WOOD FINISHES, empresa barcelonesa dedicada a los tratamientos y aplicaciones especiales en la madera, ha apostado por un proyecto nuevo, original, que casi nadie ha explorado en el sector.
Joven empresario, de segunda generación y con oficio, Josep Ramón Martín Oliver vio hace ahora diez años una oportunidad de abrirse camino, buscando soluciones diferentes, en un mercado competitivo donde casi todo está probado, como es el del barniz.
Hoy su negocio principal es la texturización de cualquier soporte; principalmente de la madera y del rechapado. Cortes de sierra, rusticado al largo, rusticado en diferentes áreas de la pieza, efectos de desgaste sobre barniz y laca… Todo ello con el objetivo de propulsar su gran proyecto de personalización de puertas y parquet. Un servicio destinado principalmente a almacenes, pero también a pequeños fabricantes y carpinteros que desean dar un alto valor añadido a sus productos.
Trabajan en WOOD FINISHES cuatro personas, apoyadas por dos comerciales externos, y todo ello dirigido por Josep Ramón. “Hace nueve años empecé a trabajar con aceites y barnices al agua de destacadas firmas del mercado, en una apuesta por los acabados ecológicos, naturales y sostenibles para la madera -relata-. Me gustó mucho el mundo del aceite, hasta el punto de que llegué a comprar la máquina para aplicar estos productos y creo que soy pionero en Cataluña en la compra y uso de sus aceites para la madera”.
Más allá del recubrimiento, WOOD FINISHES diversificó sus servicios y descubrió el universo de las texturas en la madera. Entonces nació su proyecto de personalización de puertas y parquet, texturizando las superficies, con una colección propia de dibujos. Otra vez más quedó demostrada la visión de este joven empresario por apostar por mercados nicho con gran potencial.
Asesorados por AIRMATIC, han encontrado en HEESEMANN la lijadora-calibradora idónea para lograr cualquier textura sobre cualquier superficie, acabándola después con laca, barniz o aceite. Dotada de cuatro grupos de tratamiento de la superficie, WOOD FINISHES no encuentra límites en la texturización. Con 1.350mm de anchura, la máquina admite cualquier pieza o producto de madera convencional. Y es capaz de texturizar incluso el tablero rechapado, “algo que casi nadie puede hacer, ya que los grupos de la lijadora actúan sobre muy pocas décimas de grosor de madera. Con esta tecnología podemos texturizar puerta rechapada para proyectos singulares y exclusivos”. En estas puertas, el vidrio se introduce por testa, potenciando el efecto estético del conjunto.
Programando los patines de la HEESEMANN, las posibilidades de efectos y texturas se multiplican, “también tratamos perfiles de ventanas y cerramos hasta doscientos huecos mensuales con nuestra maquinaria para lijar y acabar la madera”. Y, por supuesto, también parquet, para algunos fabricantes y para proyectos especiales. “Diversificamos nuestro negocio, y hemos captado la atención de clientes de sectores muy diversos”, explica Josep Ramón Martín.
Con WOOD FINISHES, las superficies de madera ganan valor añadido. Esta empresa de Montgat (Barcelona) se ha dotado de la máxima tecnología en el segmento del tratamiento de superficies. Con la mejor máquina, que además de poder programar las tareas a realizar desde el ordenador, incorpora numerosos grupos para obtener cualquier textura y efecto, “Gracias a esta máquina estamos conociendo más gente, de diferentes actividades y territorios –concluye Josep-. Les animados a probar y hacer cosas nuevas. Estamos demostrando que se puede hacer efectos muy bonitos sobre la madera y el rechapado. Con un material natural auténtico, que se puede texturizar y colorear, alcanzando además el brillo y tonalidad de la superficie deseados, a capricho del cliente”.