Miquel Ramis, el carpintero de los molinos de Mallorca

Ha sido galardonado con el Premio Richard H. Driehaus de las Artes de la Construcción del año 2021, en la categoría de carpintería y madera.

Miquel Ramis ha sido galardonado con el Premio Richard H. Driehaus de las Artes de la Construcción del año 2021 en la categoría que engloba las armaduras y estructuras de madera, mobiliario, mocárabes, tornería, talla en madera, carpinterías de puertas y ventanas y otros trabajos de carpintería.

Miquel Ramis Bordoy.

Miquel Ramis Bordoy representa a la tercera generación de su familia dedicada a la reparación y la restauración de los molinos que existen en la isla de Mallorca, lo que requiere trabajar tanto el hierro como la madera.

Está al frente de la empresa Es Moliner, creada en 1952 por su abuelo, quien comenzó con esta tarea colaborando con un herrero cuyo taller se encontraba cerca del suyo.

En la actualidad Miguel recupera molinos desde su estructura hasta su maquinaria, aplicando distintas técnicas de carpintería y de trabajo del metal, según el tipo de molino en el que interviene y en función de los materiales y los sistemas propios de él. Desde 2018 cuenta con la carta de maestro artesano, con la categoría “Maestro de Molinos”, otorgada por el Consell Insular de Mallorca. “Los molinos son una estampa de Mallorca, son un icono, y son fácilmente caracterizables porque tienen seis palas”, afirma.

Miquel se interesó por el oficio desde muy pequeño, cuando solía jugar en el taller en el que trabajaban su padre y su abuelo. Con 16 años empezó a aprovechar los veranos para trabajar junto a su padre. Además, se formó en un curso profesional de restauración de molinos que organizó el Consell de Mallorca a través de lo que entonces se llamaba FODESMA, ya que se estaba perdiendo el oficio. “Lo que realmente sé de molinos lo aprendí de mi abuelo y mi padre”, explica.

Se montó entonces un taller dentro del propio Consell para realizar estos trabajos y Miquel Ramis se integró en él por un tiempo, aunque pronto regresó al taller familiar. Es allí donde considera que realmente aprendió el oficio, gracias a la larga experiencia que pudieron transmitirle su padre y su abuelo. En 1996 pasó a encargarse de la empresa familiar.

En la isla de Mallorca los molinos son fundamentalmente de viento, al no existir apenas cursos de agua para mover molinos hidráulicos, salvo en algunos torrentes de la sierra. Estos molinos de viento se utilizaban principalmente para extraer agua del terreno, aunque también existieron y se conservan molinos harineros.

Los harineros son, sin embargo, los más antiguos de la isla, y de hecho los primeros molinos de extracción de agua eran aún semejantes a los harineros. En los molinos más recientes algunos de los elementos que solían realizarse en madera fueron siendo sustituidos por piezas metálicas. Se introdujeron también más adelante los molinos capaces de orientarse a sí mismos en función del viento, gracias a la cola que hace de timón.

Entre las obras más destacadas de Miquel se encuentran molinos de viento de extracción de agua, como el de la finca S’Avall o el del Centro de Control del Aeropuerto de Palma, y molinos harineros como el del hotel de la “Possessió Sa Torre”, el de “d’en Blanc”, en Llubí, o el de la “Possessió de Xorrigo”.

Miquel ha trabajado además activamente en la difusión del rico patrimonio molinero de la isla, ha recibido la distinción “Molino de Oro” que otorga la Asociación de los Amigos de los Molinos de Mallorca (2016) y ha participado como ponente y formador en el I Curso de experto en molinología organizado por la misma asociación y en el XI Congreso Internacional de Molinología (2018), organizado por el Consell de Mallorca y la Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos.