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Las empresas pueden deducirse hasta un 42% por proyectos de I+D+I en el impuesto de sociedades

AIDIMA acoge una jornada informativa sobre legislación en materia de proyectos y sus deducciones fiscales.

Entre un 25 y un 42 por ciento sobre el coste total de los proyectos de investigación y desarrollo que realicen las empresas españolas pueden deducirse directamente del impuesto de sociedades, según ha explicado un grupo de expertos en la materia durante la jornada celebrada en el Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, para exponer el panorama general de las iniciativas en investigación nacionales y europeas, y las opciones que tienen sobre incentivos fiscales.

 

Estas ventajas, aunque no son novedad, sí que conviene remarcarlas y difundirlas a las empresas «ya que representan un importante aliciente para la generación de iniciativas de investigación y desarrollo e innovación que promueven ventajas competitivas reales en un entorno de mercado cada día más complejo», según insistieron en destacar los ponentes durante la jornada.

 

Las deducciones por proyectos de I+D+I en el impuesto de sociedades pueden ejercerse directamente por las empresas. Se establece el 25 por ciento de deducción directa, y para obtener hasta el 42 por ciento hay que acreditar la dedicación exclusiva de personal laboral propio en los proyectos de I+D+I, o que la media de los importes de inversión en I+D+I de ejercicios anteriores si la hubiera, de tal forma que hasta la media, la deducción alcanzaría el 25 por ciento, y el resto al 42 por ciento.

 

Como novedad, en el caso de que la empresa entre en pérdidas, la reglamentación recoge la posibilidad de hacer efectiva la deducción al año siguiente, aunque con una quita del 20 por ciento, según refleja la recientemente aprobada Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Respecto a los proyectos tecnológicos se mantiene el 12 por ciento de deducción sobre el coste del proyecto y el mismo porcentaje para las fases de diseño y materialización de prototipos en la elaboración de muestrarios, donde está incluido expresamente el sector del mueble y la madera.

 

La jornada también abordó la certificación como un trámite recomendable para afrontar con éxito las deducciones establecidas y no encontrarse con sorpresas de recorte o no admisión del proyecto por no enmarcarse en la categoría de I+D+I. En este sentido, se indicaron las instituciones públicas y privadas acreditadas para realizar este trabajo previo, de tal forma que la empresa solicita la calificación del proyecto, y pasa al ministerio correspondiente que elabora un informe vinculante para la Agencia Tributaria.

 

Por otro lado, se abordaron las ayudas del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) que mantiene los plazos de presentación de solicitud de proyectos abierto todo el año, con las condiciones ya establecidas de ejecución entre los 12 a 36 meses y un presupuesto a partir de 175.000 euros por proyecto.

 

Del mismo modo, el coordinador de I+D de AIDIMA, Manuel Belanche, ponente en la jornada, destacó la importancia de los cambios que va a suponer el nuevo marco de I+D europeo, al desaparecer la nomenclatura «programa marco» (en este caso sería el octavo) y pasar a denominarse Horizonte 2020. En este sentido subrayó el gran avance que supondrá la simplificación en los procedimientos, ejecución y justificación de los proyectos, y el aumento del presupuesto hasta los 10.000 millones de euros anuales. Finalmente, insistió en la relevancia que para la Comisión Europea van a tener los proyectos de innovación, más enfocados a la aplicación directa.

 

Por su parte, el jefe del Área de investigación y Desarrollo Tecnológico del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), Eduardo Viana, hizo un recorrido por toda la legislación y las posibilidades de las empresas en esta materia, acompañado de la senior del área de Propiedad Industrial e Intelectual, y el asociado senior del departamento de fiscal de Cuatrecasas y experto en fiscalidad de la innovación, Inmaculada González, y Francisco Ferrandis, respectivamente, quienes expusieron el «Patentbox», sobre patentes, dibujos, modelos, planos, fórmulas y derechos sobre experiencias, además de la cesión de derechos de explotación a otras empresas en distintos ámbitos, y respondieron a las preguntas de las más de 30 empresas que asistieron al encuentro.