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“El mercado asocia MADERGIA a seriedad, calidad y sostenibilidad”

Diego Núñez, director comercial de MADERGIA.

MADERGIA se creó en 2005. Partió de cero, en un vivero de empresas innovadoras, en Pamplona, y hasta el presente ha vivido diferentes etapas. “Fuimos creciendo, hasta el año 2010, cuando tropezamos con la crisis inmobiliaria -rememora Diego Núñez, director comercial de la empresa-. Poco después retomamos la senda de un crecimiento sostenido y controlado para, a continuación, emprender un crecimiento más acelerado y más fuerte: en facturación, en número de obras, en el tamaño de los proyectos… en todos los ámbitos, al ritmo de como está creciendo la construcción con madera en general”.

¿Qué posición ocupa MADERGIA en el presente de este sector emergente en España?

Tras varios años construyendo nuestra imagen y haciéndonos un hueco en el mercado, pienso que hoy los clientes nos ven como una empresa seria, que cumple sus compromisos, ligada a la calidad, a la sostenibilidad y al riguroso respeto al medioambiente. 

Diego Núñez (dcha.) con Alberto de Miguel Lozano. Ambos son Ingenieros Asociados en MADERGIA

Hemos sabido interpretar lo que está viniendo y sucediendo en el mercado y hemos hecho bien los deberes: Reforzando nuestra capacidad técnica, con gente bien formada y preparada para afrontar cualquier proyecto de construcción con madera.

¿Qué distingue a MADERGIA de otras ingenierías y fabricantes de construcciones de madera?

Creo que somos un referente en el diseño, ingeniería, fabricación y montaje de edificios de madera singulares, especiales. Pero el mercado está creciendo y muestra un potencial para crecer mucho más. Conservaremos nuestra especialización en los proyectos a medida, donde somos casi la única empresa capaz de responder con garantías al cliente, pero apostaremos por un modelo de producción a escala, que es donde el mercado crecerá realmente. Y para esto tenía sentido hacer una nueva fábrica, concebida para esa vía de negocio.

De igual forma, la expansión de MADERGIA es tranquila, pero firme…

En efecto. Tras varios años de actividad principalmente en Navarra y su entorno, hace varios años dimos un salto a Madrid, a Málaga, después a Barcelona y, ahora, comenzaremos a operar comercialmente en Galicia y en el norte de Portugal, desde Lugo. 

Sara González, delegada de MADERGIA en Cataluña, con unos visitantes al stand de la empresa en Construmat 2024

El modelo de negocio de MADERGIA para el futuro tiene tres patas: un departamento técnico muy potente, una mayor industrialización (con nuestra nueva fábrica) y, para apuntalar nuestro crecimiento, y las delegaciones; concebidas para la venta y también para la posterior gestión del proyecto, de fabricación, logística y puesta en obra, hasta que éste se termina. 

La cercanía es un valor fundamental para generar confianza en este negocio. Es una venta muy técnica, un trabajo muy técnico y, llevar todo eso desde Pamplona, para toda España, podría ser muy complicado.

Se está demostrando que éste es el camino, porque en Madrid y en Barcelona estamos a tope de trabajo actualmente.

¿Por qué ha decidido MADERGIA emprender la vía de la fabricación?

Llevamos años fabricando y suministrando componentes para edificios. El progreso de la construcción industrializada en España es imparable. Hemos pensado mucho y hemos madurado como evolucionar la forma de ser fabricantes, para optimizar el proceso constructivo. De una forma bien dimensionada, en 2025 emprenderemos un nuevo camino que promete ser apasionante.

Stand de MADERGIA en Construmat 2024

Llevaremos nuestra cadena de valor hacia adelante y hacia atrás. Hacia atrás, porque vamos a poder realizar de manera más completa esa segunda transformación de la madera, configurando, mecanizando y acabando más elementos (en nuestra actual nave de producción realizamos principalmente ensamblaje y obtenemos componentes de construcción para llevar a obra e instalar). Y hacia adelante, produciendo componentes más acabados, que incorporen más capas y más prestaciones, que la puramente estructural (o estructural más cierre), que es lo que hacemos ahora. Es decir, aportaremos más valor añadido. Todo ello en sintonía con nuestro proveedor principal, STORA ENSO, que acaba de lanzar la marca SYLVA, con el objetivo de llegar a suministrar edificios en kit y elementos constructivos más industrializados y acabados, pero también con otros proveedores de productos de origen local.

¿Mantiene MADERGIA una relación estrecha con STORA ENSO?

Somos partners de STORA ENSO desde hace muchos años. Es un fabricante de productos técnicos de madera (CLT y LVL entre ellos), que en su día detectó que su vía de crecimiento idónea era a través de empresas partner, en diferentes mercados, como lo es MADERGIA. Trabajando en el universo de la construcción, es imposible controlar la gestión de los proyectos desde tu cuartel general en Austria. Todos los partners de STORA ENSO tienen un perfil semejante al nuestro: empresas muy técnicas, con mucho know-how y, sobre todo, solventes. Tanto técnica como financieramente. Porque una de sus principales preocupaciones es que su producto, de muy alta calidad,  se utilice bien. De esta forma, la filosofía de ambas empresas encaja a la perfección.

¿Ha sido Navarra, y su carácter pionero en la bioconstrucción y la construcción pasiva, un trampolín para impulsar a MADERGIA a ser uno de los líderes en el sector de la construcción industrializada con madera en España?

En Navarra ha habido bastante impulso público, en primera instancia, para la construcción pasiva y la eficiencia energética en la edificación. Y a continuación, a favor de la descarbonización de la construcción. La administración ha dado ejemplo dando un paso al frente. Después el sector ha ido detrás. Hoy celebramos la puesta en marcha de iCONS, el Cluster de la Industrialización de la Construcción, también cimentado en financiación pública, pero que ya es privado y tiene total autonomía.

Es una realidad que en Navarra destaca especialmente la calidad en la edificación, basada en una colaboración público-privada. Es lógico que haya comenzado aquí la erupción de la construcción industrializada con madera. Pero lo verdaderamente importante es que esta actividad se extienda y desarrolle en todo el país, que se hagan bien las cosas, y tengamos un sector y un mercado fuertes, potentes y sostenibles.