Lone Wiggers, socia de C.F. Møller Architects, apuesta por la «sencillez» en sus diseños, siguiendo una máxima a la hora de acometer cada uno de sus proyectos: «mejorar la vida para las personas y para el planeta».
La arquitecta danesa participó en el congreso de Egurtek con su ponencia “Arquitectura de madera”, donde mostró sus trabajos más sobresalientes, que abarcan tanto las construcciones nuevas como la conversión y restauración de edificios antiguos.
Uno de sus trabajos más importantes puede ser el WoodHub, Government Office Hub, en Odense, Dinamarca. Se trata de una construcción de 31.000 metros cuadrados de madera maciza que alberga un buen número de oficinas, realizadas con un concepto sostenible. Las columnas vistas de madera y los elementos de CLT parcialmente visibles se utilizan como materiales de construcción recurrentes y de carga. Esto contribuye a una reducción de CO2 de aproximadamente 5.400 toneladas durante una vida útil de 50 años. La madera es protagonista absoluta en el interior de este proyecto.
Wiggers encabezó el comité de arquitectura para el canon cultural del Ministerio de Cultura danés y participa en el Consejo Especial de Inspección de Edificios para la Junta de Patrimonio Cultural desde 2003. “La madera en la construcción es una forma inteligente y rentable de avanzar en la conservación del CO2 -afirmó la arquitecta escandinava-; a través de un diseño integrado mejoramos la vida de las personas y del planeta”.
En la misma sesión del congreso intervino Iñaki del Prim, creadorde Blancodelprim Arquitectura Ecopasiva, un estudio donde apuestan desde 2005 por la construcción en madera en sus sistemas.
Desde el inicio de su actividad entendieron que este tipo de construcción debe ir unida a envolventes térmicas de altas prestaciones, y en los últimos años se han especializado en el estándar Passivhaus, proponiendo una arquitectura en un doble sentido de descarbonización, tanto en la fase de uso como en la de fabricación y construcción de los edificios.
En Blancodelprim diseñan y calculan las estructuras de madera, tanto en los proyectos propios como para otros profesionales, entendiendo siempre la práctica de la profesión como una actividad colaborativa.
“A los criterios de eficiencia energética aplicamos también la materialidad. La inercia térmica de la madera ayuda a mejorar, por ejemplo, la humedad ambiental y el confort general del ser humano. Aporta atmósferas interiores sensoriales”, señaló Del Prim. En una ponencia en la que habló sobre el diseño y arquitectura sostenible, asegurando que cuando se construye en madera, luego es bastante más fácil realizar el desensamblaje de un edificio.