La American Hardwood Export Council (AHEC), asociación para la promoción de la madera de frondosas estadounidenses, no se ha quedado de brazos cruzados ante la amenaza que supone para su mercado europeo el EUDR, reglamento europeo contra la deforestación, que fue aprobado el pasado mes de junio y será de obligatorio cumplimiento a partir del 31 de diciembre de 2024.
“Estamos de acuerdo con el fondo y la intención del reglamento. Apoyamos controlar y sancionar la deforestación y la degradación forestal, pero tiene que ser con un sistema lógico, realista, que pueda funcionar -afirma Mike Snow, Director Ejecutivo de AHEC-. Para redactar el EUDR no hubo ninguna consulta a países exportadores de madera, algo que sí se hizo con el EUTR. Cualquier cambio legal debería buscar la mínima destrucción de un mercado, y éste no es el caso. La vía legal nos daría la razón, pero ésta es cara y lenta. Y deseamos llegar a un acuerdo con la Unión Europea”.
¿Cuáles son los aspectos del reglamento con los que no está de acuerdo AHEC?
Bastaría con que el requisito de la geolocalización pasara del artículo 9, donde se exige a todos los propietarios forestales, al 11, donde sólo es obligatorio donde hay un alto y evidente riesgo de deforestación. Este cambio habría sido fácil de hacer. Curiosamente, el Observatorio de la UE ha concluido que en Estados Unidos no hay deforestación (cambio de uso forestal a uso agrícola). A pesar de ello, se nos sigue exigiendo la geolocalización de cada pieza de madera que exportamos.
Además, proponemos cambiar la definición de “plot of land” (parcela de tierra), que para el EUDR es un propietario forestal. Y que nosotros proponemos que sea una jurisdicción o un Estado.
En Estados Unidos existen 9 millones de propietarios privados de parcelas donde crecen árboles de frondosas. Identificar “plot of land” con propietario forestal otorga una ventaja a los grandes bosques comerciales y, sobre todo, a los bosques estatales. Por ejemplo, en Rusia, existe un único propietario forestal, que es el Estado.
¿Por qué es tan complicado para Vds. cumplir las exigencias de geolocalización que marca el EUDR?
En Estados Unidos, los aserraderos compran troncos a 300 y hasta 400 propietarios diferentes cada año, en un radio no superior a los 150 kilómetros. Tras el aserrado, las tablas resultantes están clasificadas por grosores y calidades e, incluso, por el uso al que van a ser destinadas. Cuando un contenedor de madera llega a Europa, es complicadísimo determinar de dónde proviene cada tabla.
¿Qué medidas está adoptando AHEC para tratar que los países miembros de la UE adopten criterios flexibles en la aplicación concreta del EUDR?
Una gran ventaja que tenemos en Estados Unidos es que disponemos de un magnífico DATA; no solo de lo que viene del bosque, sino también de las propiedades. Los satélites generan mapas que muestran al detalle todas las propiedades y, además, lo que éstas contienen. Es decir, la localización y las especies de árboles que allí existen.
AHEC ha encargado la realización de un estudio encaminado a observar desde satélite los 33 Estados productores de madera de frondosas con su división por parcelas de propiedad. Esta observación puede detectar posibles cambios de uso del terreno, aunque la conversión de un bosque de frondosas en suelo agrícola, tal como el EUDR define a la “deforestación”, se da muy raramente en Estados Unidos. Con la tecnología de geolocalización de ONEX, estamos llevando a cabo un estudio piloto en una zona del Estado de Kentucky.
De esta forma, estamos en condiciones de proporcionar a la Unión Europea una relación de todos los propietarios de parcelas forestales, e incluso imágenes de su estado, puntual y regularmente. Es decir, justo la información que la UE quiere de los “plot of lands”.
Ahora bien, si algo sucede en una de estas parcelas y una tabla de madera de ese bosque termina en un contenedor que marcha a Europa, es poco o nada lo que se puede hacer para relacionar la tabla con el “plot of land”. Si insisten en esa línea de exigencia, nos van a cerrar el mercado.
Tampoco podemos concretar la fecha exacta de tala de un árbol, como también se nos exige. Más aún, la fecha en que se cortó el árbol de donde proviene una tabla en concreto. Es completamente imposible.
Entonces, este sistema de geolocalización, en vez de ser una traba para las exportaciones de frondosas de Estados Unidos a Europa, ¿podría ser una oportunidad para transmitir la “cero deforestación”?
Esta capacidad de generar datos no existe en ninguna otra parte del mundo, tampoco en Europa. Todas las propiedades privadas ya están marcadas sobre plano. Vía satélite es posible detectar cualquier cambio de uso del suelo. Por lo tanto, se puede reaccionar y no exportar madera de esa parcela a la unión Europea.
Implementar este sistema podría constituir finalmente una ventaja competitiva para los exportadores de frondosas de Estados Unidos.
Desde la perspectiva del marketing, sería magnífico poner en los productos la etiqueta “Deforestation Free” (no proviene de bosques deforestados). Esto es algo que el consumidor valoraría muy positivamente.
De hecho, ocurra lo que ocurra finalmente con la UE, en AHEC estamos pensando en seguir adelante con nuestro sistema de geolocalización, ya que generaríamos una certificación de gestión forestal sostenible poderosa y creíble.
Entretanto, ¿están los importadores europeos solicitando información a sus proveedores de madera en Estados Unidos?
Nos consta que los importadores europeos de madera, también los españoles, están trabajando en la adaptación de sus sistemas de diligencia debida.
Por otra parte, los fabricantes asiáticos de muebles que están comprando madera ahora, enviarán a medio plazo sus productos a Europa, y difícilmente podrán demostrar al final de 2024 la procedencia de la madera que emplearon.
Nadie está hoy en condiciones de satisfacer las exigencias del EUDR.