MUEBLES ROS es una empresa octogenaria que transita actualmente por su tercera generación. Fruto de grandes esfuerzos e inversiones, esta empresa de Artesa de Segre (Lleida) fabrica sus muebles «uno a uno».
Pronto Josep Ros aparcó la carpintería para dedicarse a fabricar camas en serie. Su hijo Ramón sustituyó en 1978 la chapa por la melamina, ya en la actual ubicación de la empresa, donde MUEBLES ROS dispone hoy de 22.000 metros cuadrados construidos, donde trabajan 210 personas.
Dirige hoy la empresa Enric Ros, con un equipo joven, muy ágil y dinámico, adaptado a los tiempos que corren. «Somos una empresa enfocada hacia el cliente, a lo que éste nos pida. Así, nuestro mueble es cien por cien configurable. Y cien por cien variable; con muchas posibilidades, ya que poseemos más de 90.000 referencias», explica el gerente de MUEBLES ROS.
Con lo cual… MUEBLES ROS ha invertido en maquinaria durante la crisis…
Llevamos seis años se crisis. Seis años sin inversión en una industria moderna es un desacato. Había que escoger un camino, y MUEBLES ROS decidió invertir. Y ha invertido mucho dinero. Hubo que elegir entre fabricar por stock o fabricar flexible. Nuestros proveedores de maquinaria nos animaron a optar por la segunda vía, que además era la que nosotros preferíamos. Era más caro, pero hoy nos permite competir en el mercado.
Creemos mucho en nuestra empresa y en nuestro proyecto. Y confiamos en nuestros proveedores. Por ello, no hemos escatimado en el esfuerzo.
¿Cuánto y cómo fabrica MUEBLES ROS?
Fabricamos en torno a ocho mil piezas diarias. Nuestras últimas adquisiciones de maquinaria nos permiten producir hasta cinco veces más que hace un año: de hacer una pieza cada dos minutos hemos pasado a hacer cuatro piezas por minuto.
La relación calidad-precio de la oferta italiana en fresado y taladrado punto a punto es muy buena. Es maquinaria que no da problemas. Muy entendible. Además de la última línea de mecanizado de BIESSE, disponemos de ocho máquinas de este tipo.
Para la sección de corte disponemos de máquinas de GIBEN y HOLZMA. Y el chapado es básicamente alemán. Aquí destaca una línea de HOMAG que nos permite alcanzar el grado de flexibilidad deseado, con una calidad de acabado intachable.
Con todo, MUEBLES ROS acompaña a sus proveedores en su progreso tecnológico. Ellos evolucionan, y nosotros con ellos. Por ende, la informática y la electrónica están presentes por doquier en las máquinas que incorporamos a la fábrica: todo se rige mediante códigos de barras, los posicionamientos son más exactos, es posible hacer más cosas, dirigir y controlar la producción desde la oficina…
¿Cuál es el producto de referencia en el catálogo de MUEBLES ROS?
ROS es una fábrica de mobiliario infantil y juvenil. Se nos conoce más por lo primero, pero vendemos más de lo segundo. Y entre los elementos que hacemos, yo destacaría el armario compacta o el sobre escritorio; dos muebles que no cesan de evolucionar, desde los años noventa.
Tenemos un equipo de diseñadores propio. Sobre la base de que existen unas medidas estándar en el mercado, concebimos el mueble desde cero; incluso nos gusta seleccionar nuestros propios materiales. A partir de ahí desarrollamos diferentes soluciones de armario, estantería, etc., adaptándolo a lo que viene.
Todo está cambiando: la capacidad de gasto de los clientes, las dimensiones de las estancias y los hábitos de uso en las mismas. Por ejemplo, la estantería cada vez aloja menos libros, la mesa puede ser más pequeña (porque el ordenador también lo es), las tablets nos trasladan del escritorio a la cama… Como fabricantes, estamos obligados a adaptarnos a estas tendencias.
¿Cómo será la distribución del mueble en el futuro?
Nadie sabe cómo quedará lo que hoy conocemos, y cómo será la distribución en el futuro. Entretanto, MUEBLES ROS ha hecho una firme apuesta para posicionarse Internet y apoyarse en las nuevas tecnologías de la información, en general. El mercado lo pide. Hoy quien consume, mira primero en Internet.
En cualquier caso, creo que el mercado español aún está verde para vender y comprar mueble por Internet. De momento, esa plataforma nos permite hacer marca, y generar consultas, de las cuales algunas fructifican. Esta realidad va en perjuicio de la distribución final. Porque muchas veces el cliente final sabe más del producto que el propio vendedor.
¿Ha mirado MUEBLES ROS hacia los mercados exteriores?
Hace cinco años que sembramos en el campo de la exportación. Hoy trabajamos en varios países. Es una oportunidad de crecer, o de subsistir.
Pero la logística del mueble limita sus posibilidades de llegar a ciertos lugares. Además, aunque los gustos son globales y el producto apenas varía en un país u otro, las formas de distribución sí son variadas y diferentes. Por ejemplo, en España e Italia domina la micro distribución, y en el resto de Europa esto no existe. La gran distribución lo que hace es unificar y parametrizar. Cuando llegamos a Alemania o Suecia, a lo mejor nuestro producto gusta, pero tal vez no es viable vender allí.
Para nosotros supone sólo un granito de arena más en nuestra actividad.
¿Cómo ve Vd. el futuro del sector del mueble en España?
Por desgracia, la crisis ha aniquilado al sector. Cuando al fin veamos la luz, estaremos tan débiles que muchas empresas no podrán adaptarse a las nuevas fórmulas de distribución que han de venir.
El ajuste no ha concluido. Si hay un 70% menos de demanda, tiene que haber un 70% menos de oferta.
Quedarán delimitadas la oferta de un mueble de bajo costo, para las tiendas que únicamente despachen, y una distribución especializada, que gestione proyectos completos de equipamiento y decoración. Lo que se conoce como «contract».
Y debemos encararnos decididamente al cliente: si el cliente quiere diseño e inmediatez, hay que dárselo.
Tal vez esta dura crisis haga que en el futuro vivamos un poco más en casa, que salgamos y viajemos un poco menos. Y que el mueble recupere cuota de consumo.