La industria forestal y maderera alcanzó una facturación combinada de aproximadamente 2.300 millones de euros en 2018, un 2% más que en el año anterior, y presentó cifras récord para las exportaciones, con más de 900 millones de facturación. Estos son algunos de los datos recogidos en el informe La cadena forestal-maderera de Galicia 2018 , promovido por la Agencia Gallega de la Industria Forestal (Xera) de la Xunta de Galicia y coordinado por el director de la Escuela de Ingeniería Forestal, Juan Picos.
El informe, «que trata de recopilar algunas de las cantidades básicas de la cadena forestal-maderera», como explicó Picos, fue presentado en la escuela en un acto al que asistieron el Consejero de Economía, Empleo e Industria de la Xunta de Galicia, Francisco Conde; el vicerrector del campus, Jorge Soto, y el director de Xera, Ignacio Lema, así como diferentes representantes de esta industria.
Esto es, dijo Conde, «un sector que continúa generando empleo, un 4,8% más que el año anterior, y que está estrechamente relacionado con el desarrollo rural». El consejero también subrayó la importancia que la industria forestal y maderera «debe tener en el nuevo paradigma de la economía circular y la bioeconomía», un aspecto que también afectó a Soto, quien enfatizó el carácter «estratégico» del sector para Galicia.
CONSOLIDACIÓN DESPUÉS DE LA CRISIS
«Quizás lo más notable del año 2018 es que no hay noticias sobre las tendencias de 2017, que fueron las de la consolidación en los últimos años de la crisis», dijo Picos sobre un informe que explica cómo, el año pasado, la facturación de esta industria superó esas 2.300 millones, con un crecimiento del 2% que es, sin embargo, más bajo que las tasas de crecimiento de los últimos años, según el informe.
Con respecto a los segmentos de negocio, la industria de tableros y pulpa mejoró su facturación en un 9%, superando la facturación de 1.000 millones de euros. El aserrío representó 384 millones, un aumento del 8%, mientras que el área de utilización forestal aumentó en un 2%, con un volumen de actividad de 462 millones en un año que registró en Galicia «un nuevo récord» en registros, de unos 10 millones de metros cúbicos.
LAS EXPORTACIONES CRECIERON EN 2018 Y BAJARÁN EN 2019
En 2019, las exportaciones de todos los productos forestales-productos madereros aumentaron un 4,6% en 2018 hasta alcanzar los 900 millones de euros, siendo el 90% de los casos en diferentes países europeos los principales mercados. Específicamente, las exportaciones de madera o rollo aumentaron un 23%, los productos de pulpa y papel crecieron un 12,9% y los productos de madera un 6,9%.
Por el contrario, las exportaciones relacionadas con las segundas transformaciones cayeron un 14,8%. Sin embargo, Picos señaló en su análisis que se espera que se realice una «disminución» en el volumen de ventas al exterior en 2019, impulsada por las «incertidumbres» derivadas de Brexit o conflictos arancelarios.
5% MÁS EMPLEOS
Con 21.190 empleados directos en 2018, el empleo promedio en la cadena forestal aumentó un 4.8% el año pasado, lo que se suma al hecho de que «una buena parte» de estos trabajos «se encuentran en áreas rurales, donde hay un de las pocas actividades industriales». De estos casi 22.000 empleos, el 48% corresponde a la industria maderera, el 24% a la silvicultura y la silvicultura, el 20% a la fabricación de muebles y el 8% a la industria del papel. En general, el sector incluyó el pago de 465 millones en salarios y 135 millones en contribuciones sociales, dijo Picos, que también afectó el «impacto en la economía» de una industria que «adquiere productos del 80% de los sectores de Galicia».
EMERGENCIA CLIMÁTICA, OPORTUNIDAD Y RESPONSABILIDAD
La coincidencia de esta presentación con la cumbre mundial sobre el clima en Madrid llevó a Conde y Picos a destacar el papel que la industria forestal debe desempeñar en la lucha contra la emergencia climática. En su presentación, Picos aludió a «tres sectores importantes» para el futuro de la industria, como la fabricación de textiles con productos de madera, la mayor demanda de madera aserrada para materiales de construcción, embalaje, carpintería y muebles y su uso para La construcción de grandes edificios. «El uso de la madera es rentable para el cambio climático», dijo el director de EE Forestry, quien enfatizó que «a diferencia de otros sectores», el aumento de la producción no implica mayores emisiones.
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