Cada año vemos como nuestros bosques arden, los fuegos sin control que duran semanas ya son algo habitual. Los veranos, cada vez más secos y calurosos, son el escenario perfecto para unos incendios que devoran miles de hectáreas en apenas unos días. Pero si un bosque está debidamente preparado, se pueden prevenir esos incendios y luchar contra su propagación. El mejor momento para prepararse contra el fuego es ahora.
Sólo en 2022 se registraron en España 450 incendios forestales en los que más de 309.000 hectáreas fueron carbonizadas. El calentamiento global y sus alarmantes efectos no hacen presagiar una mejora para 2023. El aumento de la temperatura global en más de un grado ha hecho que se dupliquen el número de días con riesgo extremo de incendio en toda la cuenca mediterránea.
Además, hay que tener en cuenta que los incendios forestales generan hasta un tercio de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2), dificultando los esfuerzos de la comunidad internacional para reducirlas.
Entre las medidas que se toman para la lucha contra los incendios, destacan los trabajos de silvicultura que se suman a las labores de prevención de las brigadas forestales. Esta ciencia aúna técnicas y prácticas destinadas al manejo, cuidado y aprovechamiento de los bosques. Estas actividades incluyen plantación de árboles, el manejo de la biodiversidad, la protección contra plagas y enfermedades y la prevención de incendios forestales, entre otras. En definitiva, la silvicultura busca equilibrar la conservación del bosque con su explotación sostenible para satisfacer las necesidades humanas y preservar el medio ambiente.
STIHL, fiel en su compromiso con la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y el bienestar de las personas, entre otros, es consciente del grave problema que suponen los incendios forestales y por ello apuesta por la innovación y la investigación para crear máquinas de calidad, diseñadas especialmente para que los profesionales de este sector puedan cumplir su labor de forma segura y eficaz.
Los EPRIF (Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales), son los encargados de realizar estos trabajos de silvicultura preventiva y sensibilizar a la población rural de los riesgos de la quema descontrolada de terrenos y pastos. Esta labor, llevada a cabo entre los meses de octubre y mayo, es de suma importancia.
Cada año operarios de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales se unen a estos trabajos a través de las Brigadas de Labores Preventivas (BLP), apoyando así los trabajos de control y reducción de los combustibles forestales.
Consciente de la importancia de la labor de estos profesionales, STIHL ha impartido 15 jornadas de su programa de formación STIHL-PFC (Profesional Forestal Cualificado) en los últimos tres años. Más de 100 profesionales han podido estudiar desde la práctica el manejo de maquinaria para su uso adecuado en trabajos tanto de prevención como de extinción de incendios.
En 2021 fueron necesarias más de 200 labores preventivas, de las cuales, más de la mitad, requirieron maquinaria profesional para llevarse a cabo. De hecho, muchas de las herramientas y EPIs empleados son las que utilizan los EPRIF durante la campaña de incendios en verano: desbrozadoras, motosierras, gafas protectoras, cascos…
La fabricación “in house” , la apuesta por el desarrollo de la tecnología y los casi 100 años de experiencia en el sector forestal hacen que STIHL ofrezca productos que cumplen con los más altos estándares de calidad, permitiendo una mayor precisión, un menor desgaste, y una mayor comodidad a la hora de realizar los trabajos de poda, desbroce y creación de cortafuegos y fajas auxiliares, además de reducir estratégicamente la densidad del arbolado en determinadas zonas para prevenir los incendios forestales e impedir la propagación del fuego.
Como parte de esta innovación tecnológica, STIHL colabora con Dryad Networks, una start-up especializada en sensores solares que pueden detectar de forma precoz los incendios. La implantación de estos dispositivos wireless permite una reacción más inmediata y una reducción y control de daños tanto materiales como forestales.
La creación de cortafuegos es tan importante como el mantenimiento de estos ya que pueden servir de acceso a los equipos de extinción durante su lucha contra el fuego. Se debe podar, rastrillar y desbrozar el terreno para garantizar un ancho adecuado para su correcto funcionamiento.
La prevención es la mejor manera de combatir los incendios forestales que tenemos a nuestro alcance y en estos meses de invierno las tareas de silvicultura preventiva en todas las zonas con mayor riesgo de incendio son esenciales. La lucha contra los incendios empieza ahora.