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La industria gallega de la madera prevé una disminución del 26% en su facturación

Según un estudio realizado por EE Forestal y la Xunta de Galicia.

La industria maderera en Galicia pronostica que su facturación este año será un 26% menor que en 2019 debido a los efectos que la crisis COVID-19 está teniendo en su actividad. Este es uno de los principales resultados de una encuesta realizada por la Escuela de Ingeniería Forestal y la Agencia Gallega de la Industria Forestal (Xera) en 117 empresas del sector.

El estudio, presentado en el seminario virtual Desafíos de la industria forestal post-COVID-19, también mostró que esta crisis de salud, que ha afectado negativamente al 95% de las empresas, ha provocado que la mayoría de sus actividades se retrasen, pero no se detengan. Asimismo, las empresas que participaron en esta encuesta señalaron la incertidumbre derivada de esta situación y una hipotética caída de la demanda, como sus «principales preocupaciones», según explicó el director de EE Forestal, Juan Picos, en el seminario realizado a través del Campus remoto de la Universidad de Vigo y que contó con las intervenciones del rector, Manuel Reigosa, y el consejero de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde.

También participaron diferentes representantes del sector, junto con el director de Xera, Ignacio Lema, en un seminario que sirvió para dar a conocer los resultados de una encuesta llevada a cabo en la primera quincena de este mes y que reunió las respuestas de empresas de diferentes subsectores, con una facturación conjunta de más de 800 millones de euros por año. «Estamos hablando de un sector capilar para la economía de Galicia, proactivo y futuro», dijo el director de EE Forestal, mientras que Reigosa enfatizó el importante papel de esta escuela en términos de investigación y transferencia y cómo pone «sus capacidades a disposición de toda Galicia».

En la apertura del evento, el rector recordó que «hablar de la industria forestal es hablar de uno de nuestros puntos fuertes», un aspecto que también afectó a Conde, quien recordó que, más allá de la crisis, la industria de la madera «puede tener muchas oportunidades», tanto en el campo de la «bioeconomía y el desarrollo de nuevos materiales», como cuando se responde a la demanda de materiales sanitarios y «transformación de espacios», lo que está forzando esta crisis de salud. Por lo tanto, el consejero destacó la «descripción de la realidad», que es un estudio, «único en España», que «le permite escuchar al sector» y es una «herramienta muy útil» para la administración regional.

UNA CRISIS QUE HA REDUCIDO LA ROTACIÓN EN UN TERCIO

El 98% de las empresas que participaron en el estudio declararon que esta crisis les afectó «negativa o muy negativamente» lo cual, como explicó Picos, mostró que la situación generada por COVID-19 tuvo efectos negativos en la industria en general, independientemente de su tamaño de empresas, aunque también ha habido casos de empresas cuya demanda ha aumentado, en el caso específico de los «subsectores» de pulpa y biomasa. En términos de actividad, solo el 4% de las empresas encuestadas se vieron obligadas a detenerse, pero alrededor del 70% vio «cómo el trabajo disminuyó mucho», mientras que solo el 15% reconoció mantener una actividad normal y el 2% dijo que incluso aumentó en este período.

Con respecto a los efectos de la crisis en su facturación, el estudio sitúa en un 26% la disminución que las empresas esperan sufrir este año en comparación con 2019, mientras que en términos de cómo varió su volumen de ingresos entre marzo y abril de este año y el año pasado, la disminución promedio fue del 35%, «lo cual es una caída significativa», como reconoció Picos. A pesar de esto, «aproximadamente un tercio de las empresas asumen que mantendrán las inversiones planificadas para este año e incluso el 7% espera aumentarlas«, dijo el director de EE Forestal.

PREOCUPADO POR LA CAÍDA DE LA DEMANDA

Con respecto a las «amenazas» que la crisis representará para esta industria, «casi todos suponen que la mayor amenaza es la incertidumbre» que surge de esta situación, y la caída de la demanda es la segunda variable más prominente, por encima de la propia continuidad de la compañía. «Esto tiene mucho que ver con la filosofía del sector, no significa que no habrá problemas para la continuidad del negocio, pero es un sector mucho menos volátil que otros, que llegó para quedarse y hará todo lo posible para continuar operando», expresó Juan Picos. De hecho, cuando se les preguntó si consideraban que era necesario llevar a cabo «algún cambio estratégico», el 64% de las empresas vieron la necesidad de «reorientar su actividad», lo que demuestra, agregó, que «es un sector proactivo a la hora de buscar soluciones y alternativas».

Por otro lado, la encuesta mostró que el 46% de las empresas no solicitaron ninguna de las ayudas implementadas por las diferentes administraciones, y quienes sí lo hicieron, optaron principalmente, en el 60% de los casos, por préstamos ICO. Solo el 11% de las empresas encuestadas presentaron un Expediente de Regulación de Empleo Temporal, que, en la industria en su conjunto, fue solicitado por un total de 270 empresas, que afecta a 228.450 trabajadores.

El estudio también buscó saber qué medidas han tomado las empresas del sector debido a esta crisis de salud, de las cuales «una de las más relevantes fueron los cambios en la relación con los clientes y proveedores, algo que probablemente tenga un impacto a más largo plazo». señaló Picos. Por último, el director de EE Forestal destacó la importancia para la economía gallega en su conjunto de una industria «a la que más de 80 sectores y subsectores venden productos y que a su vez compra otros 60». En el mismo sentido, enfatizó el importante papel que puede desempeñar la industria para «ayudar a Galicia a aprovechar el Acuerdo Verde Europeo», lo que la ha llevado a centrarse en la necesidad de una política de apoyo a largo plazo que permita demanda y garantiza su continuidad.