El Grupo Gámiz ha presentado en Architect&Work Madrid un concepto nuevo de muro cortina para fachadas, una creación en la está trabajando con notable éxito por gran parte de Europa, incorporando la madera de roble a este sistema, una especie que hasta hace poco no tenía certificación para incorporarse a este tipo de elementos constructivos, y que ahora ya la tiene.
«Un sistema que habitualmente se utiliza en el interior de las fachadas, con aluminio al exterior, pero que tiende a usarse progresivamente tanto en interiores como en exteriores, incorporando en este caso la Accoya o madera acetilada por sus garantías de durabilidad y estabilidad», afirma Jesús Gámiz, gerente del grupo.
Se trata de un nuevo e innovador sistema que pretende sustituir o combinar -según el caso- al aluminio que se usa en grandes cristaleras, y eso se consigue aportando una mayor calidad al producto y sostenibilidad al elemento constructivo. Esto es, una solución con un alto valor añadido.
Por ello apuestan por una madera que cumple con el requisito de soporte estructural de la fachada y certificada.
Reconoce Jesús Gámiz que en España aún se conoce muy poco este sistema frente al resto de Europa, donde asegura que cada día conforma una opción que ha generado confianza. No obstante, desde la empresa alavesa están convencidos de que se irá introduciendo poco a poco en nuestro país, y para ello ya trabajan de manera conjunta con algunos estudios de arquitectura.
Gámiz tiene clientes en países como Alemania e Inglaterra, detrás de los cuales hay arquitectos de un gran prestigio y reconocimiento. Además, cada vez es más frecuente que empresas vinculadas directamente al aluminio en fachadas accedan también a proyectos en los que se incorpora la madera. “El concepto estético importa, sin duda, y aporta mucho a las fachadas, otorgando una mayor calidez, pero el concepto de sostenibilidad está cada vez más ligado a este tipo de proyectos, y eso no se descuida”, afirma Jesús Gámiz.
Entre los proyectos más recientes realizado por la empresa vasca se sitúa el acometido en el Secretariado General del Parlamento Europeo en Luxemburgo. Trabajan con arquitectos de un alto nivel y exigencia. Para el gerente de Gámiz es prioritario, teniendo en cuenta que están hablando de elementos estructurales donde «la exigencia debe ser máxima en todo lo que afecta a la calidad, auditorías y controles», apunta.
Gámiz cuenta hoy en día con certificación tanto para el roble como para el pino radiata, dos tipos de madera diferentes con dos precios diferentes. Es también el distribuidor de Accoya para toda España.