La prestigiosa firma MARINO DE LA FUENTE, con almacenes de madera y derivados en Santander, Sevilla y Valladolid, ha incorporado una chapeadora de cantos HEBROCK con retorno a sus instalaciones del Polígono San Cristóbal, en la capital castellano-leonesa.

Con esta inversión, MARINO DE LA FUENTE da a sus clientes un servicio personalizado de canteado del tablero, tal como le estaban demandando. Un valor añadido y, en definitiva, una solución para el profesional, que se lleva los materiales a medida y casi terminados, de forma inmediata.

La máquina elegida es una HEBROCK TOP 3003 F con retorno, comprada al representante de la casa alemana en la zona, MAESMA. Incorpora retorno de las piezas al operario; un elemento fundamental en la línea, habida cuenta que se ahorra un tiempo importante en el proceso de canteado y permite que la máquina pueda funcionar con una sola persona.

«Es una máquina pequeña pero robusta, muy sencilla y totalmente mecánica, que nos está dando muy buen resultado -afirma Graciano Manrique, Director del almacén de madera de MARINO DE LA FUENTE en Valladolid-. Deja un acabado muy bueno; ya sea con melamina o madera, principalmente con grosor de dos milímetros. El aspecto visual de todas y cada una de las piezas es magnífico».

Uno de los puntos fuertes de las chapeadoras de cantos HEBROCK reside en el calderín de cola. Ésta no sólo se calienta en apenas cuatro minutos, sino que mantiene su temperatura y grado de liquidez constantes, gracias a un sistema de decantador que remueve permanentemente la cola, evitando así los atascos, los grumos o la cola requemada. Al tratarse de Valladolid, una zona fría en invierno, la máquina incorpora en la composición de la máquina una regla calefactante y un ventilador de aire caliente para el canto, con la finalidad de que el encolado de este canto sea perfecto, incluso en condiciones adversas de temperatura y humedad.

La chapeadora de cantos HEBROCK de MARINO DE LA FUENTE trabaja sin cesar. Los pedidos son numerosos y variados. Pero los cambios y el manejo son muy sencillos. «Nuestros clientes están muy satisfechos porque se llevan de aquí los tableros cortados y canteados, a la medida y con los acabados deseados, con un precio muy razonable», concluye Graciano Manrique.