por

Gabino Abánades, asesor de FUNESPAÑA: “España fabrica demasiados modelos de ataúd”

Funcionario en el departamento de cementerios del Ayuntamiento de Madrid desde 1969, concluyó su andadura en el consistorio capitalino en febrero de 2011, al cumplir 65 años.

Gabino Abánades asesora al prestigioso grupo funerario en materia de cementerios, crematorios y servicios funerarios en general.
FUNESPAÑA está participada por Mapfre Familiar por un 54,6% del Capital Social, cotiza en Bolsa y tiene implantación de negocio en Hungría. En España su volumen de servicios es bastante grande: realiza aproximadamente 38.000 servicios funerarios completos y directos, 1.000 servicios intermediarios a través de 500 empresas, 8.000 recepciones, y gestiona 44 Cementerios 120 Tanatorios y 22 hornos crematorios.

 

Evidentemente, el ataúd es el producto protagonista y esencial cuando hay una defunción. ¿Cumplen las arcas que se fabrican en la actualidad todos los requisitos que de ellas se esperan?

 

El ataúd es un producto cuyos modelos de fabricación deben cubrir las necesidades del sector funerario para atender la demanda del público, y es recomendable que fabriquen modelos especiales para el servicio de incineración. En mi larga experiencia profesional he vivido numerosas situaciones, que han originado problemas, debido al material o el barniz del ataúd, su acolchado o incluso al tipo de embalsamamiento que han practicado al difunto. En ocasiones, estos féretros generan humos en la combustión o incluso deflagraciones. Estas cosas hay que cuidarlas mucho, principalmente para proteger el medio ambiente.

 

¿Cómo se podría erradicar estas incidencias, tal vez comunes a lo ancho de la geografía española?

 

De una forma muy sencilla: fabricando una serie de féretros especiales para incinerar, exclusivamente.
Se trataría de ataúdes sin herrajes, acabados con barniz al agua y con acolchados interiores biodegradables. Esto sería lo ideal.
Con ello las emisiones de CO2 a la atmósfera serían prácticamente nulas, ya que el horno es capaz de eliminarlas por sí mismo.

 

De modo que las prestaciones de los hornos también son un factor clave en este sentido…

 

A la vuelta de cuatro o cinco años, yo entiendo que la práctica totalidad de los hornos crematorios habrán de incorporar filtros.
No obstante, me atrevo a decir que si los ataúdes son ecológicos, ya no serán necesarios esos filtros. Tal vez se podrían controlar las emisiones regulando el número de incineraciones anuales de cada horno, así como el tiempo y temperatura de cada incineración.

 

¿Son menores las exigencias para el ataúd destinado a enterramiento?

 

Cuando el destino del féretro es un nicho o una sepultura, la revisión de la Norma de Fabricación de Ataúdes UNE 190001, en cuyo grupo de trabajo en el CTN 190 tengo el honor de participar, contempla la determinación de eliminar el cristal, porque en su manipulación, cuando se produce el enterramiento, traslado o reducción de restos posterior, se pueden producir accidentes laborales y en el caso de la cremaciones al licuarse el cristal con la elevada temperatura de los hornos, se deteriora el refractario.
El cristal debe ser eliminado. Hemos decidido sustituirlo por algo que le supla en cuanto a la visualización del fallecido y no genere problemas en hornos crematorios y exhumaciones. En Italia, por ejemplo, se utiliza un plástico biodegradable. A este tipo de soluciones es adonde debemos de ir.
Europa, igual que España, está actualizando la normativa sobre fabricación de ataúdes y servicios funerarios. Y confío en que avanzaremos por un mismo camino.

 

¿Cómo valora Vd. el proceso de redacción de la Norma de Fabricación de Ataúdes UNE 190001:2012, en el cual ha participado desde el principio?

 

Los trabajos de revisión y actualización de la norma comenzaron en 2003 en Europa. En el año 1993, en Valencia, en estrecha colaboración con AIDIMA, se practicaron los métodos de ensayo de los ataúdes, lo que sirvió para que los fabricantes tuvieran en cuenta a la hora de su fabricación, la resistencia de los mismos de cara a la norma que regulaba esta fabricación.
El espaldarazo definitivo al proyecto lo ha dado la secretaría general de IBERATAUD. Aprovecho esta entrevista para manifestar que esta Asociación nos ha ayudado mucho para consumar la modificación de la norma. Como Vd. dice, llevo muchos años en la mesa de trabajo de la Federación Europea de Servicios Funerarios y como miembro de Panasef (Patronal Nacional de Servicios Funerarios) tratando de concluir este asunto. Tenía muchas ganas de que viera la luz esta Norma, porque entiendo que beneficia considerablemente al sector.
En los últimos dos años hemos avanzado definitivamente. Por descontado, hemos dado audiencia a todas las personas o estamentos implicados en la materia (fabricantes de ataúdes y productos complementarios, Ministerios de Sanidad y Consumo, Servicios Regionales de Salud de varias Comunidades Autónomas, etc.) No hemos excluido a nadie. Contra lo que piensan algunos, no hemos abordado exclusivamente la problemática del ataúd de madera. La Norma es para todo tipo de ataúdes que estén homologados, sean del material que sean.
La publicación de la Norma es inminente. Hemos trabajado mucho, para consensuarla, pero creo que podemos estar satisfechos.

 

Y ésta no es la única norma en la que Vd. ha trabajado…

 

En efecto, yo trabajé en la redacción del borrador de la Norma Europea UNE-EN 15.017 sobre servicios funerarios y requisitos que, regula la prestación de los servicios de Tanatorios, Cementerios y Crematorios. Fueron cuatro años de trabajo, con 28 países participantes. Creo que alcanzamos entre todos una Norma importante; moderna y de utilidad unánime.
Por cierto: una Norma no tiene por qué quedar ahí para toda la vida. Es algo vivo y dinámico que puede ser modificado cuando se produce un desequilibrio entre la fabricación y la comercialización del producto.

 

¿Qué papel juega en este escenario el ataúd importado?

 

El importador de ataúdes o el fabricante español que los haga fuera de España habrá de cumplir la normativa vigente. Y lo harán, seguro.
Las autoridades correspondientes deberán de controlar las características y prestaciones de estos ataúdes importados.

 

¿Cómo se ha contemplado desde FUNESPAÑA la irrupción en el mercado de IBERATAUD?

 

La Asociación Española de Fabricantes de Ataúdes de Madera y Derivados (IBERATAUD) es uno de los mejores episodios que ha vivido el sector funerario español en los últimos años. Es muy positivo para el sector que los fabricantes estén juntos y dialoguen, en un mismo idioma, de cara a alcanzar la excelencia en la fabricación y en su relación comercial con las empresas funerarias.

 

¿Tiene el ataúd español alguna peculiaridad que merezca ser destacada?

 

Nuestro ataúd es muy distinto del alemán, americano o italiano; es más espartano, con modelos rectangulares y curvados. El ataúd que se fabrica en España es, por regla general, más manipulable y menos pesado. Su relación calidad – precio – servicio es muy interesante. Lo cual no quita que numerosos fabricantes hagan féretros más caros, con medidas especiales, maderas de gran valor, doble tapa, acolchados muy cuidados, etc.

 

¿Contempla Vd. un futuro para el diseño en las arcas fabricadas en España?

 

Las innovaciones siempre son buenas, pero, los diseños hay que basarlos en menos modelos. Yo entiendo que España fabrica demasiados modelos de ataúd.
Por otra parte, dado que la mano de obra en nuestro país es más cara que en otros países, opino que el fabricante debería dar a su producto un valor añadido que mejoraría esa desventaja en el mercado. Ahí es donde podrían entrar los ataúdes ecológicos y de diseño.
Con todo, actualmente España está fabricando muy bien, y ha conseguido una media de calidad que le es rentable. Sin duda, los propios fabricantes lo saben mucho mejor que yo.

 

Para terminar, ¿cómo marcha el mercado funerario en España?

 

La mortalidad ha bajado sensiblemente en toda Europa. En España concluiremos este año con 387.000 fallecidos, aproximadamente. O lo que es lo mismo, con una mortalidad del 8,4‰.
El sector se ha modernizado pero, sin ánimo de crítica, creo que no son necesarios tantos tanatorios en España. Entiendo que quienes los han construido querrán dar un mejor servicio al ciudadano. Yo valoro esto positivamente, porque en el mundo funerario no hay nada más importante que la prestación de un buen el servicio. Sería interesante que todo tanatorio de una población importante tuviera también un horno crematorio instalado.
La cultura de los cementerios varía según la región. Por ejemplo, en Castilla hay muchas más sepulturas que nichos. En la costa, desde Figueras hasta Huelva, es al revés. Entretanto, la incineración se está imponiendo poco a poco en toda España (hoy se sitúa de media en torno a un 32%). Este proceso va más deprisa en aquellas ciudades donde escasea el espacio.