Cuando American Building System (ABS) irrumpió en el mercado español en 1993, era un momento muy difícil, pero “veíamos con claridad que lo que se estaba haciendo en aquel momento era de baja calidad -rememora Santiago Muelas, director y cofundador de la empresa-. Nuestro objetivo era industrializar la vivienda, haciéndola además más eficiente energéticamente, más confortable y más barata que la construcción convencional”.
Todo era nuevo y distinto a lo conocido, y costó abrirse camino. Con el paso del tiempo, gracias a la consecución de clientes satisfechos, ABS fue mejorando y creciendo hasta hoy, año 2023, cuando la empresa española ha fabricado más de 700 proyectos, que incluyen viviendas y conjuntos de alojamientos turísticos. “Podemos decir con orgullo que nuestras viviendas han emitido mucho menos CO2 que las equivalentes en ladrillo, y que nuestros clientes han gastado mucho menos dinero en mantener sus casas confortables”.
Destaca en esta trayectoria de 30 años el “ejercicio de cintura” y la capacidad de adaptación de ABS a lo que le iba pidiendo el mercado. “Pronto tuvimos que desechar la idea inicial de fabricar de forma estandarizada, repetida, de casas americanas -apunta César Muelas, gerente de American Building System e hijo del otro fundador de la empresa, Manuel Muelas Peña-. Evidentemente, el mercado español no era como el mercado de Estados Unidos. Tuvimos que adaptar los diseños iniciales, aunque sí mantuvimos la esencia del sistema constructivo”.
Obviamente, la gran crisis de económica y financiera de 2007-2008 zarandeó, como a todas las empresas del país, a ABS. “la causa principal fue el gobierno de Zapatero -remarca Santiago Muelas-. Fue funesto para todos los fabricantes, al no reconocer que las cosas venían mal, y dejarlas todavía peor… Nosotros éramos 38 empleados y nos quedamos en 7. Estuvimos a punto de cerrar, como les sucedió a otros muchos fabricantes”.
Sin embargo, aquellos años sirvieron también para animarles a explorar el nicho de los alojamientos turísticos, donde ha desarrollado una marca que tiene mucho prestigio en el sector.
Actualmente, a raíz de un cambio de mentalidad en la ciudadanía, con motivo de la pandemia, en la búsqueda de espacios más abiertos y en contacto con la naturaleza, ABS ha puesto el foco en la fabricación de casas pasivas, destinadas a ser primera vivienda de sus clientes. Y de cara al futuro, se propone retornar a la idea inicial de la estandarización, y fabricar ciertos modelos de casas para sus propias promociones de viviendas. “Ha habido momentos en los que nos hemos visto obligados a dar un golpe de timón, y no hemos dudado en hacerlo”, afirma César Muelas.
American Building System es una empresa abierta y colaborativa. Docentes, alumnos, medios de comunicación, fabricantes y constructores de casas, millares de amigos y familiares de los clientes han tenido oportunidad de visitar la fábrica, ubicada en Azuqueca de Henares (Guadalajara).
MOMENTOS CLAVE PARA ABS
Manuel Muelas Peña puso todo su empeño personal en derribar la obligatoriedad del seguro decenal para la autopromoción. Esto es, que un autopromotor tuviera que asegurarse contra sí mismo. Aquella batalla ganada por el fundador de ABS abrió el camino para que esta empresa y todas las que fabricaban casas de madera hace treinta años pudiesen ir adelante. Con motivo de este hito nació la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera de España (AFCCM), que Manuel Muelas presidió durante muchos años.
En el comienzo de su andadura, ABS tenía que trabajar con el Eurocódigo 5, traduciéndolo del inglés. Convenciendo a los ayuntamientos de que era una normativa europea. Por fin, el Código Técnico de la Edificación (CTE) asumió y modernizó esta reglamentación, y se convirtió en el documento básico, admitiendo la madera como elemento estructural, lo cual representaba un gran avance. “En sus últimas actualizaciones, el CTE viene a recomendar que las casas eficientes hay que hacerlas como las hacíamos nosotros, o de una forma muy parecida -destaca Santiago Muelas-. Con estructura de madera, por su baja energía embebida. Y de una forma industrializada, para emplear mucha menos energía en su elaboración. Con un bajo consumo de electricidad y, en conjunto, fácilmente reutilizable para otro uso”. De esta forma, el CTE llegó para impulsar el concepto de vivienda de ABS, especialmente en los últimos cinco años.
La oficina técnica de ABS, que inicialmente era pequeña, se ha enriquecido con técnicos muy bien preparados y al día en este sentido. De igual manera, el departamento comercial se ha visto reforzado con personas que dominan y defienden ante el cliente estos argumentos.
Informes reconocidos (informe Plimsoll de 2023) sitúan a ABS como una de las 32 empresas “más confiables” a la hora de adquirir una vivienda que cumpla escrupulosamente el Código Técnico de la Edificación.
Paralelamente, el cliente valora cada vez más la eficiencia energética de su vivienda. La irrupción del Passivhaus en España también ha favorecido y ha confirmado los planteamientos de la empresa azudense. ABS fue pionera en la fabricación de casas pasivas en España, con la incorporación de la aerogeotermia a sus casas, “que ha ayudado a nuestros clientes a ahorrar en aire acondicionado”, la renovación de aire, que “contribuye a que las personas duerman y vivan mejor en sus casas”, o la ventilación natural por convección de las cubiertas, “esencial para hacer habitables y confortables las buhardillas”. Todo esto y más cosas se han tenido en cuenta en ABS para satisfacer a sus clientes, objetivo de la empresa. Ellos mismos y las ordenanzas municipales han ido conduciendo a ABS hacia un producto cada vez mejor. “Los diseños exteriores de las casas también han mejorado mucho con el tiempo -apunta Santiago Muelas-. Hoy domina una tendencia de cubiertas planas y líneas rectas, limpias, que además ha venido a simplificar nuestro trabajo y también nos ha propulsado en el mercado, donde han gustado y mucho nuestros modelos”.
ABS ha sido siempre fiel a su sistema constructivo basado en la madera; un material inmejorable desde los puntos de vista técnico y medioambiental. “Los aserraderos donde compramos la madera proceden de bosques certificados FSC”, afirma César Muelas.
HACIA LOS SIGUIENTES 30 AÑOS
Diana Sánchez tiene una inquietud profesional continua. Responsable de la oficina técnica de ABS, su labor consiste en traducir los proyectos de arquitectura al sistema constructivo de ABS, asegurándose de que los deseos del cliente, la eficiencia energética y los procesos constructivos industrializados confluyan en la vivienda final. En este sentido, Diana afirma que “Trabajar en ABS supone un continuo aprendizaje en una especie de laboratorio privilegiado, donde la mejora continua hace que cada día ensayemos algo nuevo, que desarrollemos una mirada autocrítica como equipo que, finalmente, repercute en que el cliente tenga una vivienda absolutamente excelente” .
La casa-exposición que ABS muestra a sus visitantes es un diseño de Antonio Riaño, fruto de un trabajo pertinaz, cuidando todos los detalles. “Esta casa representa un cambio en la estética de las casas de ABS, que abre el prefabricado de calidad al gran público; posicionado en el presente y con visión de futuro -explica-. Es un espacio agradable, universal, apto para jóvenes y también para los mayores».
Riaño es además director comercial de BUNGLAM, la división de ABS para la fabricación de alojamientos turísticos modulares: “Detectamos que había establecimientos que demandaban un bungalow de más calidad. La atracción de un turismo de naturaleza activó al cliente, con quien supimos conectar gracias a los diseños de nuestras construcciones”.
“El cliente queda deslumbrado cuando nos visita y conoce nuestro producto, un bagaje de más de 700 casas, la fábrica y el equipo humano que conforma la empresa -afirma Haibat Mesto, arquitecta y comercial de American Building System-. Somos conscientes de que estas personas están realizando la inversión más importante de sus vidas, en su vivienda. Trabajamos todos en este sentido, empeñados en mejorar y agradar cada vez más al cliente”.
Consumados 30 años de actividad, con momentos buenos y malos, cambios y altibajos en el mercado, ABS no renuncia a desarrollar su nivel de industrialización y alcanzar la deseada estandarización de varios modelos de casas, con el objetivo de colaborar en promociones de viviendas y de lanzar las suyas propias. “Hemos logrado hacer un gran producto, pero queremos ser aún más eficientes -concluye César Muelas-. Ese es nuestro gran objetivo para 2024”.
