“La madera es el material del futuro porque es una de las bases de la bioeconomía y la sostenibilidad. De madera ya hacemos los nuevos tejidos sanos para nosotros y el medio ambiente. El monte elimina el CO2 que se emite en las ciudades y al tiempo que limpia el aire que respiramos, procura la limpieza del agua que bebemos.
La madera es un pilar socioeconómico del rural. Un monte sostenible económicamente se cuida y evita incendios. Ayudando a salvar al rural, preservamos la esencia de la cultura gallega. ¿Se puede pedir más a una actividad que, además, es la que mejor encarna la economía circular ? Los restos de madera, los muebles viejos… se trituran y vuelven a tener vida, cerrando un círculo virtuoso que no tiene parangón”, transmite a la industria de la madera y a la sociedad José Manuel Iglesias, Presidente del Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia en la antesala del Día Internacional de los Bosques, que este año tendrá su evento conmemorativo a nivel nacional en la Comunidad de Galicia.
Conocido, difundido, promocionado y reiterado el argumentario en favor de la madera como material idóneo para la construcción, la decoración y el mobiliario, ¿considera Vd. que se ha avanzado y se ha logrado lo esperado y lo necesario para potenciar el consumo de madera en el futuro?
Creo que se puede hacer mucho más, hacen falta bosques naturales muy cuidados para que todos podamos disfrutar de la biofilia – que es el efecto que tiene en la salud y en nuestro sistema inmunológico la simple contemplación de la naturaleza- pero hacen falta también montes de árboles de crecimiento rápido pues son los que más CO2 captan y pueden proveernos de un material sostenible. Cada producto de madera del que nos rodeamos es un almacén de CO2 pero también nos otorga confort, ayuda a regular la temperatura y la humedad. Nos aísla del entorno y, una vez procesada la madera, sigue siendo un material biofílico, como el propio árbol, nos conecta con la vida.
Obviamente, para eso tenemos que cortar árboles, como siempre ha hecho el hombre. Pero eso no es problema si plantamos más árboles y crece la superficie forestal como ocurre en los últimos lustros. No solo los árboles de crecimiento rápido, sino las caducifolias autóctonas han aumentado un 50 % desde el primer Inventario Forestal Nacional en los años 70 y, sin embargo, la sociedad tiene una percepción equivocada, cree que se acaban los árboles.
¿Cuáles son las asignaturas pendientes del sector de la madera en Galicia para que la madera tome y conserve el liderazgo en los mercados de la construcción, la carpintería y el mueble?
La cadena de valor forestal de
Galicia es absolutamente ejemplar, ha podido superar el minifundio,
la profusión normativa – enorme en comparación con otros países
europeos-.
Nuestros rematantes, empresas de servicios y aserraderos, las asociaciones forestales deberían ser motivo de orgullo si se conociera su labor, muchas veces heroica y muy poco comprendida. Confío en que algún día Galicia piense como los países escandinavos; ellos admiran nuestras capacidades y buen hacer.
Otro segmento de la cadena absolutamente encomiable es el contract. Nuestras empresas son respetadas en todo el mundo. Las obras más singulares y del segmento premium son abordadas por nuestras empresas y sus obras despiertan admiración en los mercados más exigentes.
Creo que nos ayudaría mucho que los propios gallegos tuvieran en cuenta a sus empresas. Las grandes obras públicas deberían ser el escaparate de las capacidades de nuestras empresas. Con frecuencia esos escaparates están muy lejos de Galicia.
¿Qué grandes logros ha cosechado el CMD en su función aglutinadora del sector y como plataforma de promoción de la madera y de los productos elaborados con madera, en sus más de 15 años de actividad?
El CMD solo ha trabajado con humildad aprendiendo de todas las asociaciones. Hay muchos profesionales muy valiosos en la cadena. Quizás entre todos, hemos aprendido a ordenar nuestro conocimiento y creo que esa dinámica se nos antoja muy provechosa. Todos lo estamos palpando y ya hemos empezado a disfrutar del retorno que nos da saber debatir exponer y, sobre todo, saber escuchar.
De todas las cosas buenas que han pasado, hay que destacar la unidad de la cadena y el consenso en un único discurso, así como el alineamiento de los intereses de la cadena con los de la sociedad civil de Galicia.
¿Cuáles son los retos y objetivos del Cluster a corto, medio y largo plazo?
El Cluster basa su filosofía en la
cooperación entre las empresas generando confianza entre ellas. A
corto plazo tenemos que seguir colaborando en la unidad de la cadena
con perseverancia, humildad y generosidad. A medio plazo estamos
empeñados en apoyar a las empresas del contract y promover el
diseño. También creemos que es clave tener un plan estratégico
para la cadena. Hemos dedicado mucho tiempo al recurso porque es
clave para la sostenibilidad, pero tenemos que poner las luces largas
y ser atractivos para la inversión, podemos ayudar de forma
determinante a generar valor en el rural y darle más valor añadido
a la madera que exportamos, contribuyendo a que la sociedad lo
comprenda y valore.
Lo que nos anima es que mucha gente se ha unido a nuestra causa de forma altruista. Personas del ámbito del Derecho, inversores y gestores nos dicen que quieren ayudar al rural, porque saben que así ayudan a Galicia.
¿Cómo está el Bosque en Galicia? ¿qué cosas han cambiado? ¿cuáles han mejorado y qué otros aspectos son todavía negativos?
En este sentido, es importante coger perspectiva: el bosque, o mejor, las masas arboladas en Galicia, no han dejado de extenderse en los últimos dos siglos. Desde que en 1800 había aproximadamente apenas 50.000 hectáreas, la superficie arbolada se ha multiplicado por 30 hasta la actualidad, triplicándose desde 1950. Esto es algo muy positivo en términos ambientales y en cuanto al potencial económico forestal de Galicia y muy poca gente lo conoce.
Por otra parte, en nuestra sociedad moderna y cada vez más urbana, el abandono y desconocimiento del rural también se extiende, que añadido al fraccionamiento de la gestión, afecta cada vez a más montes minimizando o directamente eliminando su gestión. Esto es lo que más debe preocuparnos: que se gestione el monte para generar valor, no sólo económico, sino también social (empleo y bienestar) y ambiental (oxígeno, fijación de CO2, regulación de aguas, desarrollo de suelos y defensa contra la erosión).
En cualquier caso, es necesario segmentar un concepto tan genérico como el bosque gallego. Estamos ilusionados con los nuevos cambios en la Administración forestal de la Xunta de Galicia, con la creación de la nueva Dirección General de Planificación Forestal; creemos que existe la conciencia que en el monte público hay mucho que hacer. Debería ser ejemplar y por ahora está a la cola de certificación, de producción y gestión. En el monte privado – que es el 95% – hace falta seguridad jurídica y herramientas que fomenten la inversión y la gestión, pero la cadena tiene los recursos y el conocimiento para procurar su excelencia, aunque es cierto que hay que ampliar el porcentaje de monte bien gestionado. Sin duda, el Inventario Forestal va a ayudar mucho a mejorar la eficiencia.
¿Desea todo el sector recuperar el Pino en el monte? ¿qué podría representar esta especie en el futuro de las industrias de aserrío, tablero, carpintería y mueble?
Nuestros aserraderos conocen muy bien esta especie y saben rentabilizarla; toda la cadena ha apoyado la iniciativa que desea promover las coníferas. Sabemos que se puede hacer mucho por hacer más rentable esta especie para el propietario y animarlo a que apueste por ella.
¿Y el eucalipto? ¿qué papel jugará esta especie en el bosque gallego en el futuro? ¿y en la industria?
El eucalipto es una especie clave, no solo para la pasta de papel, los tableros y otros usos de madera maciza, sino que tiene muchas nuevas aplicaciones que ya vemos en la ropa, en los zapatos, etc.
Al eucalipto se le reconoce unánimemente su aportación a las comunidades rurales. No solo será más demandado por mor de la bioeconomía, sino que los propietarios lo percibirán cada día como una especie que les garantiza una renta de retorno. Habrá que llegar a un consenso para darles a propietarios e industria, seguridad y sostenibilidad para sus actividades.
Por último, ¿qué valoración hace Vd. del Cluster como fórmula para unir y relanzar un sector? ¿Ha demostrado y está demostrando el CMD que su forma de proceder es apropiada para un sector tan variado, diverso y complejo como es el de la madera?
Todas nuestras acciones se conducen por la buena voluntad y la búsqueda del bien común. No solo de la cadena sino la de Galicia.
Creo que eso es apreciado por nuestros colaboradores. Le hemos dedicado mucha ilusión y muchas horas. Al margen de todo lo que hemos avanzado, entre nosotros se ha forjado una relación afectiva y de respeto. Creo que eso ha sido determinante. Hoy no nos imaginamos otra forma de trabajar. La Xunta de Galicia también ha valorado ese esfuerzo, ya que antes nos costaba afinar nuestro mensaje.
Además, hemos trabajado con la sociedad civil y existe un consenso, tanto con fundaciones como con grupos medioambientalistas, para seguir generando espacios de debate. Hemos aprendido unos de otros. La cadena y todos los que han trabajado en las jornadas de debate sobre la tesis universal, han demostrado una gran madurez y una paciente virtud infinita.