BIOFUSTERIA persigue hogares confortables y negocios sostenibles

Carpintería ecológica, para proporcionar al cliente ahorro energético, bienestar, descanso y salud.

BIOFUSTERIA nace del amor por la madera y por el oficio de la carpintería. Esta empresa ilerdense practica una carpintería ecológica, cuyo objetivo es proporcionar a su cliente ahorro energético, bienestar, descanso y salud.

Manuel Gayete, creador de BIOFUSTERIA, se califica a sí mismo de “humanista”, y respetuoso con las personas al realizar su trabajo. Ofrece a sus clientes asesoramiento; una solución óptima para cada situación.

Muy interesado por la bioconstrucción, desde su etapa como aprendiz de carpintero, Manuel Gayete siempre pensó que “las cosas se pueden hacer de otra manera”, y comenzó a tener claro lo que deseaba integrar y lo que no quería replicar en el futuro. En el trato con los clientes, la elección de las herramientas, de los materiales… Y también hacia los trabajadores.

“Tu proyecto profesional crecerá tanto como crezcas tú como persona –remarca Manuel Gayete-. Hay que disfrutar del trabajo que se hace, empatizar con el momento del cliente, del proveedor y del empleado o colaborador, sin generar más presión de la que, ya de por sí, existe en una obra o una reforma. No podemos ir por los hogares e instalaciones comerciales como si estuviésemos apagando fuegos”.

BIOFUSTERIA va más allá de un taller de carpintería convencional. Que pone en el centro a las personas, en armonía con el entorno. Manuel Gayete se rodea de los elementos que puedan favorecer a hacer los muebles e instalaciones idóneas para lograr el bienestar y confort de sus clientes.

Con materiales naturales (la madera es esencial), un diseño apropiado y unos acabados respetuosos con el medio ambiente. “No existe el producto cien por cien ecológico, pero es posible acercarse a él”.

CONOCIMIENTO COMPARTIDO

Manuel Gayete trabaja día a día en su propósito de alcanzar hogares confortables y negocios sostenibles. Está en pleno recorrido de su sueño pero, entretanto, comparte con quien lo desee o piense igual, información sobre las cosas que él ha aprendido.

Asimismo, está siempre abierto a colaborar y plantear alianzas con otros profesionales, con quienes es posible acometer ambiciosos proyectos. “No hace falta saber de todo ni tratar de hacerlo todo, cada profesional aporta lo mejor de sí mismo”, afirma convencido.

Ofrece regularmente charlas en escuelas y colegios de arquitectos, abriendo puertas y generando sinergias con más y más personas preocupadas por hacer una auténtica bioconstrucción.

Recientemente moderó una serie de charlas en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, donde conoció que “la digitalización, la robótica o la impresión 3D están más cerca de lo que imaginamos de la construcción que viene”.

Lamentablemente, Manuel Gayete observa en nuestro sector mucha reticencia a sumar y a compartir. Pero “los nuevos modelos de negocio han de llevarnos a no vernos como competencia, sino a cooperar – concluye convencido-. Vivimos una época de cambios, y hay que saberlos ver y aceptarlo. Que cada cual reflexione si le sirve el modelo en el que estábamos”.