Este domingo la localidad de Elche de la Sierra (Albacete) volverá a lucir engalanada con alfombras de serrín. Una festividad que se realiza con motivo del Corpus Christi y que fue declarada de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural.
Fue hace más de 50 años, en 1964, cuando en la madrugada del 18 de mayo, 10 mozos de Elche de la Sierra, salieron a escondidas de sus casas y realizaron una alfombra de viruta de colores a lo largo del recorrido de la procesión del Corpus, sorprendiendo a todos los vecinos.
La idea surgió de Francisco Carcelén, que en uno de sus viajes a Cataluña contempló las alfombras de flores que allí se realizaban en un barrio de Tarrasa. Al llegar a Elche de la Sierra pensó que se podía hacer lo mismo pero aprovechando los excedentes de viruta que existían, ya que la localidad siempre ha estado muy relacionada al sector de la madera y muchos oficios estaban relacionados con ello.
“Él tenía una tienda de ropa, por lo que pensó que con esos tintes de la ropa podía teñir perfectamente el serrín”, explica Estela Suárez, presidenta de la Asociación Alfombras de Serrín de Elche de la Sierra. Desde aquella noche, los vecinos del pueblo comenzaron a vivir de otra forma el Corpus, convirtiéndolo en una tradición que se mantiene con gran arraigo hasta nuestros días.
En la actualidad, en la Asociación hay más de 600 alfombristas. “Es increíble como con un material tan humilde como el serrín se realizan verdaderas obras de arte”, destaca su presidenta. Y es que en cada una de las alfombras trabajan el domingo de madrugada entre 20 y 25 personas, que están durante la noche para que a las 09,00 de la mañana pueda estar la obra terminada y que los vecinos y visitantes la puedan contemplar.
UNOS 5.000 KILOS DE SERRÍN
En la elaboración de las alfombras se utilizan cada año unos 5.000 kilos de serrín. Antaño se utilizaba el que se iba guardando en las serrerías y las carpinterías del municipio. Ahora solo queda en activo una serrería, por lo que parte del serrín es de ahí y el resto se compra fuera de Elche de la Sierra.
“Trabajamos con serrín y con viruta, las alfombras no tienen ningún otro elemento, aunque hay en sitios que también utilizan cáscaras de huevo, posos de café o flores”, apunta Suárez. “El serrín también tiene que ser de pino, no utilizamos de otro tipo de madera”, apunta.
En total, el recorrido de la procesión del Corpus se divide en 25 alfombras y tres plazas, de cada una de ellas se encarga una de las peñas del municipio. “Con las alfombras terminadas, los visitantes votan la que más les ha gustado, eso vale para el próximo año, ya que según hayan quedado las peñas eligen que tramo hacer al próximo año”, cuenta la presidenta de la Asociación.
Ese ranking responde a que antaño no todas las calles del pueblo estaban asfaltadas o adoquinadas, por lo que había unas que presentaban más problemas que otras a la hora de hacer las alfombras. “Ahora ya no pasa eso, pero sí que hay calles principales en las que las alfombras se lucen más que en otras, o son más grandes, están en llano… y es más fácil trabajarlas”, añade Suárez.
Este año, por ejemplo, serán los hijos de Francisco Carcelén, quien llevó la tradición a Elche de la Sierra, quien se encarguen de elaborar la alfombra del Altar Mayor. ”Será algo muy bonito. Es una alfombra que se ve mucho, ya que coincide con el final de la procesión», concluye la presidenta de la Asociación.
Además, para Elche de La Sierra este año también es especial ya que acogerá, gracias a sus alfombras, el VII Congreso Internacional de Arte Efímero, que traerá a este bello pueblo albaceteño a unos 200 congresistas de todo el mundo.
Un reportaje de David López Corralo