Cinco consejos para proveedores de servicios de aserrado

Keith Threadgall es un aserrador independiente de Escocia. Comenzó a manejar los aserraderos Wood-Mizer en el año 1999, primero como operario a tiempo completo y más tarde como como proveedor independiente. Actualmente, Keith dirige su propia empresa de aserrado a domicilio, ubicada en el sur de Escocia, y que presta servicios de aserrado a clientes de todo el país. “Me dedico al aserrado desde hace más de 20 años,” afirma Keith, quien es conocido en la zona como un aserrador ambulante aplicado y fiable.

Consejo número 1 – Conoce tu mercado y a tus clientes

En su actividad diaria como aserrador a domicilio, Keith visita a un gran número de agricultores, propietarios de fincas y otras personas que necesitan cortar troncos. Los agricultores y los propietarios de fincas suelen necesitar maderas blandas para la construcción de cobertizos, vallados, revestimientos y para llevar a cabo otros proyectos. Keith comenta que muchos de sus clientes habituales son agricultores que necesitan obtener madera a partir de sus propios troncos de roble.

Consejo número 2 – Planifica bien tus desplazamientos y visita a varios clientes de una misma zona

Una gran parte de las zonas rurales de Escocia son de muy difícil acceso. A veces Keith debe pasar varios días fuera de casa, ya que puede tardar hasta cinco horas en llegar a algunas zonas distantes del norte de Escocia, en las que abundan las carreteras comarcales de un solo carril por sentido. “Lo que suelo hacer en esos casos es salir el día antes y alojarme en un hotel sencillo, próximo al lugar donde tengo que aserrar”, señala Keith. “Normalmente trato de coordinar varios servicios en una misma zona para reducir al máximo los desplazamientos. A algunas personas no les importa que llegue por la tarde porque necesitan preparar mi visita durante la mañana. Eso es algo que me ayuda mucho”, asegura Keith.

Consejo número 3 – Lleva siempre sierras, repuestos, herramientas y otros consumibles contigo

Keith suele viajar solo, así que siempre se asegura de llevar suficientes repuestos y sierras en su vehículo. “Habitualmente viajo solo y si voy a necesitar ayuda o una máquina especial, es el cliente quien debe organizarlo. Siempre llevo conmigo combustible para el aserradero, además de sierras, recambios, motosierras y diversas herramientas», comenta Keith. “Normalmente llevo entre cuatro y seis sierras para cada jornada de trabajo, a una media de una o dos horas de aserrado por sierra. Si voy a pasar tres o cuatro días fuera, llevo como mínimo 20 sierras reacondicionadas y al menos una caja de sierras nuevas como apoyo. En cuanto a los recambios, suelo llevar correas de transmisión B57, rodillos para el guía sierra, tuercas y tornillos para ajustar el alineamiento del guía sierra y filtros de combustible. Básicamente, son cosas que no suelen ser fáciles de encontrar en zonas remotas», añade Keith.

Consejo número 4 – Dales siempre a tus clientes una fecha exacta y sé puntual

El aserrado ambulante no es una actividad en la que exista una gran competencia en Escocia. Por eso, la disponibilidad ha permitido a Keith ampliar su cartera de clientes y su negocio: “Una gran parte del éxito pasa por la constancia y la dedicación, planificando los servicios de antemano. Algunos aserradores por cuenta propia se limitan a decir a sus clientes que tendrán un hueco en un par de semanas, sin darles una fecha exacta. Yo siempre intento concertar mis citas con los clientes de una forma precisa. Esto les permite organizar todo lo relativo al trabajo, la maquinaria, el terreno y la madera que necesitan aserrar», afirma Keith.

Consejo número 5 – No te limites, comparte tu experiencia y vende aserraderos

Keith asegura que muchos de sus clientes buscan equipos de aserrado usados. Algunos clientes se plantean comprar un aserradero para emplearlo como una actividad complementaria. “Normalmente utilizo mis aserraderos durante uno o dos años y luego los vendo. He observado que existe un rango de precios dentro del cual muchas personas estarían dispuestas a comprar un aserradero y usarlo como una actividad secundaria o a tiempo parcial».