Una etiqueta adherida al ordenador portátil sirve para saber en todo momento la ubicación del portatil y a qué destino llega, garantizando la transparencia y facilitando la gestión del inventario global. El etiquetaje se realiza tanto físicamente con la etiqueta, como a través de un código QR, que se deja reflejado dentro de la red social en www.labdoo.org. Su seguimiento da confianza y tranquilidad a quien cede el portátil para ayudar a los demás.
Con o sin internet, los ordenadores sirven a los niños y niñas para comunicarse y reforzar su base formativa, a partir de los programas residentes educativos de cada centro-explica Vicente Hontangas, presidente del Rotary E-Club del Distrito 2202. Los beneficiados son niños y niñas en zonas rurales de todo el mundo con escasos medios educativos. Alcanzando la cifra creciente de presencia en más de 60 paises.
El objetivo del proyecto LABDOO, que a través del Rotary E-club del Distrito 2202, de la mano de JORDI ROS-alma y dinamizador del proyecto Labdoo-y miembro del Rotary E-Club del Distrito 2202, es marcadamente social y polarizado en torno al futuro de todos, que son los niños. «La fibra más sensible reside en su aprendizaje, para lo cual necesitan herramientas. A través de acciones como ésta, conseguimos reforzar su formación y aprendizaje. Es un regalo que colaborativamente todos podemos ofrecer para conseguir una buena base en su formación. Cuesta poco y sirve para muchos».