El Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia (CMD), con la colaboración del Instituto Galego de Promoción Económica, reunió, en A Casa do Taberneiro de Compostela, a más de 20 profesionales relacionados con el proceso constructivo entre arquitectos, ingenieros, empresas de la madera, constructoras, carpinteros, interioristas y Administración en un espacio de diálogo para compartir los retos a los que se enfrenta la profesión ante el creciente interés por la construcción en madera.
Antes del debate, Iván Andrés, socio fundador en Arrokabe Arquitectos, compartió con los asistentes diferentes soluciones empleadas por el estudio en cuanto a construcción en madera, terminando con la exposición de Casa Panchés, recientemente galardonada con el Premio Egurtek en la categoría de edificación.
DIVERSIDAD DE ESPECIES Y MANO DE OBRA CUALIFICADA
Abierto el diálogo entre los asistentes, uno de los aspectos que centraron el debate en su punto de inicio fue la importancia de diversificar las especies que se utilizan para construcción. En este sentido, se recalcó que cada especie resulta óptima para usos concretos y la sobreexplotación de una única especie acarrea falta de stock de los productos y precios abusivos.
En esta línea, si bien la madera se convierte en el material más idóneo para la construcción por sus características sostenibles, se debe poner especial atención en aspectos como la durabilidad de la misma para garantizar esa sostenibilidad en el tiempo.
Sin duda, uno de los aspectos que centró el diálogo y que preocupa por igual a todos los agentes, es la falta de mano de obra cualificada en cuanto a carpinteros. Constructoras y arquitectos coincidían en señalar la dificultad que encuentran a la hora de conseguir carpinteros expertos en el oficio, indicando que desde hace años ya no existe la figura del aprendiz que conocía la profesión de la mano de un maestro carpintero. A esto se suma que muchos profesionales se están jubilando y no encuentran relevo puesto que, aunque los centros de FP tienen en marcha programas de formación específicos, los jóvenes se encuentran sin experiencia laboral para abordar determinados trabajos.
Una de las propuestas que surgió, en este sentido, fue que tanto Administración como sector privado tomen la iniciativa para potenciar un sistema formativo, eminentemente práctico, que forme a los instaladores facilitándoles el acceso laboral en las empresas.
El encuentro se cerró con un mensaje positivo en el que todos los agentes coincidieron enseña lar el buen momento del sector, en el cambio de mentalidad que existe en la sociedad en cuanto al uso de la madera y se apeló a la responsabilidad individual de cada profesional para conseguir un sector sólido y con futuro.
La participación de los asistentes fue muy activa y dinámica, acordando celebrar nuevos Faladoiros en los próximos meses para abordar otros aspectos de interés para el sector que no hubo tiempo para abordar.