“El futuro próximo está en las viviendas pasivas de bajo consumo, pero un paso más son las viviendas saludables”.
La arquitectura “sostenible” es su referente, y bajo esta premisa Sonia Hernández-Montaño trabaja en Arquitectura Sana, un estudio del que es fundadora y en el que proyecta sus objetivos.
Tutora del máster de bioconstrucción del IBN-IEB, forma parte de varias asociaciones que promueven una arquitectura saludable.
Para esta arquitecta, experta en bioconstrucción, la madera, sin duda, forma parte de una arquitectura sana.
Sonia Hernández-Montaño tiene claro que la madera proviene de fuentes renovables y “permite la construcción en seco, eludiendo los problemas de humedad de la obra nueva. Si además se evita la presencia de compuestos químicos, favorece la regulación del ambiente interior.
Sonia Hernández-Montaño contempla la madera como “totalmente compatible” con los demás materiales de construcción saludables. Y tiene muy claro que no es excluyente. Por ello, como arquitecta, recomienda sin dudarlo este material “en construcciones que requieren una puesta en obra rápida, cuando se quiera aprovechar sus propiedades de calidez, confort y estética”.
Sonia Hernández-Montaño considera la madera “un material con buenas capacidades térmicas que, combinado con otros materiales aislantes, funciona muy bien bioclimáticamente”.
“El futuro está en las viviendas saludables que consuman el mínimo de recursos, tanto en su puesta en obra como en su vida útil”
Opina que conviene tomar la senda de la construcción sostenible, aunque “falta mucho por hacer, porque la gente desconoce las prestaciones de este material”. Los diseños también deben ser acertados, y las técnicas de construcción apropiadas, es decir, que generen un óptimo ambiente interior, combinando buena temperatura, humedad adecuada, un electroclima adecuado y una saludable composición del aire.
Sonia Hernández-Montaño no considera que el Código Técnico de la Edificación favorezca una arquitectura sana en sí, pero “sí la permite”. En todo caso, es de la opinión de que “los parámetros de una arquitectura saludable no están del todo normalizados. Se necesitan técnicos con más conocimientos y clientes concienciados que sepan diferenciar el “marketing” de lo que realmente es sostenible y saludable”.
“El futuro está en las viviendas saludables que consuman el mínimo de recursos, tanto en su puesta en obra como en su vida útil”, concluye.
Por lo que respecta al futuro inmediato de la Arquitectura en España, su profesión, Sonia Hernández-Montaño piensa que “ha habido mucho cambio en el panorama de la construcción; mucha gente está esperando que vuelvan los tiempos de antes, y personalmente creo que no sucederá. Hay que encaminarse a otras cosas. Parece que el futuro más inmediato está en las viviendas de bajo consumo energético, pero un paso hacia delante es el de las viviendas saludables. Nosotros estamos ya materializando esas realidades”, puntualiza.
Sonia Hernández-Montaño es tutora del master de Bioconstrucción del IBN-IEB y forma parte de diversas asociaciones que promueven una arquitectura saludable.