por

La moda de las puertas lacadas en blanco

Cada vez son más los clientes que se decantan por este tipo de acabado, caracterizado por su brillo y elegancia.

Aunque pocas veces se piense en ello, lo cierto es que las puertas son uno de los elementos más característicos de una estancia. Ya sea en un hogar, en un establecimiento o incluso en un sitio público, a pesar de pasar desapercibidas, en muchas ocasiones son lo que marca la diferencia. Por ello, y por supuesto, también existen modas en el campo de las puertas.

Sea como fuere, parece que las puertas lacadas en blanco están en auge y cada vez son más los clientes que se decantan por este tipo de acabado, caracterizado por su brillo y elegancia. El lacado es una técnica por la que se aplica la pintura con una pistola pulverizadora, de forma que se crean finas capas que aportan resistencia, entre otras ventajas.

VENTAJAS DE LAS PUERTAS BLANCAS LACADAS

Si bien pueden resultar más costosas, las puertas blancas lacadas son elegidas por los clientes debido a sus múltiples ventajas. El factor principal es que son puertas muy resistentes y duraderas, pues las capas de pintura pulverizada actúan como barrera contra la humedad o los cambios de temperatura que suelen debilitar las puertas.

Desde luego, esto son aspectos de los que preocuparse cuando se trata de una puerta de exterior. Pero, incluso para las puertas de interior, son ventajas que acabarán por resultar muy útiles y harán de la inversión en puertas una inversión completamente rentable.

Otras ventajas destacables en este tipo de puertas son la facilidad de mantenimiento, pues se pueden limpiar con un paño mojado en agua y jabón neutro, o incluso su estilo sobrio y elegante. Este es muy útil, pues pega con cualquier decoración y, además, aporta mucha luz y sensación de una estancia más amplia.

DIFERENTES MADERAS PARA PUERTAS LACADAS

Como es bien sabido, las puertas lacadas suelen ser de madera pura en la mayoría de los casos. Sin embargo, también suele utilizarse el conocido como DM (Densidad Media), un material obtenido a partir de madera tratada, triturada y prensada a alta temperatura y presión. Es importante no confundirlo con el aglomerado, con una calidad bastante inferior que el DM, un precio también menor y con un acabado menos liso y homogéneo.

El objetivo principal de uso de estos dos materiales es su acabado liso y suave, mucho más adecuado para pulverizar la laca después. Por ese mismo motivo, se tiende a evitar el uso de maderas como la del roble, pues son demasiado porosas y con ellas es difícil conseguir ese acabado liso y uniforme.

Al contrario, se busca utilizar maderas con una superficie menos porosa y más densas, con una superficie uniforme y de grano fino, como el haya, el abedul o el aliso. Otra opción más sostenible son las puertas de madera de Pino, una madera caracterizada principalmente por la gran variedad de especies que se pueden encontrar. En la misma línea, se eligen normalmente aquellas de grano menos basto y sin demasiados nudos. En este caso, la elección de la pieza es esencial.

LOS ESTILOS MAS DEMANDADOS

Y de la misma manera que se utilizan diferentes tipos de madera para conseguir que el acabado sea el mejor, después se pueden dar distintas formas y estilos a las puertas por una cuestión puramente estética. Como se apuntaba al inicio, las puertas tienen el poder de pasar desapercibidas al mismo tiempo que marcan el carácter de una estancia.

Las últimas tendencias marcan que las puertas lacadas en blanco son de las más escogidas por los clientes. Sin embargo, cada vez hay más adeptos a la idea de volver a lo natural y prefieren escoger las nuevas puertas de madera estilo granero, mucho más originales y llamativas.

Este tipo de puertas suelen estar fabricadas en madera maciza, por lo que son mucho más pesadas, pero también más resistentes. En la actualidad, el estilo granero ha dejado de ser algo tosco, para dejar paso a una línea mucho más cuidada y sofisticada, que no pierde su esencia natural.

Por último, un elemento muy demandado en los últimos tiempos es el cristal combinado con las puertas lacadas. Se puede añadir con formas simples, como cuadrados o rectángulos, o incluso con otras formas más elaboradas, decoraciones y cristales de diferentes colores. El objetivo principal es dejar pasar la luz y añadir todavía más claridad y sensación de amplitud en la estancia.

Lo que parece claro es que, a fin de cuentas, una puerta es algo en lo que es importante reparar a la hora de decidir la estética final de una estancia. Ya sea con un lacado en blanco, de madera maciza, con un estilo más sobrio o uno más recargado, lo valioso es volcar en la puerta la esencia de la estancia. Recuerda que, aunque puede pasar desapercibida, es uno de los elementos principales.