La quinta edición del monográfico forestal Galiforest Abanca, el cual se llevará a cabo del 28 al 30 de junio en el monte e instalaciones del Centro de Formación e Experimentación Agroforestal de Sergude (Boqueixón), reconocerá nuevos proyectos del sector orientados a su mejora desde distintos puntos de vista.
Será a través de su Concurso de Innovación Tecnológica «Galiforest Abanca 2018», el cual premiará las máquinas, productos, servicios y procesos presentes que destaquen por su diseño, calidad de trabajo y prestaciones, de entre el conjunto que realizan el mismo proceso. La Feira Internacional de Galicia ABANCA, organizadora del certamen con el apoyo de la Xunta de Galicia a través de las consellerías de Economía, Emprego e Industria y do Medio Rural, pretende así contribuir al fomento del I+D+i en el sector forestal.
En esta edición se valorarán 11 innovaciones, entre las que figuran dos cabezales taladores, dos procesadoras, un camión astillador, un centro de producción de leña para quema, una rajadora horizontal progresiva, un sistema de embalaje de leña, una trituradora híbrida y dos tipos de neumáticos forestales.
El jurado tendrá en cuenta las mejoras significativas en los materiales, fiabilidad, sostenibilidad, seguridad en el trabajo o ergonomía.
Para su reconocimiento el jurado de expertos del Concurso tendrá en cuenta las mejoras significativas en algún aspecto importante de su aplicación, tales como materiales, fiabilidad, sostenibilidad, seguridad en el trabajo o ergonomía.
Las novedades que concurren a este Concurso de Innovación, y también muchas otras presentadas por las empresas participantes en esta edición, estarán en el área de exposición del monográfico.
PREMIOS
El Concurso concederá el Premio de Innovación Galiforest Abanca 2018 y menciones especiales. Estos galardones se darán a conocer y serán entregados en la jornada inaugural del monográfico, el 28 de junio.
En la pasada edición, celebrada de 30 de junio a 2 de julio, el ganador fue un sistema de control inteligente de grúa en autocargador que permitía que el trabajo del operador fuera más fácil, ya que la prolonga de la grúa trabajaba de forma automática sin ser necesaria su intervención, lo que mejoraba tanto la ergonomía del maquinista como la eficiencia de la máquina.
También se habían concedido dos menciones. Una de ellas había sido para un subsolador de disco, desarrollado de cara a la apertura de sucos en la tierra para posteriormente plantar árboles, el cual permitía de una forma sencilla y con bajo coste económico la reforestación en determinados terrenos, con una mayor eficiencia y sin atascarse en posibles obstáculos enterrados. La otra mención se concedió a un cabezal talador de sierra que posibilitaba la tala y recolección de árboles de pequeña dimensión, pudiendo hacer más de una tala y acumulando lo recogido antes de su deposición sobre el suelo.