por

Antonio Baixauli: «Adaptar la formación a la realidad es irrenunciable»

El patronato de la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble, presidido por el empresario valenciano, celebró el pasado 7 de marzo su tercera reunión, con el fin de afianzar las bases de su programa de trabajo.

La prioridad es detectar las necesidades reales del sector, en cuanto a formación, prevención y promoción.

 

«Urge echar a andar, porque el sector arrastra problemas estructurales que le han llevado a perder la mitad de sus empresas durante la crisis -afirma Antonio Baixauli-. La caída del empleo se ha precipitado en la misma proporción, mientras las ayudas que llegaban de distintas administraciones se han diluido casi absolutamente».

 

¿Puede contribuir la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble a reactivar el sector?

 

Eso esperamos. De hecho, el escenario que he descrito ha precipitado la urgencia por activar la Fundación. Empresarios y trabajadores podemos salvarnos, si trabajamos juntos. Como prioridad, adaptar la formación a la realidad es irrenunciable. Asimismo, son inseparables los campos de la prevención y la promoción; esto es, comunicar a la sociedad nuestros logros.

 

¿Qué primeros pasos se han dado ya en este sentido?

 

Ya hemos iniciado los contactos con los institutos tecnológicos y con los centros de formación profesional donde se imparte la rama madera-mueble. Asimismo, trabajamos con numerosas empresas afines a nuestro sector, que ya han demostrado en acciones pasadas que conocen nuestra idiosincrasia y nuestras necesidades y urgencias. Sobre la experiencia de todos, aspiramos a remodelar, redimensionar y reorientar los planes de estudios para tratar de hacerlos más útiles y eficaces.

 

En cuanto a prevención el camino es más breve, ya que casi todo está legislado. Debemos esmerarnos en la correcta y ágil implantación de esa legislación. La seguridad en el trabajo, en gran parte desarrollada por las mutuas laborales, además de evitar accidentes a los trabajadores, hace más rentable una empresa. No debo recordar que esta parte de nuestra labor es fundamental.

 

Y finalmente, cuidando al extremo los escasos recursos de que disponemos, hemos de llegar a la sociedad (especialmente a la gente joven), mediante la promoción. Derribando los prejuicios que tachan al sector de la madera y el mueble de «trasnochado y sin futuro». Porque es justo al contrario: nuestro sector garantiza a sus empresarios y trabajadores una profesión moderna, atractiva y segura. Porque abre de par en par los mundos del diseño, la tecnología y el cuidado del medio ambiente; parcelas a tener muy en cuenta en un futuro inmediato.

 

¿Cuándo emerge realmente la iniciativa de la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble?

 

Oficialmente se creó en 2011, pero ya cuando se firmó el tercer convenio de la madera se pusieron las bases para erigirla. El cuarto convenio estatal ha supuesto la ignición definitiva de este proyecto, precisamente cuando es ineludible afrontar los problemas de empleo, demanda y competitividad en nuestras empresas.

 

¿Sigue la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble la estela de lo ya conseguido por la Fundación Laboral de la Construcción?

 

Indudablemente, la experiencia acumulada por la Fundación Laboral de la Construcción nos ha de servir de guía. Y gracias a eso, nosotros tenemos mucho camino recorrido. Debemos aprender de lo que les resultó positivo, y obviar aquellas cosas que les salieron mal. Por supuesto, incorporando y adaptando iniciativas específicas para nuestra actividad. Lo que es indiscutible es que la Fundación Laboral de la Construcción es una herramienta muy eficaz para aquel sector.

 

¿Qué puede hacer la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble por mejorar la formación de los trabajadores, actuales y futuros, del sector?

 

Al margen de la formación que nos viene marcada desde las administraciones, nosotros debemos pulsar qué es lo que ahora y en breve va a hacer falta a nuestras empresas, de cara a conformar una estrategia válida para el sector; no porque la imponga el patronato, sino porque vendrá trazada desde la base; a partir de la opinión de los empresarios y los trabajadores.

 

Cuando contemos con un esquema de formación eficaz, tendremos la oportunidad de relanzar el sector de la madera y el mueble, de cara a un futuro mejor.
Incluso con una economía austera, podemos ponerlo en marcha.

 

¿Está representado en la Fundación el colectivo del profesorado de la formación profesional de la rama madera-mueble?

 

CONFEMADERA HABITAT y PROFEMADERA tienen un convenio de colaboración y trabajan conjuntamente en varias iniciativas. No cabe duda que hará falta contar con la opinión y el trabajo de los expertos a la hora de desarrollar, adaptar y perfeccionar los planes de estudios. La Fundación se apoyará mucho en el profesorado, así como en los empresarios y trabajadores más experimentados y dispuestos a cooperar en este magno proyecto.

 

¿Cuándo veremos generalizada tarjeta profesional para los trabajadores del sector de la madera y mueble?

 

El compromiso de la Fundación es hacer fluido y sencillo el proceso para obtenerla. Tengo que agradecer a la Fundación Laboral de la Construcción que nos ha orientado y asesorado en este sentido. Actualmente, estamos homologando centros que puedan impartir la formación que se requiere para optar a tener la tarjeta profesional.

 

Al margen de esto, desde el sector se está trabajando para que se reconozca la experiencia de trabajadores que llevan años en activo y no tienen ninguna acreditación, de modo que se certifiquen las competencias adquiridas a lo largo de los años de trabajo. Ésta es una de las líneas a seguir por la Fundación.
Parece ser que el modelo de financiación de la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble ha levantado alguna astilla…

 

Es indudable que en estos momentos, cualquier cosa que suponga un gasto para las empresas no es bienvenido. Pero hemos de convencer a nuestro sector de que la pequeña cuota que se va a pagar no es un gasto, sino una inversión. Debemos demostrar mediante nuestra actuación y resultados que esto es así.

 

Antonio Baixauli, quien presidiera FEVAMA y FEOEIM (actual FEDERMUEBLE) se pone ahora al frente de la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble. ¿Es un reto para Vd.? ¿Una ilusión? ¿Un compromiso con su sector?

 

Buena o mala, experiencia tengo y mucha en el ámbito del asociacionismo. He afrontado todas las responsabilidades de mi actividad representativa dentro del sector con mucha ilusión. Pero la Fundación, como tal vez se trata de mi último reto, genera en mí aún más ilusión y más responsabilidad. He vivido muchos años de evolución y transformación del sector de la madera y el mueble, sus mejores momentos y también los peores, y veo que esta herramienta es necesaria. Había que ponerla en marcha. Yo lo hago, sinceramente, deseando el progreso y el mejor futuro para nuestro sector.

 

¿Llega la Fundación demasiado tarde?

 

Todo llega en su momento. Si no surgió antes es porque había otras herramientas u otras iniciativas por delante. Siendo yo presidente de FEVAMA, pusimos en marcha el primer instituto tecnológico de la madera y el mueble en España. También pensábamos que podía llegar tarde. Y sin embargo llegó cuando tocó, hizo y aun hoy continúa realizando una importante labor para nuestro sector. Si no existiera, deberíamos crearlo hoy mismo.

 

Con los sindicatos es mejor hablar antes y durante, que después de los problemas, ¿verdad?

 

Yo soy de los convencidos que los sindicatos hacen falta. Porque sería muy complicado que cada cual negociara su marco laboral, individualmente. Mientras no se invente otra cosa, no hay mejor herramienta para canalizar las necesidades, opiniones y reivindicaciones de los trabajadores que el sindicato. Mantener una fluida comunicación con ellos es positivo para el empresario. De ninguna manera es posible imaginar el éxito de la Fundación Laboral de la Madera y el Mueble sin su aportación. He vivido muchos convenios, negociaciones, huelgas y también momentos de déficit y excedente de personal en las empresas. Mi conclusión es que el mejor camino para resolver los problemas es diálogo, diálogo y diálogo. Al final, siempre se llega a un acuerdo.