El de carpintero es uno de los oficios más viejos y nobles del mundo. Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha sabido trabajar la madera que le ofrecían los árboles para dotarse de objetos útiles, como muebles, juguetes, herramientas de caza o, incluso, casas. Ese noble empeño ha sido determinante en el desarrollo de la especie, pues ha permitido la creación de objetos imprescindibles: las primeras ruedas fueron de madera, igual que lo eran las armas que a los seres humanos pasar de recolectores a cazadores.
Hoy en día, este oficio ha evolucionado hasta convertirse en una especialidad que requiere para su desempeño no sólo de habilidad, pericia, técnica y aptitud, sino también de un conjunto de herramientas que garantizan la precisión del trabajo. Si eres carpintero o profesional de sector lo sabrás: las herramientas son lo más importante, y es esencial disponer de un almacén cómodo y seguro como los que ofrece trastering.es.
¿Qué necesita un carpintero?
Como decíamos, las herramientas son las manos del carpintero. No es posible tallar, moldear y, en general, trabajar la madera, sin un amplio juego de herramientas. Estas van desde las clásicas (lápiz, escuadra, cartabón, lija, martillo, tornillos, clavos, brocha, cepillo, prensa, pegamento, sierra, torno) a las herramientas que se incorporaron al oficio poco a poco, especialmente a partir de la revolución industrial. A saber: lijadoras, radiales, rebajadoras… La lista podría ser amplísima.
Todo este instrumental ocupa un volumen considerable, y en el contexto actual de altos precios de locales e inmuebles, por ejemplo en provincias como Barcelona, es de vital importancia disponer de un almacén que ofrezcan al profesional de la carpintería todas las ventajas posibles para guardar y acceder al material que no está siempre en uso en el taller.
¿Qué características debe tener un almacén para carpinteros?
Aquí vamos a ofrecerte algunas pistas de cuáles creemos que pueden ser las características más apropiadas de un almacén para un carpintero:
- Debe ser práctico. No es conveniente que cada vez que necesites recuperar un material o unas herramientas, o depositar unos muebles, debes dedicar varios minutos a circular por un interminable laberinto lleno de curvas y recovecos. Por eso, nuestro consejo es que un almacén para carpintero esté siempre en planta baja, que puedas aparcar delante para cargar y descargar y que el acceso sea lo más amplio posible: 365 días al año prácticamente a cualquier hora.
- Debe ser seguro. Por razones obvias. El material y las herramientas del carpintero son su propiedad profesional más preciada. Sin ellas no puede desarrollar su oficio. No se trata solo de que ofrezcan garantías para evitar los robos, sino de que estén a salvo de inundaciones o incendios y que garanticen, por ejemplo, condiciones de estanqueidad que pongan a salvo de humedades a los muebles.
- Deben ser unos almacenes que ofrezcan un rango de amplitud conveniente a las necesidades de un carpintero. Los propietarios de trasteros suelen trabajar con modelos estándar, pero de nada sirve un almacén minúsculo donde no puedas depositar los materiales de un trabajo, y probablemente tampoco te convenga tener un amplio espacio, pero desaprovechado. Por eso, busca empresas que ofrezcan varios tamaños.
Pero si ya dispones de un solar o un espacio, quizá lo que más te convenga sea optar por un container. En todo caso, tus herramientas se merecerán siempre el mejor lugar para estar siempre listas para otra jornada de trabajo.