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Con una casa pasiva ahorras un 90% de energía

POLANCO Madera defiende las ventajas de la vivienda sostenible.

En Polanco Madera siguen divulgando las ventajas de la vivienda sostenible. Las casas pasivas utilizan los principios de la arquitectura bioclimática, para intentar reducir al máximo el consumo energético del edificio en calefacción / refrigeración. La diferencia más destacable de las casas pasivas es su gran eficiencia energética: una casa pasiva puede reducir hasta un 80% la factura de la luz.

A nivel estético son exactamente iguales que una casa tradicional y pueden realizarse en cualquier material, aunque algunos materiales, como la madera, son más apropiados para estas construcciones, ya que su comportamiento térmico es mejor. Las casas pasivas son:


Confortables. Su sistema de ventilación suministra de forma imperceptible el aire fresco necesario. Este aire es previamente filtrado en el recuperador de calor y, junto con el alto grado de aislamiento y la homogeneidad de las temperaturas de las superficies que envuelven las estancias evita la formación de humedades y la generación de mohos. Se consigue así un inmejorable confort acústico, térmico y de calidad del aire.


Asequibles. Teniendo en cuenta el ciclo de vida de los edificios los edificios pasivos ahorran dinero. Pueden tener un ligero sobrecoste de su construcción que se compensa en pocos años gracias a la drástica reducción de su demanda de energía.


Sostenibles. Una casa pasiva requiere hasta un 90% menos de energía que un edificio convencional. Esto significa una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Es la única alternativa sostenible frente al resto de construcciones convencionales. Si, además, se realizan en madera, se reducen aún más las emisiones de CO2 y el consumo de agua durante la construcción.

“Nuestro sistema constructivo, el entramado ligero, es la forma más eficiente de conseguir el aislamiento necesario para cumplir el estándar Passivhaus”, afirman desde Polanco Madera.

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