por

Las choperas, grandes aliadas en la lucha contra el cambio climático

En Castilla y León se concentran dos tercios de la superficie total de choperas de España.

Este mes de diciembre se está celebrando en Madrid la Cumbre del Clima con el objetivo de hacer frente a uno de los mayores retos que tiene ante sí la humanidad: la lucha contra el cambio climático. Las plantaciones de chopos son unas grandes aliadas naturales, tal y como reconocen incluso la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) y el Ministerio para la Transición Ecológica que dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 propone promover el cultivo de este tipo de árboles en sustitución de otros cultivos en zonas inundables.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (WMO) la concentración de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera han alcanzado máximos históricos. Y no hay indicios de que esta tendencia, que está desencadenando un cambio climático a largo plazo, vaya a invertirse.

Según la OMM la concentración de dióxido de carbono (CO2) ha pasado de 401 partes por millón en 2015 a 405,5 en 2017. La ciencia en este sentido es clara: si no reducimos rápidamente las emisiones de CO2 y de otros gases de efecto invernadero el cambio climático tendrá efectos cada vez más destructivos en irreversibles en la vida del Planeta.

Ante este escenario los habitantes del planeta tenemos que poner todos los medios a nuestro alcance para poner freno a esta situación. Y una de estas soluciones la tenemos en el propio hábitat natural. Las plantaciones forestales capturan CO2 transformándolo y reteniéndolo en sus tejidos en forma de carbono. El potencial de estas plantaciones en la lucha contra el cambio climático es enorme. Este artículo publicado recientemente en la revista Science calcula que mediante la reforestación se pueden capturar 200 gigatones de carbono. Esto representa nada más y nada menos un 25% del CO2 que hay en la atmósfera actualmente y 2/3 de las emisiones antrópicas.

Obviamente, como indican numerosos científicos, esta no puede ser la única solución y su efecto no es inmediato, ya que este tipo de iniciativas deben de estar acompañadas de una disminución de las emisiones a corto y medio plazo. Sin embargo, está completamente demostrada la importancia del importante papel que pueden jugar las plantaciones forestales en la lucha contra el cambio climático.

Y dentro de las plantaciones arbóreas, las choperas cuentan con un enorme potencial en la lucha contra el cambio climático en España gracias a su rápido crecimiento y al empleo de su madera en productos de valor añadido con un largo ciclo de vida, como es el tablero contrachapado.

Entre las principales especies forestales que se dan en España y, especialmente, en Castilla y León el chopo destaca sobre el resto por su potencial de absorción de CO2, de acuerdo a los datos del Ministerio para la Transición Ecológica. En Castilla y León se concentran 2/3 de la superficie total de choperas de España. Un chopo absorbe 20 veces más CO2 que un pino silvestre (Pinus sylvestris) o que una encina (Quercus ilexI), que son la conífera y frondosa más abundantes en esta Comunidad Autónoma.

El principal producto obtenido a partir de la madera de chopo en España es el tablero contrachapado. Pues bien; se calcula que la madera empleada para producir un metro cúbico de tablero contrachapado de chopo Efficiency Poplar habría capturado 793 kg de CO2, según se puede comprobar en este gráfico realizado con los datos de Föra, una consultora nacida en la Universidad de Valladolid especializada en el sector forestal. A modo de comparativa, y para que nos hagamos una idea, esto equivale a capturar las emisiones de unos 3.000 km de viaje en coche.