La encuesta sobre el tercer trimestre de 2012, realizada por ACIMALL (patronal italiana de la maquinaria para la madera) confirma una vez más la situación que ha sido característica de este sector desde hace mucho tiempo.
Con el consumo estancado, una alta presión fiscal y una industria del mueble y la carpintería dominada por pequeñas y medianas empresas, el apoyo insuficiente a las inversiones y los procesos de innovación inevitablemente tienen un impacto negativo y demoran la más mínima posibilidad de recuperación. El índice de pedidos nacionales registra un mínimo histórico desde 2002.
Al otro lado de la frontera, algunos mercados están alegres, otros menos receptivos, con distintas alternativas: algunos países emergentes están registrando una importante reducción en su actividad este año, mientras que los países hasta ahora menos activos están mostrando signos de creciente demanda.
La encuesta de tendencias elaborada por la Oficina de Estudios de ACIMALL indica que las ventas de maquinaria y herramientas italianas para trabajar la madera se redujeron en un 3,7 por ciento en el tercer trimestre de 2012, en comparación con el mismo período del año pasado.
Los pedidos del extranjero subieron un 3,1 por ciento, lo cual no es suficiente para compensar la reducción del 25,2 por ciento en el mercado nacional.
El libro de órdenes se extiende por dos meses aproximadamente, con un incremento de precios en torno a un 1 por ciento desde el comienzo del año.
El empleo se ha estabilizado, de acuerdo con el 68 por ciento de los entrevistados. Ha disminuido según un 24 por ciento y ha aumentado a juicio de un 8 por ciento. Las acciones son estables según el 44 por ciento, disminuyendo según un 40 por ciento y aumentando en opinión de un 16 por ciento.
Según ACIMALL, a corto plazo es evidente que habrá que esperar al menos hasta 2013 para ver la recuperación del mercado italiano, se observará más optimismo en los mercados extranjeros, que crecerán en el corto plazo según el 32 por ciento de la muestra, mientras que el 52 por ciento espera una tendencia hacia la estabilidad de esos mercados. El restante 16 por ciento espera una caída de los mismos.
El mercado interno caerá aún más; de acuerdo con el 56 por ciento de los encuestados. Un 32 de los mismos apuestan por la estabilización, y un 12 por ciento espera un crecimiento en el corto plazo.