoge este listado, que se basa en especies ya comercializadas, fácilmente indentificables. Preocupa especialmente al ponente los suministros directos de setas a consumidores y comercio minorista, «incluyendo las pequeñas cantidades».

 

La jornada terminó con un vivo debate, en el cual expusieron su casuística representantes de las Comunidades Autónomas de Aragón, Galicia y La Rioja.

 

Bajo parámetros semejantes y regulaciones territoriales recientes, todos ellos coincidieron en la importancia de favorecer el aprovechamiento racional del recurso, beneficiar a los propietarios y a la comunidad rural, y compatibilizar la actividad micológica con otros usos frecuentes del monte.

 

«La micología es una oportunidad para el medio rural -concluyó Oscar Ramajo Prada, Presidente de la Diputación de Zamora-. Pero es preciso regularla». Respecto al contrato agroalimentario de compraventa de setas, como principio para ordenar el sector, mejorar su rendimiento económico y mantener la riqueza micológica de los bosques, dijo a los asistentes a la jornada que, para empezar, «es mejor tener algo, que no tener nada».