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Galicia plantó en el 2022 la superficie más alta de pino de los últimos 15 años

Las coníferas recuperan atractivo para el propietario forestal.

Las coníferas recuperaron atractivo para el propietario forestal por los mayores precios de su madera y las perspectivas de una demanda creciente para usos de alto valor añadido. La comercialización de planta con mejora genética se eleva a un 47% del total, cuando en el 2019 representaba menos del 7% de la planta producida.

El pino consolidó en el 2022 la tendencia a un protagonismo en ascenso en las plantaciones forestales gallegas. Durante el último año, las plantaciones de pino crecieron un 17,6% en comparación con la media de los tres años anteriores (2019-2021). En total, en el 2022 se plantaron 4.832 hectáreas de coníferas, la cifra más alta de los últimos 15 años.

El aumento de precios de la madera de pino a partir del 2021, que llegó a ser de hasta un 40-50% en madera de calidad, hizo que las coníferas incrementaran atractivo para el propietario forestal. La recuperación del mercado de pino llegó además para quedarse, pues las perspectivas internacionales apuntan a una demanda creciente y estable a lo largo de las próximas décadas.

Este escenario coincide con el impulso que la Fundación Arume le está dando al pino en Galicia. Creada en el 2019, a partir de un acuerdo previo del otoño del 2018, la Fundación Arume, en la que participa toda la cadena del pino de la comunidad, está trabajando desde entonces en cuatro ejes: mejora genética, restauración de montes y silvicultura, marca (Pino de Galicia) y formación.

Instante de la reunión del Patronato de la Fundación ARUME, recientemente en Santiago

La creación de la Fundación Arume supuso un salto para las coníferas en la comunidad, pues se pasó de años que estaban por debajo de las 400 hectáreas plantadas (2016 y 2017) o ligeramente por encima (419 hectáreas en el 2018) a las cifras de los últimos años, con una media de 4.288 hectáreas anuales plantadas en el periodo 2019-2022. El último año, además, presenta las mejores cifras de toda la serie histórica de los últimos 15 años, con 4.832 hectáreas y más de 6 millones de plantas producidas en los viveros forestales gallegos.

MEJORA GENÉTICA

Un segundo elemento a destacar es la tendencia creciente a incorporar planta con mejora genética en las plantaciones forestales. En el 2022, un 47% de la planta empleada corresponde a las dos categorías genéticas superiores (cualificada y controlada), cuando en el 2019 ese porcentaje no llegaba al 7%. Está siendo decisivo, en este sentido, el programa de reproducción vegetativa de planta mejorada que impulsó la Fundación Arume en colaboración con la Consellería de Medio Rural (Agencia Gallega de Calidad Alimentaria) y con cinco viveros forestales gallegos.

De cara a el futuro, la perspectiva es que la planta mayoritaria presente mejora genética, bien de la categoría de material controlado, bien de la categoría de material cualificado. 

El material controlado es la categoría superior de mejora genética y se corresponde con planta que fue sometida a ensayos comparativos que garantizan una mejora en crecimiento y calidad en relación a la planta de las categorías genéticas inferiores (identificada y seleccionada). La planta con etiqueta cualificada es aquella que procede de huertos semilleros con individuos seleccionados por cumplir unos requisitos a nivel fenotípico.