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El Presidente del IRG visita INIA

Jack Norton, Presidente del IRG – International Research Group on Wood Protection-, ha impartido hoy en el INIA una conferencia sobre la protección de la madera en Australia.

 

Norton, responsable del Departamento de I+D, Economía y Empleo de las Industrias Primarias y Pesca en el estado australiano de Queensland, disertó en el INIA -Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria- sobre el uso y protección de la madera en Australia, «cuyo mercado doméstico de la construcción emplea muchísima madera -afirmó-.»

El Presidente del IRG dio a entender que las dudas, problemas, retos y bondades de la madera en las antípodas son muy semejantes a los que tenemos en España. «Igual que aquí, allá existe un profundo desconocimiento de la madera como material de construcción entre prescriptores y usuarios. Emplear madera no se ve como un beneficio para el medio ambiente, y domina el miedo a los productos químicos.»

Salvando tres grandes corporaciones, el sector de la madera en Australia se encuentra muy atomizado. «Lo peor es que no existe una política concreta al respecto -explicó Norton-.»

Australia acoge en torno a 150 plantas de tratamiento para madera. Los sistemas de aplicación y de marcaje son semejantes a los europeos y, también, viven un incremento de los preservantes orgánicos y solventes, frente a las restricciones al CCA. «En mi país cada prescriptor puede saber, según el área local donde la va a utilizar y según la especie que desea emplear, las condiciones de durabilidad natural del material y el tratamiento que aconseja dicho uso -comentó-. Durante muchos años, expertos en la materia han elaborado una clasificación atendiendo a sus observaciones en el terreno y laboratorio, tanto a maderas provenientes de plantación como de bosques naturales.»

En un país ingente como Australia, Jack Norton se preguntaban en voz alta cuánto puede costar la protección y el control de la madera que se emplea en la construcción, «apostar por las especies de mayor durabilidad natural y afinar en el diseño de los proyectos constructivos son dos de las claves para garantizar un buen futuro y una reputación impecable para la madera -concluyó-. Entretanto, es vital educar al usuario profesional y particular».