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VALLÉS CARPINTERÍA cumple 10 años

Rubén Vallés: “La calidad en el servicio y en el resultado final es un desafío constante”.

A continuación charlamos con Rubén Vallés, fundador de VALLÉS CARPINTERÍA, quien reflexiona sobre los primeros diez años de trayectoria de su empresa, destacando que fue un proyecto propio iniciado en plena crisis, en 2010. El joven empresario subraya la importancia de la resiliencia, el paso hacia la digitalización y la diversificación del negocio como claves de su crecimiento, incluyendo la implementación de software especializado, la adquisición de maquinaria de vanguardia y el desarrollo de su equipo humano. En la foto principal: Rubén Valles con su esposa Marta ©Madera Sostenible.

Rubén Vallés enfatiza en la prioridad del servicio al cliente y la inversión en tecnología avanzada, como maquinaria CNC. Finalmente, comparte su visión de futuro enfocada en la mejora continua de la calidad y el servicio, así como su compromiso con el sector a través de la colaboración con escuelas de formación profesional y los gremios territoriales.

¿Cómo fueron los orígenes y desafíos iniciales de VALLÉS CARPINTERÍA?

VALLÉS CARPINTERÍA es un proyecto propio; no es una herencia del negocio de mi padre. Si bien compartimos el oficio, la empresa y la trayectoria son diferentes. Nunca llegamos a trabajar juntos. El proyecto personal comenzó en plena crisis económica, en 2010, lo que significó un punto de partida desafiante. Los inicios fueron humildes como autónomo, con una furgoneta y unas herramientas, pero con muchísima energía. 

En 2015 se funda la sociedad, VALLÉS CARPINTERÍA, marcando el inicio formal del proyecto empresarial. Conté con un apoyo fundamental: el papel crucial de mi esposa, Marta, quien me ha acompañado en todas mis decisiones, las erróneas y las correctas. Para mí ella es fundamental en el transcurso de estos 10 años.

Una década donde las palabras clave que me vienen a la cabeza son: Resiliencia, Energía, Impetu y muchas Ganas. Pongo la Resiliencia en primer lugar, porque empezamos en plena crisis económica, y nuestro sector estaba bastante tocado.

¿Cuándo y cómo se produce el despegue de VALLÉS CARPINTERÍA?

Experimentamos un crecimiento exponencial en la fase Post-COVID: A partir de 2020-2021, coincidiendo con un repunte del sector y gracias a nuestra apuesta por la digitalización, que nos permitió ser más competitivos en el mercado. Apostamos por el software PYTHA, implementado por AIRMATIC, con el que estamos súper contentos y del cual acabamos de adquirir la cuarta licencia.

Otra clave de nuestro éxito ha sido la Diversificación de Mercado; la estrategia de no cerrar puertas, de no centrarnos en un único sector (retail, particular, etc.), con la cual hemos logrado mitigar riesgos ante posibles crisis sectoriales. A pesar de la diversificación, controlamos cuidadosamente todas las áreas en las que operamos.

¿En qué pilares se sostiene hoy la filosofía empresarial de VALLÉS CARPINTERÍA?

En el servicio y en la calidad, ante todo. El servicio al cliente, particularmente a interioristas y arquitectos, es primordial, incluso por encima de otros aspectos como la mera fabricación. Nos esforzamos por ser puntuales, rápidos y eficientes, nos lo exigimos a nosotros mismos, y doy fe que es algo muy difícil.

Tenemos mentalidad de “partner». Buscamos establecer relaciones de colaboración estrecha con los clientes, ofreciendo acompañamiento y soluciones. Comprendemos al cliente. Mi experiencia profesional previa en el mundo del interiorismo me permite entender mejor las necesidades y la perspectiva de quienes ahora son mis clientes.

Por supuesto, apostamos por la calidad. La calidad en el servicio y en el resultado final es un desafío constante.

Es muy destacable la imagen de esta empresa y su exquisita organización…

En efecto, cuidamos mucho la imagen como reflejo interno y también externo. En el taller tenemos orden, limpieza y confort para que las personas puedan trabajar mejor y más seguras. Afuera proyectamos profesionalidad y seriedad hacia el cliente.

La organización es la clave de una buena gestión. Me considero un «director de orquesta”, con 25 magníficos instrumentistas, soy el responsable de la planificación y la coordinación de un gran equipo.

¿Prosigue la inversión en tecnología y en personal?

Nuestra oficina técnica es el área más reforzada. Hemos invertido significativamente en ella, conformando un muy buen equipo dedicado a la proyección y planificación de los trabajos. Actualmente son cuatro las personas que se dedican específicamente a proyectar los trabajos para nuestros clientes. Este número está por encima de la media en el sector.

Por supuesto, no cesa nuestro empeño en continuar con una evolución tecnológica natural. Debemos parar a pensar y ser conscientes del gran avance que la tecnología ha supuesto en nuestro sector; del dibujo manual hacia la programación digital, aumentando la precisión y reduciendo errores. Hoy se diseña y se programa la fabricación de una forma impensable hace apenas 10 años. Antes había que dibujar en una mesa y podías equivocarte al programar la producción a pie de máquina. Todo esto ha mejorado mucho.

Naturalmente, este avance llega acompañado de una maquinaria moderna. La inversión en maquinaria CNC, con un centro de mecanizado nesting, de HOLZ-HER, o una encoladora de cantos con sistema de aplicación de cola PUR de SCM, nos ha permitido mejorar la calidad de los acabados y la eficiencia en la producción. Con buenas máquinas hemos dado un salto de calidad, que nuestros clientes notan y valoran.

Para hacer frente a la alta demanda, hemos implementado desde noviembre un segundo turno en la producción.

Segurísimo que el caso de éxito que representa VALLÉS CARPINTERÍA no sería posible sin la participación de grandes personas...

Hay compañerismo y buen ambiente, lo cual evidentemente es positivo para sacar adelante el trabajo. 

VALLÉS CARPINTERÍA combina experiencia y juventud en su plantilla.Tenemos personal veterano, de la ‘vieja escuela’ y, a la vez, incorporamos jóvenes talentos, a través de colaboraciones con escuelas de formación profesional. Miramos al futuro, y obviamente creemos en los jóvenes. Ahora mismo tenemos cuatro personas en prácticas en la empresa. Estas prácticas nos sirven para captar el talento, y por supuesto vamos a ofrecer la oportunidad de incorporarse al equipo a quienes vemos con ganas de trabajar y aprender.

¿Participa y colabora VALLÉS CARPINTERÍA en los gremios y asociaciones de su entorno?

Por supuesto, tenemos un firme compromiso con el oficio. Personalmente, participo activamente en el Gremi de la Fusta de Terrassa, y colaboro con otras entidades y escuelas de Cataluña. Amo mi oficio, sólo juntos y unidos podremos preservarlo, mejorarlo y hacerlo crecer.

Hoy es un gran problema común la escasez de profesionales cualificados en el sector, algo que sólo se puede resolver en colaboración con las escuelas de formación profesional.

¿Cuáles son las perspectivas de futuro y anhelos de VALLÉS CARPINTERIA?

Entre otras, haciendo balance de 10 años de actividad y con la ilusión de cumplir con éxito muchas más décadas, yo destacaría las siguientes:

  • Búsqueda de estabilidad y perfeccionamiento: Tras 10 años de crecimiento, buscamos una mayor estabilidad, perfeccionando el servicio y la calidad del trabajo.
  • Proyectos más complejos: Deseamos abordar proyectos cada vez más complejos y singulares, como un trabajo que estamos acometiendo actualmente en Lisboa, que mostraremos al sector próximamente.
  • Mentalidad ambiciosa: A pesar de la búsqueda de estabilidad, admito una ambición inherente por seguir creciendo y mejorando.
  • Prioridad en calidad y servicio: Si bien el volumen de negocio y los beneficios son muy importantes en una empresa, seguimos priorizando la calidad del trabajo y el servicio al cliente.
  • Segundo centro de mecanizado en mente: Contemplamos la adquisición de un segundo centro de mecanizado para cubrir otro tipo de procesos, aunque el doble turno actual con el existente nos ofrece cierta capacidad adicional.