La atención por el medio ambiente y el cuidado general de las playas son tareas permanentes que han posicionado el litoral español entre los mejores del mundo para disfrute de todo tipo de actividades terrestres y acuáticas. Estas tareas requieren que las obras e intervenciones se acometan correctamente para el uso al que están destinadas, y el Instituto tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, ha supervisado las obras ya acabadas, y ha comenzado a revisar, fundamentalmente, las ejecuciones previstas en la costa de la Comunidad Valenciana y en varios puntos del litoral mediterráneo, y comienza también en otras áreas costeras como Cataluña, Baleares o Ceuta.
Las obras que se realizan en las zonas de costas y en las playas son habitualmente puentes, pasarelas, rampas y cordones dunares, estos últimos para la protección y pervivencia de esta herencia natural que sufre permanentes deterioros y agresiones.
Protección ambiental, seguridad personal
Según los técnicos de AIDIMA, tanto la protección de la flora y fauna autóctonas como las intervenciones con madera estructural para obras en costas y playas son necesarias para un uso adecuado y racional del disfrute y preservación de las zonas del litoral, y por otro lado atiende a la protección de las personas en cuanto a garantías de seguridad por grietas y astillados, entre otros defectos.
En este sentido, ya que la madera está sometida a duras condiciones ambientales, como humedades y altas temperaturas con una exposición continuada al sol, exige de un control de calidad que incluye la redacción del pliego de condiciones de la obra, el cálculo estructural de la misma según el Código Técnico de la Construcción, la verificación de la calidad de los materiales usados en los elementos estructurales -de paso y acceso-, la verificación del tratamiento protector de la madera, la comprobación del montaje y levantamiento de los elementos, y la elaboración de recomendaciones y guías de mantenimiento de la madera instalada.
El Dpto. de Tecnología y Biotecnología de la Madera de AIDIMA proporciona un servicio integral de control de calidad de dichas obras, que emplea métodos de evaluación visual, según la norma UNE 56.544, y de evaluación no destructiva (ultrasonidos, ondas de presión y vibraciones inducidas) para la verificación de la calidad de la madera.
Biocidas naturales
En las playas y costas, el tratamiento de la madera con biocidas resulta imprescindible para que no sea degradada en poco tiempo por hongos o termitas. El tratamiento que se realiza habitualmente deja el color verdoso muy típico en la madera tratada con sales en autoclave, y que posteriormente puede cambiarse mediante la aplicación de un tinte color madera.
Por otro lado, la correcta elección de la especie de la madera utilizada en este tipo de obras resulta imprescindible para asegurar su durabilidad, incluso en períodos cortos de tiempo. En los últimos años, se han detectado deterioros importantes en obras con madera tratada de especies concretas.
El tratamiento proporciona en especies no adecuadas la falsa seguridad de que la madera está protegida, cuando en realidad no es así. En ocasiones, la especie elegida es totalmente inadecuada por densidad, precio o por características intrínsecas como la excesiva presencia de taninos.
Otro error frecuente en las obras en costas y playas es la falta de control de la humedad de la madera. El secado rápido de la madera en condiciones extremas de humedad y temperatura provoca deformaciones, grietas y alabeos en las piezas, además de la aparición de azulado en algunas ocasiones.
Actualmente, AIDIMA está ampliando a todo el litoral español su servicio integral de control de calidad en obras de playas y costas, con el fin de lograr en el futuro una mayor calidad y durabilidad de las obras en todas las costas españolas mediante la colaboración con proveedores y tratadores de la madera, constructoras, ayuntamientos y administraciones públicas.