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“Se ha perdido el miedo a la madera”

José Antonio González, CEO de ARQUIMA.

ARQUIMA presentó en REBUILD 2022 “la casa más sostenible de España”: Passive House Premium y Cinco Hojas Verdes. 

La empresa barcelonesa fabrica mediante un sistema industrializado viviendas con criterios de construcción pasiva, sostenible y saludable. Recientemente, con la fabricación de dos formidables viviendas unifamiliares, se propuso llegar al máximo nivel en cada una de estas variables. Puntuando al máximo en el certificado Passivhaus, el distintivo por excelencia en la construcción con consumo energético casi nulo.

José Antonio González, CEO de ARQUIMA, durante su presentación en REBUILD 2022.

Muchos de sus edificios son Passivhaus Classic y Plus y ahora, también, Premium. Además, trabajó para certificar estas viviendas con el máximo nivel de sostenibilidad; el sello VERDE de Greenbuilding Council España, con el cual ha logrado fabricar su primera casa con “Cinco Hojas”.

Stand de ARQUIMA en REBUILD 2022.

EL TIEMPO LES HA DADO LA RAZÓN

Hace 15 años ARQUIMA irrumpía en el sector de la construcción industrializada con madera, cuando esto en España era algo residual. “Confié en su día en llegar con este proyecto hasta hoy, ya que la tendencia en el mundo de la construcción se dirige invariablemente hacia la sostenibilidad y, aunque la huella de carbono sigue sin estar fiscalizada, las normativas van hacia ahí, a registrar la mínima huella de carbono -afirma José Antonio González, CEO de ARQUIMA-. Parece que teníamos razón. Hoy el mercado demanda una construcción sostenible, pasiva, saludable e industrializada”.

José Antonio González, CEO de ARQUIMA.

En efecto, las administraciones empiezan a apostar por este modelo de edificación. Además, se ha perdido el miedo a la madera. “Era un miedo que no tenía fundamento, desde un punto de vista técnico, pero ha llevado su tiempo superarlo, viniendo de la cultura del ladrillo y el hormigón. Ahora que vemos edificios de todo tipo que están ahí, que funcionan y que la gente está encantada viviendo en ellos”.

Para ARQUIMA “la madera no es negociable, hacemos solo edificios con estructura de madera, porque es un material sostenible con muchas ventajas”. A partir de aquí son fundamentales la hermeticidad, las carpinterías, controlar los puentes térmicos, etc., para alcanzar una casa pasiva, eficiente.

Según ARQUIMA, ha llegado un punto de inflexión cuando las grandes promotoras están empezando a apostar por la madera y por la industrialización. “Esto ha llegado para quedarse”, augura José Antonio González.

AMPLIACION DE FÁBRICA

Detalle de la fábrica de ARQUIMA en Sant Andreu de la Barca (Barcelona).

En este escenario, ARQUIMA ha ampliado su fábrica. El sector de la construcción con madera es efervescente en toda Europa, con lo que la maquinaria para fabricación se hace esperar. “Ante nuestra previsión de tener la fábrica llena este año hicimos el pedido de una línea nueva, que llegará a España a finales de 2022 -informa el CEO de ARQUIMA-. Multiplicaremos la capacidad de producción por cuatro y podremos acometer proyectos cada vez más grandes”.

Históricamente, ARQUIMA ha hecho mucha vivienda unifamiliar y edificios para pequeños promotores. Ahora tienen proyectos en estudio de más de 100 viviendas.“Creo que a mitad del próximo año la fábrica volverá a quedarse pequeña”.

Como pioneros en este mercado emergente en España, la trayectoria de la empresa se ha basado en una inversión continua en ir creciendo y mejorando.

ARQUIMA posee en la actualidad una línea de fabricación para generar paneles en dos dimensiones: paredes interiores y exteriores, forjados, cubiertas… “Hemos ampliado esa línea de producción, de manera que reducimos el tiempo de ciclo de manera importante. Si actualmente en un puesto hacemos tres operaciones, a partir de ahora acometeremos una operación en cada uno”.

Hace 15 años ARQUIMA irrumpía en el sector de la construcción industrializada con madera, cuando esto en España era algo residual.

Otro plus que incorporará la fábrica el año que viene será hacer componentes en 3D, que aportarán mucho valor añadido, especialmente en baños y salas de instalaciones. “Queremos llevarlas acabadas de fábrica -adelanta José Antonio González-. Así como todos los revestimientos y pre instalaciones interiores”. De esta forma, si en estos momentos se está haciendo el 50% en fábrica, la idea es que en 2023 el 75% de los elementos de la construcción lleguen a obra ya realizados en fábrica. “Cuantas menos cosas queden por hacer en obra, todo irá mucho mejor”. En efecto, en fábrica está todo controlado; los tiempos, los materiales, la productividad… las desviaciones son mínimas. En cambio, en obra, pueden surgir situaciones que, además, cogen al fabricante desplazado de su centro productivo. A lo que se suma un problema de falta de mano de obra en la construcción.

TENDENCIAS EN EL MERCADO

ARQUIMA vende construcción industrializada, pasiva, sostenible y saludable. Hay clientes que llegan a ARQUIMA por la rapidez y calidad de la industrialización, otros están buscando una casa Bio, realizada con materiales naturales, la mayoría en la actualidad persiguen la eficiencia energética… “Hay varias razones por las que nos compran la casa -observa José Antonio González-. El cliente ideal es quien cree en todas nuestras fortalezas. Hoy día es de valorar el control de los costes y no sufrir las desviaciones tan habituales en la obra tradicional. Y, por supuesto, disfrutar de una casa lo más eficiente posible, ahora que el coste energético está desatado”.

ARQUIMA no resta protagonismo al diseño en sus casas. Siempre que ésta sea eficiente y funcione bien. “Hacemos proyectos para un cliente racional. Además, nos felicitan por los diseños que hacemos, con lo cual parece que no lo hacemos mal. Pero nunca primamos el diseño por encima de la eficiencia de la casa. No creemos en los lujos arquitectónicos, sí en un diseño interesante y agradable, práctico y funcional”.

FUTURO PROMETEDOR

Con toda la capacidad de producción vendida, actualmente ARQUIMA no está desempeñando ninguna acción comercial. Su mercado natural es Cataluña, porque su fábrica está en Sant Andreu de la Barca. En Baleares están trabajando muchísimo, “es un territorio propicio para nuestra filosofía constructiva, nos queda al lado y nos sentimos cómodos allí”. Próximamente, con el empuje de la ampliación en fábrica, otro objetivo es crecer en Madrid y Costa del Sol, donde emergen cada día proyectos interesantes, que reclaman una demanda energética mínima de los edificios. Y a partir de ahí, en cualquier punto de España donde haya interés por esta forma de construir.