Josemi Rico, arquitecto y profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco) presentó en la Gala del 50 Aniversario de AROTZGI -Asociación Patronal de Carpinteros de Gipuzkoa-, el Master en Estructuras, Construcción y Diseño en Madera que la Universidad del País Vasco puso en marcha el año pasado, y que actualmente transita con 17 alumnos matriculados por su primera edición.
“Desde la Universidad estamos poniendo nuestro granito de arena en la formación de técnicos especialistas en el diseño constructivo y uso de la madera en obra -introdujo Josemi Rico-. Florecen y abundan empresas y profesionales afines a este material pero, a la vez, necesitamos promotores y clientes finales que quieran edificar en madera”.
La madera está en la arquitectura desde sus orígenes. Fue protagonista en la arquitectura tradicional y, hoy en día, está en múltiples ámbitos de la construcción, y sobresale en el estructural. La madera se erige como firme alternativa al hormigón y al acero, como demuestra la imparable secuencia de edificios singulares, incluso rascacielos, y también las construcciones eficientes energéticamente que, poco a poco, se imponen en el mercado.
LA MADERA, FUENTE INAGOTABLE DE MATERIALES, PRODUCTOS QUIMICOS Y ENERGIA
Jalel Labidi es ingeniero químico y director de un proyecto de investigación sobre “Procesos de Biorrefinería” en la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa de la UPV/EHU. En el evento del 50 Aniversario de AROTZGI, expuso numerosos nuevos nichos de mercado que se abren a los residuos de la madera. “Trabajamos mucho con la madera, utilizando sus componentes para desarrollar materiales o productos químicos, siempre motivados por la preservación del medio ambiente -expuso Jalel Labidi-. Es un material de fuente renovable por excelencia”.
Este grupo de investigación, por tanto, aprovecha todos los compuestos de la madera (celulosa, lignina, aceites…) y sus residuos, como el serrín, las hojas o las cortezas, para valorizarlos. Mediante procesos de química verde se transforma estos compuestos y residuos en polímeros y precursores químicos. “Todos los elementos que emplea la industria química se pueden extraer de la madera”, apuntó el ponente. Su grupo de investigación ha generado polioles a partir del serrín de la madera que, en la construcción, serán espumas aislantes y, en otros campos, se convertirá en resina o combustible.
Las nanofibras de celulosa también están en auge. Son aplicables a diferentes ámbitos, esencialmente para hacer papel transparente de alta resistencia, o recubrimientos para tableros que los harán hidrófugos y más resistentes.
Extrayendo los azúcares de la madera es posible convertirlos, mediante su fermentación, en diferentes productos químicos como el bioetanol, el ácido láctico, etc. De igual forma, con lignina y hemicelulosa extraidas de la madera se puede obtener films. Con ácido poli láctico reforzado con lignina logramos un interesante material composite. Y a partir de la lignina se extrae aceites (bio oil) aplicables en otros procesos químicos, para fabricar medicamentos, resinas o protectores para la madera. Para concluir, Jalel Labidi presentó una patente que consiste en la producción, a partir de lignina, de un bio preservante para la madera, frente a los hongos, la humedad y la temperatura.
“La madera es una fuente inagotable de materiales, productos químicos y energía -concluyó el ponente-. Todo tipo de biomasa, de cualquier especie de madera, se puede aprovechar; también todos los componentes de esa madera. Mediante su uso en cascada, lo que no sirve en la construcción puede terminar siendo útil en la industria quñimica. Obteniendo productos de alto valor añadido que encajarán, sin duda, en novedosos y rentables nichos de mercado”.